8 errores comunes al limpiar los cristales de la casa (y trucos que funcionan)
Trucos para limpiar los cristales sin dejar huellas
Limpiar las ventanas de la casa es una de estas tareas que solemos posponer por distintas razones y excusas: "va a llover", "no me da tiempo", "es agotador", "tampoco están tan mal"...
Y es que, dentro de las tareas del hogar, es una de las más impopulares porque requiere de una inversión de tiempo y esfuerzo importantes para que, días después de haberlos limpiado, los cristales vuelvan a tener polvo o haya llovido algo de barro. Esto hace que sientas que has desperdiciado todo este tiempo de limpieza. Sin embargo, esta tarea puede resultar más sencilla y menos laboriosa si evitas esta serie de errores comunes al limpiar los cristales de la casa. También te damos unos truquis para que te queden espectaculares.
Ver también: Errores frecuentes al limpiar el polvo de la casa
Lo que no debes hacer al limpiar los cristales de la casa
Dependiendo de la zona donde vivas, la limpieza de los cristales de las ventanas deben ser más o menos frecuentes, lo que en realidad es, una tarea inevitable. Más aun necesaria si vives cerca de alguna carretera o vía por la que transitan muchos coches, una zona con arboleda de la que se desprende mucho polen o alguna industria. Si te da pereza solo de pensarlo, puede que te ayude conocer estos errores de limpieza de los cristales que hacen la tarea en algo más duro e ineficaz.
1. No limpiar el marco de la ventana
Lo que hace la mayor parte de las personas al limpiar las ventanas es comenzar por el cristal... ¡error! Antes de aplicar ningún producto al vidrio, comienza limpiando los marcos de las ventanas. Esto evitará que el trapo termine ensuciando de nuevo el cristal al realizar una pasada cerca del marco y que además, la suciedad escurra hacia el vidrio tiempo después.
2. Usar demasiado limpiador
Si utilizas un producto que hace espuma, puedes aplicar demasiado sobre el cristal y formar mucha espuma solo hará que tengas que esforzarte el triple por arrastrar todo ese jabón. Deberás aclarar una y otra vez hasta haber acabado con la solución jabonosa, por lo que es más práctico, utilizar tan solo un spray con agua y un chorro de vinagre. También puedes verter alcohol para limpiar, es uno de los productos estrella a la hora de limpiar cristales y espejos.
3. Limpiar los cristales cuando hace sol
Espera a limpiar las ventanas a que haga buen tiempo. Echa un vistazo al parte meteorológico para evitar hacer este trabajo el día antes de una tormenta, o incluso en días de mucho calor. Tampoco es conveniente limpiarlos si el sol está entrando directamente por la ventana. En estos casos, por más que frotes no parecerá que los cristales de la casa quedan limpios. ¿Por qué? El agua con la que limpias se evapora demasiado rápido y va dejando rastros sucios. Las temperatura entre 5 y 25 grados y la luz solar indirecta es lo ideal.
4. Temperatura del agua incorrecta
Hay quien recurre al agua tibia o caliente para limpiar los cristales. La lógica diría que si al lavar los platos, la suciedad se disuelve mejor en agua fría, por qué no funcionará igual con las ventanas. Sin embargo, al limpiar ventanas, no tienes que lidiar con restos de comida seca, sino con manchas de polvo ligero. Para estas, el agua tibia no solo es innecesaria, también reduce el rendimiento del producto de limpieza y deja rayas a la hora de limpiar.
5. Usar pocos trapos
No seas tacaño a la hora de usar paños para limpiar los cristales. Debes tener al menos dos, uno para frotar el producto y eliminar la suciedad, y otro para rematar y pulir. Si el primer trapo ya ha atrapado mucha suciedad, solo la esparcirás, por lo tanto, para trabajar menos es preferible cambiar de trapo con frecuencia. Cuando limpies, puedes doblar el trapo en cuatro partes, así podrás ir volteándolo según vayas limpiando para asegurarte que la superficie queda limpia y no depositas suciedad ya eliminada sobre otra zona del espejo.
Es preferible usar paños de microfibra y no cualquier resto de sábana o camiseta con la que hayas hecho trapos ya que los primeros atrapan el polvo y no dejan fibras sueltas. Pero además, cuando los laves, no utilices suavizante.
El suavizante de telas se enrosca alrededor de las fibras, haciendo que pierdan su función especial. Los residuos de jabón también deben lavarse siempre a fondo con agua limpia para que la próxima limpieza sea más eficaz.
6. No limpiar bien el limpiacristales
Si eres de los clásicos que prefiere realizar la limpieza con un cepillo limpiacristales, ten a mano siempre un paño limpio para secar el exceso de agua y suciedad de la parte de la goma después de casa pasada. Además es importante que uses una rasqueta que esté en buen estado, si la silicona está rota o muy gastada, la limpieza no será del todo eficaz.
7. Usar el truco del papel del periódico
Un consejo casero muy frecuente es que la mejor manera de limpiar las ventanas es usar papel de periódico. Definitivamente hay algo de verdad en este consejo, porque el papel de periódico clásico tiene poros grandes por lo que es extremadamente absorbente y adecuado para pulir los cristales y dejarlos brillantes. Sin embargo, no todos los periódicos tienen la misma calidad, el papel de los periódicos de hoy en día es a menudo demasiado liso y duro, por lo que solo se dejan rayas y huellas en las ventanas con él. Tampoco han de usarse papeles reciclados escritos con tinta de impresora. La tinta de la impresora no mejora el rendimiento de limpieza ya que la concentración de los solventes que contiene es demasiado baja para eso.
8. No extremar la precaución
Limpiar ventanas no solo es incómodo, también puede ser peligroso, sobre todo si vas a limpiar ventanas altas o la parte externa de tus ventanas. Eso de usar una silla para subirte y llegar al borde superior de la ventana puede ser motivo de accidente doméstico. Una varilla telescópica en la que se pueden colocar el cabezal del limpiacristales es una solución más segura.
Con estos consejos ahorrarás mucho tiempo y esfuerzo a la hora de limpiar los cristales de la casa. Tus ventanas estarán relucientes y la tarea te habrá resultado más fácil.