Cómo ayudar al adolescente con miedo al bullying o al acoso de otros adolescentes

El temor adolescente al acoso escolar o bullying

Alba Caraballo - 2019-02-03 11:03:00 - Psicología

Entre los miedos en la adolescencia más frecuentes y comunes está el miedo al bullying o al acoso de otros adolescentes. Ser objeto de burlas, insultos, cotilleos, rumores o agresiones causa ansiedad y preocupación entre los jóvenes.

Es posible que hayan sido testigos del bullying a otros chavales, y no quieran verse en esa situación o que lo hayan padecido ellos mismos. Si crees que tu hijo adolescente siente miedo al bullying, conoce cómo ayudarle a afrontarlo.

Miedo al bullying en la adolescencia

miedo al bullying o acoso en la adolescencia

Los adolescentes presentan varios miedos asociados a la relación con los demás: el miedo al rechazo, miedo al fracaso y miedo al bullying. Son fobias sociales que se crean en la forma en que se relacionan o interactúan con los demás.

En concreto, el miedo al bullying puede proceder de alguna situación que el adolescente haya vivido en la que otros compañeros se burlaron de él, le intimidaron o agredieron. Aunque, en ocasiones la padecen jóvenes que no han sido acosados pero sí han presenciado situaciones de acoso a otros chavales. Estar en la situación del acosado les genera un estado de ansiedad y preocupación que incluso puede interferir en la forma en que se relaciona con los demás.

Y es que, el adolescente de hoy en día tiene mucha información sobre el bullying. Sabe que el acoso consiste en amenazar, insultar, agredir, difundir rumores o aislar a una persona de forma sistemática. Suele provocarlo un adolescente auspiciado por otros compañeros que apoyan y ríen las ocurrencias del primero. Y mientras, otros muchos adolescentes, conscientes del hecho, callan para no meterse en problemas.

Señales que detectan que el adolescente siente miedo al acoso de otros compañeros

- Puede experimentar un miedo y una gran preocupación en entornos sociales como puede ser el colegio, tanto que desea no acudir al centro para no enfrentarse a una posible situación de acoso.

- Estrés y ansiedad que se manifiestan en una falta de sueño, cansancio, fatiga e inquietud.

- Un adolescente con miedo al bullying puede aislarse de los demás y evitar cualquier tipo de contacto con otros adolescentes para evitar ser acosado. Puede incluso parecer extremadamente tímido cuando lo que tiene es miedo a ser humillado.

- No participa en clase por miedo a las burlas de los demás ni participa en funciones escolares.

- Puede mostrarse en casa malhumorado y encerrado en sí mismo, sin ganas de compartir con el resto de la familia.

- Bajo rendimiento escolar, puede incluso llegar a manifestar que quiere abandonar el colegio para ponerse a trabajar.

- Si el miedo al bullying es tan grave que se convierte en una fobia, incluso no habiendo sido acosado nunca, podría tener pensamientos sobre su propia muerte.

Ayudar al adolescente a superar el miedo al bullying

Habla con él: es muy importante crear un clima de confianza en la que tu hijo adolescente sienta que puede hablar sobre su miedo sin temor a ser juzgado o criticado. Debes hablar claramente sobre el bullying y dejarle claro que puede contar contigo para apoyarle o escucharle ante cualquier problema que tenga, sea el que sea. Hazle preguntas sobre su miedo, cuestiones que ayuden a desmontarlo, “¿qué crees que opinan los demás de ti?, ¿te han dicho algo?, ¿te sientes rechazado?”

Déjale hablar: deja que se sincere y exprese en voz alta aquello que le preocupa, sin interrupciones, sin hacerle críticas o reproches, solo escucha. Cuando haya expresado sus miedos y sepas de dónde nace ese temor al bullying, no lo minimices y recuérdale que estarás siempre ahí si algún día sufre acoso, dile lo bonita que puede ser está época donde forjará grandes amistades y encerrarse en sí mismo le privará de experiencias vitales.

Sé paciente: quizás no quiera hablar en un primer momento, pero insiste y recuérdale que estarás disponible cuando esté preparado para expresar sus miedos.

Refuérzale: cuando haga pequeños avances, recuérdale lo bien que lo está haciendo y lo importante que es intentarlo.

Relajación: practica con él ejercicios que pueden bajar su nivel de ansiedad en un momento determinado como la respiración profunda.

Pide ayuda: si crees que el miedo de tu hijo se ha convertido en una fobia y está interfiriendo en su vida, pide ayuda a un tercero que pueda realizar una terapia con él.