Cómo limpiar el horno con el mínimo de molestias
Trucos para limpiar el horno sin productos químicos
Si has dejado durante mucho tiempo la limpieza de tu horno, es posible que te encuentres una costra de grasa agarrada a las paredes, el cristal y la bandeja.
No te preocupes, no tendrás que frotar durante horas para que salga la suciedad más incrustada, con estos truquis para limpiar el horno, quedará muy limpio en la mitad de tiempo que pensabas invertir.
Truquis para una limpieza de horno fácil y rápida
El horno es un electrodoméstico fundamental en esas cocinas en las que se cocina mucho, ¿es tu caso? Si se usa frecuentemente, también habría de limpiarse con asiduidad, sin embargo, seamos francos es de esos electrodomésticos que dejamos para mañana.
Si ha llegado el día en el que tu horno no aguanta un asado más ya que la suciedad ha quedado incrustada, puedes recurrir a estos trucos para limpiarlo. No es necesario que compres productos químicos o pases horas rascando la grasa que parece haberse agarrado. Estos remedios caseros te van a venir muy bien para dejar tu horno como nuevo.
1 Limpiar el horno con bicarbonato de sodio
El bicarbonato sódico es una de esas soluciones de limpieza que encontrarás por todas partes, y es que, es un elemento que reacciona al entrar en contacto con elementos ácidos como puede ser el vinagre o el limón.
Al unirse el bicarbonato, bien sea con limón o con vinagre, comienzan a salir burbujas. Ambos elementos han hecho reacción y esto ayuda a aflojar la suciedad más rebelde. Por lo tanto, para limpiar tu horno puedes:
- Mezcla 1 parte de bicarbonato de sodio con 1 parte de agua, en este caso, no hará reacción pero sí creará una especie de pasta.
- Aplica la mezcla sobre las zonas más sucias del horno y deja que actúe durante 30 minutos como mínimo, si está muy sucio, puedes dejarlo un rato más.
- Cuando la mezcla esté seca y sea una pasta, pasa un estropajo para arrastrar toda la suciedad. Retira el resto con un trapo húmedo.
- En caso de que no logres arrancar bien la suciedad, puedes mezclarlo con vinagre de manzana o de limpieza, o incluso con limón. Deja que la reacción actúe sobre la superficie de tu horno y sigue el mismo procedimiento después: pasa un estropajo limpiando y después aclara bien.
2. Limpia tu horno con vinagre
El vinagre no solo sirve como aderezo de ensaladas, es perfecto para limpiar salpicaduras de grasa, además de para neutralizar olores o desinfectar superficies. Para un apuro de limpieza, puedes usar vinagre de manzana pero, no está de más que tengas en casa vinagre específico para limpiar. Para llevar a cabo este truco de limpieza has de:
- Mezcla vinagre con un poco de jabón de lavavajillas.
- Aplica esa mezcla en las zonas más sucias.
- Frota con un estropajo húmedo hasta que forme espuma y limpia con la mezcla.
- Aclara con un paño húmedo.
- Si la suciedad es especialmente pesada, puedes repetir el proceso o usar una esencia de vinagre aún más intensa. Aquí tienes cómo hacerlo: llena una cazuela u otro recipiente resistente al calor con vinagre y agua. Enciende le horno y deja que actúe durante 45 minutos a 150º.
- Retira el recipiente y, cuando ya no esté tan caliente, elimina la suciedad suelta con un paño.
3. Limpia el horno con limón
Ya se sabe que los cítricos pueden hacer mucho más que solo condimentar platos. Y es que, el limón puede limpiar, desinfectar, blanquear y aportar un olor a limpio, por lo tanto, es un excelente aliado en la limpieza.
Para limpiar el horno con limón coloca un tazón o cazuela resistente al calor con un poco de agua y jugo de limón en el horno y deja que caliente a unos 120 grados durante aproximadamente una hora. El vapor y la acidez del limón aflojan la suciedad rebelde. De esta manera, no te costará tanto rascar la suciedad y saldrá más fácilmente con un estropajo y un trapo.
4 Limpia el horno con sal
Si se derramó comida o salsa en el horno mientras cocinabas, la sal puede ayudarte, en este caso has de:
- Humedecer los laterales, fondo o bandeja del horno
- Espolvorea las áreas más sucias con sal.
- Calienta el horno ligeramente (50 grados es suficiente) hasta que la sal se dore.
- Deja que se enfríe y elimina los restos de sal y suciedad con un paño.