Trucos para lavar almohadas en la lavadora sin estropearlas
Útiles consejos de limpieza para las almohadas
¿Cansada de esas prendas del hogar que nunca quedan bien? Limpiar almohadas en la lavadora puede ser una tarea complicada cuando no sabemos la manera correcta de hacerlo y es que, especialmente si el material es delicado, nos podemos encontrar con una batalla muy difícil de ganar.
Dependiendo del tejido, el modelo e incluso el tiempo que llevemos con ella, tendremos que emplear una serie de técnicas u otras para que queden exactamente como nosotros queremos que estén. Esto, que en un principio puede parecer una acción difícil, se solventa con un par de trucos que seguro te irán que ni pintado.
¿Cómo podemos lavar las almohadas en la lavadora sin estropearlas?
Al querer lavar almohada en lavadora surgen muchas dudas. La ropa de cama no tiene nada que ver con la que utilizamos para salir a la calle y es por eso que muchas veces genera frustración a la hora de limpiarla. Con cuidado y sabiendo cuáles son los pasos a seguir, seguro que consigues un perfecto acabado:
Leer la etiqueta
Es importante saber que la prenda que vamos a lavar en la lavadora es apta para este electrodoméstico. En ocasiones, sin darnos cuenta, metemos almohadas o ropa de cama que responden mejor a un lavado a mano que en la máquina y éste, es el peor error que podemos cometer. ¿La leerás antes?
Partes de la almohada
Una almohada se compone de dos partes inamovibles; la funda y el relleno y, a la hora de lavar ambas cosas debemos de tener un par de detalles en cuenta. Por lo general, la primera no se debería meter a más de 40 grados aunque, dependiendo del modelo puede que ésta soporte los 60.
El relleno, por su parte -que es lo que requiere mayor atención- tiene que reunir las condiciones adecuadas para los programas de lavado puesto que hay muchos tejidos que no se pueden introducir en las lavadoras. Gracias a la etiqueta, que es donde van todas las instrucciones que hay que seguir, todo se hace más fácil.
Tipo de almohada
Viscoelástica, de espuma, de látex o con plumas. El modelo de almohada es lo que nos va a hablar de la manera en la que podemos o no meterla en la lavadora y es que para las primeras tendremos que tener cuidado con no fregar “el núcleo” mientras que para las últimas hay una importante diferencia entre las naturales y sintéticas.
Como truco para las almohadas de pluma, parece que si metes unas pelotas de tenis envueltas en calcetines en el tambor, ayuda a sacudir el cálamo consiguiendo un lavado mucho más profesional y duradero para el material. Perfecto para disfrutarlas más tiempo, sin duda nos será muy útil para las próximas veces.
En definitiva, lavar almohadas en una lavadora no tiene demasiado misterio. Cuidando mucho lo que se lee en las etiquetas y valorando el compuesto del relleno, estamos más cerca de un resultado final óptimo para no perder comodidad en nuestro descanso. ¿Hacemos la prueba?