Tipos de parásitos en insectos, ciclo de vida y su impacto en el ecosistema

Parásitos en Insectos: Relaciones Simbióticas y Patológicas

Jose Aragón - 2024-10-17 09:40:00 - Naturaleza

Los insectos constituyen una parte crucial de los ecosistemas globales, jugando roles fundamentales en la polinización, la descomposición y el control biológico. Sin embargo, como cualquier otro organismo, también están expuestos a una amplia gama de parásitos. Estos parásitos no solo influyen en la salud y el comportamiento de los insectos, sino que también tienen un efecto profundo en las dinámicas de los ecosistemas.

En este artículo, analizaremos en detalle los tipos de parásitos que afectan a los insectos, su ciclo de vida y los efectos que tienen en la biodiversidad. Además, veremos cómo algunos de estos parásitos han evolucionado para aprovechar las capacidades de sus huéspedes insectos.

Tipos de Parásitos en Insectos

Los parásitos que afectan a los insectos pueden clasificarse en diferentes grupos según su biología y forma de interacción con el huésped. Los principales grupos son:

  • Nematodos parásitos: Los nematodos, o gusanos redondos, son uno de los parásitos más comunes en los insectos. Se encuentran en muchos ambientes y pueden infectar a una amplia variedad de especies de insectos. Algunos nematodos son ectoparásitos, que viven en la superficie del cuerpo del insecto, mientras que otros son endoparásitos, que invaden el cuerpo del huésped, alimentándose de sus tejidos y órganos.

  • Protozoos parásitos: Los protozoos son organismos microscópicos unicelulares que pueden infectar a los insectos. Estos parásitos suelen infectar el sistema digestivo del insecto, interfiriendo con su capacidad para absorber nutrientes y debilitándolo significativamente. Ejemplos de protozoos que afectan a los insectos son los del género Trypanosoma, que infectan moscas tse-tsé y mosquitos.

  • Hongos entomopatógenos: Aunque los hongos se consideran típicamente patógenos, algunos actúan como parásitos en los insectos. Estos hongos pueden invadir los tejidos del insecto, desencadenando una enfermedad que, en muchos casos, conduce a la muerte del huésped. Un ejemplo destacado es el hongo Cordyceps, que infecta a hormigas, orugas y otros insectos, obligándolos a subir a alturas antes de morir, lo que ayuda a la dispersión de las esporas del hongo.

  • Avispas parasitoides: A diferencia de otros parásitos que tienden a vivir en o sobre sus huéspedes sin matarlos inmediatamente, las avispas parasitoides ponen sus huevos dentro de los insectos, lo que eventualmente lleva a la muerte del huésped cuando las larvas de la avispa emergen. Estos parasitoides son clave en el control biológico de plagas, ya que ayudan a reducir las poblaciones de insectos perjudiciales.

  • Ácaros y garrapatas: Algunos insectos también son infestados por ácaros y garrapatas. Estos parásitos externos se adhieren al cuerpo del insecto y se alimentan de su sangre o fluidos corporales. En muchos casos, los ácaros pueden ser muy debilitantes para los insectos al reducir su capacidad para volar o alimentarse adecuadamente.

Ciclo de Vida de los Parásitos en Insectos

El ciclo de vida de los parásitos que afectan a los insectos varía según el tipo de parásito y la especie huésped. Sin embargo, en términos generales, la mayoría de los parásitos pasan por varias etapas de desarrollo, que incluyen:

  • Infección o infestación inicial: Los parásitos encuentran un huésped adecuado para colonizar. Algunos, como las avispas parasitoides, inyectan sus huevos directamente en el insecto huésped. Otros, como los hongos entomopatógenos, liberan esporas que se adhieren al cuerpo del insecto, penetrando a través de la cutícula y colonizando su interior.

  • Desarrollo dentro del huésped: Una vez dentro del insecto, los parásitos comienzan a desarrollarse, utilizando los recursos internos del huésped para su crecimiento. En el caso de los nematodos o protozoos, esto implica consumir nutrientes del insecto huésped, debilitándolo gradualmente. En el caso de los hongos o las avispas parasitoides, los parásitos eventualmente matan al insecto a medida que completan su ciclo de vida.

  • Propagación o liberación: Una vez que los parásitos han completado su desarrollo, abandonan al huésped o liberan estructuras reproductivas, como esporas o huevos, para infectar a otros insectos. En algunos casos, como el de las avispas parasitoides, las nuevas avispas emergen del cuerpo muerto del huésped. En el caso de los hongos, las esporas se dispersan a través del ambiente, buscando nuevos insectos para infectar.

Impacto de los Parásitos en los Ecosistemas

Los parásitos en los insectos juegan un papel crucial en los ecosistemas. Aunque muchas veces se les percibe negativamente por afectar a especies de insectos, su presencia tiene importantes repercusiones ecológicas:

  • Control de poblaciones: Muchos parásitos, en especial las avispas parasitoides y los hongos entomopatógenos, actúan como agentes de control biológico, limitando las poblaciones de insectos dañinos. Esto es especialmente útil en la agricultura, donde se pueden utilizar estos parásitos como alternativas naturales a los pesticidas químicos. Por ejemplo, se liberan avispas parasitoides para controlar plagas de orugas en cultivos.

  • Regulación de la biodiversidad: Al afectar de manera selectiva a ciertas especies de insectos, los parásitos ayudan a mantener el equilibrio en las comunidades ecológicas. Esto previene la dominancia de una sola especie de insecto, permitiendo que otros organismos prosperen.

  • Efecto en las cadenas alimenticias: Al debilitar o matar insectos, los parásitos también influyen en las cadenas alimenticias. Los insectos infectados o debilitados pueden volverse presas más fáciles para sus depredadores naturales, lo que puede alterar la dinámica entre depredadores y presas.

  • Alteración del comportamiento del huésped: Algunos parásitos tienen la capacidad de alterar el comportamiento de sus huéspedes para favorecer su propagación. Por ejemplo, los hongos Cordyceps manipulan a las hormigas para que suban a las partes superiores de las plantas antes de morir, lo que facilita la dispersión de las esporas del hongo a nuevas áreas.

Ejemplos Notables de Parasitismo en Insectos

  1. El hongo Ophiocordyceps unilateralis: Este hongo entomopatógeno infecta a las hormigas, controlando su comportamiento y obligándolas a subir a una altura donde las condiciones son óptimas para el crecimiento y la dispersión del hongo. Las hormigas, conocidas como "hormigas zombis", son controladas hasta que el hongo emerge de sus cuerpos, liberando esporas para infectar a otras hormigas.

  2. Las avispas Hymenoepimecis argyraphaga: Estas avispas inyectan sus huevos en las arañas de la especie Plesiometa argyra, y las larvas se alimentan de la araña. Lo fascinante es que la avispa manipula a la araña para que teja una red especial que protege a la larva en desarrollo.

  3. Nematodos entomopatógenos: Estos nematodos son usados como agentes de control biológico, especialmente en la agricultura, ya que parasitan a insectos plaga como los escarabajos o las polillas, limitando el daño que estos causan a las plantas.

El Uso de Parásitos en el Control Biológico

Uno de los usos más destacados de los parásitos de insectos es en el control biológico. Los agricultores y científicos han aprendido a aprovechar la relación entre parásitos e insectos para controlar poblaciones de plagas de manera natural, reduciendo la necesidad de pesticidas químicos dañinos para el medio ambiente.

Ejemplos comunes incluyen el uso de nematodos entomopatógenos para combatir plagas del suelo, como las larvas de ciertos escarabajos, o la liberación de avispas parasitoides para controlar poblaciones de orugas y moscas que dañan cultivos. Estos métodos no solo son eficaces, sino que también son sostenibles, ya que no introducen productos químicos en el ambiente ni afectan negativamente a otras especies.


El mundo de los parásitos en los insectos es complejo y fascinante. Aunque pueden parecer amenazas para los insectos, juegan un papel fundamental en la regulación de los ecosistemas y en el control natural de plagas. Desde los nematodos hasta los hongos entomopatógenos, estos organismos han desarrollado estrategias altamente especializadas para infectar y, en muchos casos, aprovecharse de los insectos, pero también contribuyen a mantener el equilibrio natural.