8 trucos para que las flores te duren frescas más tiempo
Consejos para alargar la vida de un ramo de flores
¿Te han regalado un ramo de flores y ha comenzado a marchitarse? Las flores frescas son un excelente regalo para alguien, pero lamentablemente, tras unos días, los pétalos comienzan a caer, las hojas se secan y las flores se ponen mustias.
No podemos detener el proceso que comenzó cuando las flores se cortaron de su planta, antes o después, se secarán y morirán pero, es mejor que sea cuanto más tarde mejor, ¿no crees? Estos truquis te ayudarán a que las flores duren frescas más tiempo.
8 truquis para que las flores duren más
Bien sea un ramo de floristería o un bouquet cortado de tu propio jardín, las flores aportan alegría, aroma y color a una estancia. Sin embargo, con el paso de los días, el esplendoroso ramo de flores, se va poniendo mustio. Para alargar la vida de las flores, puedes llevar a cabo estos trucos y lograr así que estén frescas el mayor tiempo posible:
1. Escoge bien las flores antes de cortarlas
Si tienes un jardín o acudes a una floristería, no escojas el primer ramo que veas, presta atención a que las flores sean lo más vitales posible. Evita llevar a casa ramos con los márgenes de las hojas secas, colores pálidos o desvaídos o flores totalmente abiertas. Pon las flores en un jarrón inmediatamente después de cortarlas.
2. Coloca las flores en un lugar fresco y poco soleado
No coloques el ramo en un lugar que reciba luz del sol directa o que sea muy frío. El pleno sol promueve el marchitamiento. Lo ideal es mantenerlo en un lugar fresco y nunca cerca de un frutero ya que algunas frutas como las manzanas liberan un gas mientras maduran conocido como etileno, que hace que otras frutas o las flores cercanas maduren también más rápidamente.
Tampoco es recomendable dejar el ramo de flores cerca de un radiador ni llevarlo a habitaciones con temperaturas más bajas durante la noche. Y, en general, deben evitarse las corrientes de aire.
3. Elimina las hojas dañadas
Las hojas enfermas y dañadas de las flores cortadas se han de cortar inmediatamente después de cortarlas de la planta o nada más abrir el ramo. También es importante eliminar todas las hojas que estarían en el agua una vez las pongas en un jarrón. De lo contrario, podrían liberar sustancias en el agua que promoverían la pudrición y afectarían negativamente la vida útil. En general, es recomendable retirar todas las hojas del tercio inferior del tallo de la flor. También es aconsejable cortar algunas hojas en la zona superior del tallo; de esta manera, el agua se utilizará principalmente para suministrar nutrientes a los pétalos.
4. Usa un jarrón adecuado para que las flores duren más
El jarrón debe tener suficiente espacio para todos los tallos. Apretar las flores en recipientes muy pequeños impedirá que los tallos puedan absorber el agua correctamente. Tampoco les dejaría adoptar su forma natural a las flores.
En cuanto al agua que viertes en el jarrón, ten en cuenta que ha de tener la suficiente. Las flores de tallo duro, como las rosas, pueden mantenerse bien si el jarrón está lleno hasta casi el borde. Sin embargo, los tulipanes y muchas otras flores bulbosas, tienen tallos suaves que son propensos a pudrirse. En este caso, es mejor no llenar el jarrón hasta arriba.
Asimismo, asegúrate de de que el recipiente en el que dejas las flores esté realmente limpio. Es decir, no saques el anterior ramo para poner el nuevo. Incluso los residuos de suciedad más pequeños pueden tener una enorme influencia en la calidad del agua y hacer que las plantas sensibles envejezcan más rápido
5. Utiliza agua tibia
El agua en el que estarán las plantas ha de ser tibia y no excesivamente fría y es que, el agua tibia se absorbe mejor por el tallo. Cuanto menor sea la diferencia entre el agua y la temperatura ambiente, mejor. Además es recomendable usar agua que haya estado en reposo, por lo tanto, si vas a comprar un ramo de flores, llena por la noche un jarrón con agua y deja que repose hasta que, horas después introduzcas las flores.
Si vives en una ciudad en la que el agua del grifo es muy dura, es conveniente filtrarla para eliminar la cal.
6. Corta un poco el tallo
Quizás has escuchado que se deben cortar los extremos del tallo en ángulo antes de colocarlos en el jarrón para que las plantas puedan absorber más agua. Sin embargo, los expertos no dan mucho crédito a esta idea. En realidad, es mucho más importante trabajar con un cuchillo bien afilado y poner las flores cortadas en el agua inmediatamente después de cortarlas de la planta. Esto evitará que entre aire en los vasos cortados. Es preferible usar cuchillo a unas tijeras, ya que al realizar un corte con ellas, suelen apretar el tallo e impedir la correcta absorción de agua.
7. No añadas azúcar al agua del jarrón
A medida que las flores continúan su proceso de envejecimiento en el florero, necesitan nutrientes. Si has comprado un ramo en la floristería, es posible que te hayan dado un paquete con unos polvos nutritivos que ayudan a contrarrestar el crecimiento bacteriano. Usa este producto y no pongas en práctica ese consejo tan extendido de agregar azúcar al agua. El azúcar, lejos de mantener las flores frescas, lo que hace es promover el crecimiento de las bacterias en el agua.
En cuanto al truco de la abuela de añadir aspirina, tenemos una mala noticia, las flores se marchitan tan rápido como si no le agregas la aspirina al agua. No funciona.
8. Cambia el agua del jarrón
Para mejorar la absorción de agua, es recomendable renovar el agua de las flores periódicamente y, volver a cortar una pizca los tallos de las flores. Esto se debe a que los gérmenes se forman muy rápidamente en el agua y obstruyen los conductos.
Es recomendable hacerlo cada dos o tres días tras haberlas puesto en el jarrón con los polvos nutritivos. Si no tienes ninguna otra solución nutritiva a mano, será mejor que esperes un poco antes de cambiar el agua. De esta forma, si solo tienes agua del grifo a mano, sin nutrientes algunos que añadir, es preferible cambiarla con más frecuencia.