Resalta tu rostro aplicando iluminador para graduaciones, bautizos y comuniones
Iluminador, un elemento clave del maquillaje
Graduaciones, bautizos y comuniones son los eventos clave que dan comienzo con la llegada de la primavera. El buen tiempo anima a celebrarlos y no dudamos en lucir nuestra mejor versión durante nuestra asistencia. Para ello, nos enfocamos en primer lugar en nuestro outfit, para conseguir que resalte nuestra figura y optar por colores que nos favorezcan. Y no solo nos fijamos en ello, sino que también hacemos lo propio con el maquillaje, donde la base, el colorete o el iluminador, se convierten en una pieza clave. En este último punto, encontramos cómo el hecho de saber cómo aplicar el iluminador puede marcar un antes y un después en nuestro look. En este artículo hablaremos sobre ello para que podamos extraer nuestro máximo potencial.
Preparar la piel es fundamental
Antes de optar por maquillarnos y aplicarnos productos como son los iluminadores, es recomendable preparar la piel con mucho mimo. Para ello, la hidrataremos gracias a la rutina que sigamos de manera habitual, dándole el tiempo necesario para que cada uno de los productos de tratamiento penetre debidamente.
Usaremos un aceite con el que podamos retirar el exceso de sebo y que aporte un efecto golf a la vez. Podemos aplicar también ampollas flash una vez hayamos limpiado la piel, extendiéndola muy bien hasta que la piel la haya absorbido. Es un paso ideal no solo para mitificar imperfecciones y arrugas, sino que también nos ayudará a que el maquillaje se fije mejor.
A continuación escogeremos una brocha gorda para aplicarnos ligeramente polvos traslúcidos por toda la cara, teniendo cuidado de que queden bien repartidos y que se difuminen con la piel. Seguidamente, aplicaremos un spray de fijación y lo dejaremos secar. Mientras tanto, podemos ir preparando el resto de productos que nos aplicaremos en el rostro.
El maquillaje es el siguiente paso y es uno de los más importantes. Con la llegada del buen tiempo, no es recomendable y agradable elegir un makeup que nos cree un efecto careta. Lo más idóneo es que sea una base fluida y no aplicar excesivo producto para que el resultado no solo sea más natural y favorecedor, sino que también nos aporte el debido confort. Dependiendo de si es un evento diurno o nocturno, escogeremos la opción de que haya menor cantidad o no. Podemos escoger la base Accord parfait nude de L’Oreal o la kind & free de Rimmel.
En este tipo de eventos, lo más idóneo es que escojamos texturas que sean más fundamentes para que perduren más tiempo en el rostro. Los bronceadores en barra son todo un acierto, ya que no solo se funden perfectamente, sino que también conseguimos un efecto bronceado único. Lo podemos aplicar en la zona de las mejillas, área de los ojos y rostro. Si buscamos resaltar la mirada, optaremos por una máscara de pestañas que nos las deje rizadas y que aporten longitud y volumen. La Wonder’full de Rimmel es un must.
En cuanto al colorete, lo mejor es aplicarlo directamente con los dedos, para lograr un acabado mucho más natural. En cuanto a las tonalidades, los rosados o melocotón siempre son un acierto para este tipo de eventos. Con pocos toquecitos podemos conseguir el efecto deseado, dándole color a las mejillas. El blush-mallow soft de JCAT es un acierto total.
El corrector y el iluminador son una pieza clave del makeup
El corrector se aplica para conseguir difuminar defectos que puede haber. Por ejemplo, encontramos debajo de la esquina exterior del ojo, en la parte central de la ojera. Y no solo eso, sino que también se puede aplicar mínimamente en los lados de la boca, comisura y labio inferior. Es preferible llevarlo al evento por si durante la jornada necesitásemos retocar algún aspecto. Los de Maybelline son efectivos y, además, multiusos.
Y ahora, llega el momento estrella del iluminador. Podemos hallar líquidos, en crema o en polvo. En el primer caso, la aplicación es más fácil y es ideal para pieles secas, en crema es fácil de aplicar con el dedo y para los que son en polvo, requeriremos de una pequeña brocha o pincel, siendo la opción perfecta para personas que tienen la piel grasa. El iluminador se aplicará en las zonas que busquemos destacar como son los ojos. Así, lo pondremos en la zona del lagrimal, aletas de la nariz, parte superior del pómulo, centro de la frente, labio superior y tabique nasal.
Es importante tener en cuenta que jamás lo usaremos como un corrector, porque conseguiremos resaltar aspectos de la car que queremos disimular y si tenemos la piel grasa, no usaremos iluminadores líquidos. Es mejor en polvo y en escasas cantidades. Disponemos del iluminador en stick Face Studio Master de Maybelline, iluminador en polvo Highlight powder de Rimmel, el Super Highlight de Relove o los polvos iluminadores You Glow girl baked de JCAT. Sin duda, son el toque final que necesita nuestro maquillaje para conseguir el efecto deseado.