¿Sientes miedo al contagio o misofobia? Fobia a virus y bacterias

Cómo lidiar con el miedo a contagiarte de un virus o una bacteria

Alba Caraballo - 2021-11-11 10:37:00 - Psicología

La fobia es un miedo desproporcionado e irrazonable que una persona experimenta ante determinadas situaciones u objetos. Suele desencadenarlo siempre un mismo estímulo y, pese a que la persona es consciente de ello e intenta vencer el miedo, éste se apodera de él. 

Las fobias pueden muchas y muy variadas, la lista es interminable: fobia a las flores, a las palomas, a los mosquitos, al fuego, a los espacios cerrados, a los espacios abiertos, etc. Una de estos miedos incontrolables, que además se ha extendido debido a la pandemia del coronavirus, es el miedo al contagio o misofobia. Se trata de una fobia a los virus y bacterias que, puede condicionar a la persona que lo sufre. ¿Quieres saber más sobre esta fobia?, ¿qué síntomas tiene?, ¿cómo reconocerla o qué hacer para lidiar con ella? Te explicamos un poco más sobre el miedo a contagiarse de virus y bacterias.

Ver también: Las fobias más raras e insólitas

Qué es la misofobia o miedo al contagio de virus y bacterias

fobia a los virus

La misofobia es un miedo excesivo a infectarse de algún virus o bacteria, que lleva a la persona que lo padece a tener un comportamiento exagerado de evitación de ciertas situaciones o personas que puede considerar "de riesgo". Siente la compulsión de lavar y limpiar extremo. 

El miedo a la suciedad y la infección con bacterias o virus puede ser insoportable para la persona que lo padece, generando un gran estrés y frustración. Se trata de un miedo patológico y exagerado.

Este miedo a virus y bacterias tiene un carácter defensivo, es decir, la persona obtiene un claro beneficio a su modo de ver de esta fobia, ya que evita el contagio con los gérmenes presentes y así no padece las tan temidas enfermedades contagiosas. Por el contrario, puede condicionar tanto a la persona que le obliga a cambiar toda su rutina de vida y a vivir con estrés.

Ver también: Los miedos más comunes en la adolescencia

Quién puede padecer fobia a virus y bacterias

Esta fobia puede aparecer en personas normales, sin ningún tipo de patología o enfermedad previa. Sin embargo, son personas que, desde la infancia, pueden haber tenido algún tipo de reacción de miedo a enfermar, bien sea por una experiencia personal, o por la de un ser querido. También puede desarrollarse en personas que conviven de forma habitual con personas muy propensas a infecciones, lo que les lleva a haberse contagiado de forma muy frecuente. Si esto persiste en el tiempo de forma continuada, puede producirse un miedo exagerado a volver a enfermar. 

Además, es común que las personas con misofobia tengan una excesiva sensibilidad a la suciedad. Suelen ver gérmenes y bacterias por todas partes e incluso puede que eviten tocar determinadas superficies en lugares públicos por temor a que estén infectadas. En el contacto real o supuesto con suciedad o gérmenes, pueden surgir sentimientos de pánico.

Síntomas del miedo al contagio de virus y bacterias

Los síntomas de una neurosis fóbica de este tipo aparece en cuando la persona entra en contacto con aquello que le provoca esta ansiedad, por ejemplo, cuando habla con una persona que está acatarrada, cuando tiene que tocar un pulsador que han podido tocar personas de diversa índole, entre ellas, infectadas por algún virus, etc

Estos síntomas son mucho más evidentes que en personas que no sienten esta fobia y que simplemente toman alguna precaución pero no se dejan llevar por el pánico. Y es que, las personas con misofobia sienten desazón, inquietud, temor, angustia, estrés, ganas de llorar, etc.

Además, toman medidas exageradas como lavarse constantemente las manos tanto dentro de casa como fuera, evitar lugares en los que se congrega mucha gente, no querer ver a familiares o amigos si sabe que tienen un simple catarro, etc.

La limpieza excesiva es otro de los síntomas de esta fobia. Se lleva a cabo a menudo de forma ritual y además les lleva mucho tiempo, por lo que los afectados pueden llegar a descuidar las actividades sociales, familiares y profesionales. 

Por miedo a la infección y la contaminación, evitan situaciones nuevas y entornos desconocidos, prescinden de mascotas y limitan sus contactos sociales. Pueden incluso llegar a obligar a sus familiares y seres cercanos a comportarse según sus estándares de higiene. 

El uso excesivo de jabones, geles hidroalcohólicos o productos de limpieza pueden causarles daños en la piel. 

Tampoco les gusta dar la mano o dos besos a otras personas, sobre todo, si la analizan previamente y perciben que tiene síntomas de alguna enfermedad viral o bacteriana. Evitan tocar pasamanos, pomos de puertas, presionar botones o tocar los móviles de otras personas. Son reacios a sentarse en asientos y sillas públicas, y tampoco les gusta dormir en las camas de los hoteles, evitan el contacto con las monedas y, siempre que pueden evitan el transporte público. 

Cómo lidiar con la fobia a virus y bacterias

En la sociedad actual, donde hemos vivido las terribles consecuencias del coronavirus, muchas personas han desarrollado un miedo antes inexistente en sus vidas a contagiarse del virus; mientras que las que ya padecían esta fobia, han acrecentado y han visto refrendada la necesidad de reforzarse ante el contagio. Por lo tanto, se hace especialmente complicada en esta circunstancia poner límites a esta fobia, cuando muchas de las medidas que este miedo despierta van encaminadas a la protección ante el contagio, un contagio que en el caso del coronavirus puede ser letal.

Además, la situación de los afectados se ve dificultada por el hecho de que no existen formas muy efectivas de regular sus emociones y estado cuando se ven sobrepasados por el miedo. Debido a esto corren el riesgo de recluirse en su casa, amargarse, deprimirse y aislarse de los demás. 

Ver también: Las enfermedades más comunes causadas por virus

Por lo tanto, si este miedo afecta a la persona hasta el punto de haber cambiado todos sus hábitos y haber dejado su vida social totalmente de lado, es necesario que recurra a una terapia para poder recuperar su vida.

Este tipo de fobias pueden tratarse con cierto éxito con la ayuda de la terapia cognitivo-conductual para poder discernir lo que es un comportamiento normal, en el que se toman las medidas de higiene necesarias para evitar enfermar, y lo que son las conductas extremas y exageradas que dominan por completo a la persona. 

Generalmente, los tratamientos contra las neurosis fóbicas consisten en seguir el trazo a la inversa que va desde el trauma hasta el origen del mismo, pasando por las etapas intermedias, analizando las emociones que genera desplazándolas y reprimiéndolas.