¿Cómo llega el agua potable a nuestras casas?
De dónde procede el agua que consumimos y cómo se trata para que no enfermemos
El agua potable es un bien del que disponemos a diario para realizar cientos de cosas: lavarnos las manos, cocinar, regar, beber, limpiar... Es posible que sepas que el agua que sale en tu casa cuando abres el grifo proviene de fuentes de agua superficiales y también subterráneas y que necesitamos que llueva o nieve en cotas altas para poder disponer de esta fuente de vida indispensable. Sin embargo, ¿te has parado a pensar alguna vez cómo se logra que ese agua llegue hasta nuestros hogares limpia? Así es cómo llega el agua potable a nuestras casas.
Conoce de dónde procede el agua que consumimos y qué procesos se realizan para potabilizar ese agua de la que disponemos en la naturaleza para que podamos consumirla.
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Agua potable: ¿cómo llega a nuestras casas?
El agua potable es, como indica el nombre, agua que podemos beber sin miedo a envenenarnos o ponernos enfermos. Se trata de un agua sin microbios, gérmenes o agentes tóxicos. En la naturaleza podemos encontrar agua potable de forma natural, sin embargo, para que podamos disponer en nuestras casas de agua limpia se procede a limpiarla y desinfectarla mediante distintos tratamientos físicos, químicos y biológicos.
Conocer cómo llega el agua potable a nuestras casas es importante para que valoremos mejor a este bien tan escaso en algunas partes del mundo. Esto sucede así:
1. Captación del agua
Para que llegue hasta nuestras casas, hemos de hacer acopio de ese agua, hemos de captarla. Esto se realiza en la capa freática de la tierra, es decir, en la acumulación de agua subterránea existente que se encuentra a una profundidad relativamente pequeña bajo el nivel del suelo.
En otras ocasiones, también se puede bombear agua desde acúmulos existentes como manantiales o ríos. El agua que se capta es agua dulce, por ello, aunque el 70% de la Tierra está cubierta de agua (por eso se le llama a la Tierra el Planeta Azul), toda esa agua no es susceptible de ser potable. De ese 70% de agua, el 97,5% es agua salada y solo el 2,5% es agua dulce que puede terminar siendo agua de consumo. Por ello, se dice que el agua es un bien escaso.
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2. Estación de tratamiento del agua
Una vez captada el agua de la capa freática, manantiales o ríos, se lleva mediante conductos hacia la estación de tratamiento. Una vez acumulada allí, se filtra para eliminar impurezas, suciedad, ramas, piedrecitas y todo aquello que no sea agua y, se desinfecta en enormes tanques. En estos tanques el agua se somete a distintos tratamientos con agentes físicos, químicos y biológicos para eliminar microbios o venenos presentes en ella.
3. Tuberías de distribución
Una vez limpia, es decir, cuando el agua ya es potable. Se canaliza por unas tuberías. Estos conductos se someten a pruebas y vigilancia regular para evitar, tanto que haya fugas de agua, lo cual supondría muchas pérdidas económicas; como para verificar que en las tuberías no se desarrollan microorganismos que pudieran estropear el agua.
4. Torre del agua
Es posible que las hayas visto, cerca de las ciudades o incluso dentro de ellas cuando la ciudad ha crecido, se encuentran enormes torres de agua que almacenan agua potable en su parte superior, en lo que sería como la olla de la torre. ¿Por qué se encuentra el agua potable almacenada en altura? Si te has hecho esta pregunta alguna vez, has de saber que no es ninguna pregunta absurda, todo lo contrario es muy inteligente, ya que hay una razón para ello. El depósito, situado en altura, hace que el agua tenga la suficiente fuerza como para descender a gran velocidad y llegar hasta los grifos.
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El agua potable llega a las viviendas y demás edificios por una sola cañería, se trata de la toma del agua. Ya dentro de la vivienda, una red de cañerías distribuye el agua por las distintas estancias, principalmente el cuarto de baño y la cocina. Pero antes ha pasado por el calentador, ya que el agua que entra en nuestras viviendas procedente de la torre del agua es fría, y este aparato, hace que se caliente si te vas a dar un baño.
¿Qué ocurre con el agua potable cuando sale de las casas?
Una vez utilizada el agua en las casas deja de ser potable, por ejemplo, si te lavas las manos, el agua se irá por el sumidero junto al jabón, lo mismo que si pones una lavadora, lavas los platos o te das una ducha. Incluso si bebes agua y tiras el resto que sobra por el desagüe, podría contener microbios o gérmenes.
Por lo tanto, ese agua se considera ya agua residual y, sale por los desagües hacia las alcantarillas. ¿Sabes qué ocurre después?
De la alcantarilla el agua se dirige hacia una estación depuradora, allí se limpia eliminando la mayor parte de jabones, productos químicos, residuos orgánicos y otras impurezas y se devuelve a la naturaleza.
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Es decir, de la estación depuradora el agua limpia se devuelve a la naturaleza, sin embargo, no es agua potable ya que no está 100% desinfectada. El agua que se vierte en los ríos tras depurarla, aun contiene microbios y productos químicos.
Las estaciones depuradoras son instalaciones inmensas, hasta ahí llega el agua sucia que han utilizado millones de personas. El agua se desengrasa para eliminar la mayor parte del jabón, detergente, arena, tierra, bastoncillos, toallitas y cualquier otro residuo que llegue. También se eliminan los malos olores, se decanta para extraer pequeñas partículas, se somete a tratamientos biológicos y se devuelve a la naturaleza.
Por ello es tan importante no verter por el desagüe pintura, aceites, solventes, pesticidas, productos químicos para el jardín u otros líquidos. Tampoco es responsable tirar por el váter medicamentos pasados, metales o incluso elementos que pueden reaccionar entre sí como la lejía y el amoníaco. Lo ecológicamente responsable es llevar todo aquello a plantas de reciclaje para evitar dañar a los ecosistemas más frágiles, así como ayudar a mantener el agua de nuestro planeta más limpia y las instalaciones de tratamiento de residuos líquidos funcionando de forma óptima.
¿Y el agua mineral, de dónde viene?
El agua embotellada que compras en el supermercado, procede generalmente de fuentes subterráneas, ya que están más protegidas frente a la contaminación. Se conocen también como agua de manantial porque emergen espontáneamente en la superficie de la tierra o se captan mediante procedimientos dedicados a tal efecto, conservando las características naturales de pureza que permiten su consumo. Si el agua contiene muchas sales minerales, recibe el nombre de agua mineral.