Renting o leasing de un coche: ¿qué sale mejor?

En los últimos años, el alquiler de vehículos a largo plazo o renting se ha consolidado cada vez más como una alternativa al leasing. Y ambos constituyen una buena opción frente a la compra como propietario de un coche. De hecho, tanto el leasing como el renting son sistemas utilizados comúnmente por empresas que han de proporcionar coches a sus empleados; sin embargo, muchos conductores particulares también los usan si requieren de un coche específico durante un tiempo determinado o si desean probar un coche eléctrico, por ejemplo, durante un tiempo, antes de comprarlo. 

Y es que, tanto el renting como el leasing ofrecen oportunidades flexibles y ofertas económicas para poder utilizar un vehículo usado durante un período pactado con la empresa arrendadora.

Veamos en qué consiste el renting y el leasing de un coche y qué opción es más recomendable para distintos tipos de conductores. 

Qué es el renting de un automóvil

El renting consiste en el alquiler de un coche durante un período de tiempo estipulado por el rendatario, que puede ir desde un mes a 12 meses o 24 meses. El procedimiento es similar a otros tipos de alquileres, por ejemplo, puedes compararlo con el alquiler de una casa de vacaciones. Dispones de una casa con todas las comodidades durante un tiempo fijo y, si se rompe la caldera, la cocina o el aire acondicionado, el propietario o arrendatario correrá con los gastos que se devengan de su arreglo. Tú solo te comprometes a utilizar, mantener y cuidar correctamente ese espacio. Pagas lo que usas. 

Así, tienes un vehículo en renting tan solo tendrás que mantener su cuidado diario como repostarlo de gasolina y lavarlo en la mayor parte de ocasiones. Pero sí deberás prestar atención al contrato de renting que firmas ya que si el coche que estás alquilando cuenta solo con un seguro a todo riesgo con franquicia, tu deberás asumir la cantidad que marque la franquicia en caso de siniestro. 

Existen muchas empresas de renting e incluso muchos constructores de automóviles poseen sus propios planes de renting para sus vehículos. 

En el caso del renting, se paga una tarifa mensual dependiendo del modelo de coche elegido, acordado con la empresa arrendataria. Lo mejor de este pago es que ya van incluidos muchos gastos comunes que asumen de forma individual los propietarios de automóviles, como el seguro, los gastos de reparaciones o el mantenimiento.

Qué es el leasing de un automóvil

A diferencia de los rentings o alquileres de coches a largo plazo, un leasing es un contrato de arrendamiento que se realiza directamente con los concesionarios de automóviles. 

El sistema del leasing se basa en el alquiler de un coche durante el tiempo que estipule el contrato, generalmente entre 2 y 5 años. Durante ese tiempo, la persona que alquila el coche pagará una tarifa mensual acordada en función del tipo de coche escogido y además, se suele pagar una tarifa única tanto al principio como al final del contrato de alquiler.  

Hasta aquí parece algo similar al renting, ¿verdad? La gran diferencia entre el renting y el leasing viene a continuación: el leasing permite a la persona comprar el coche si así lo desea o, si decide que está fuera de su alcance, puede devolverlo y no habrá de ocuparse de la venta del coche. Eso sí, si has de tener en cuenta que, si el automóvil tiene un valor inferior al calculado previamente después de devolverlo porque no lo has mantenido adecuadamente, tendrás que afrontar el pago de la diferencia. Eso sí, nunca tendrás que lidiar con el proceso de venta de un coche y todos los inconvenientes que ello plantea a nivel particular ya que el concesionario con quien realizas el contrato de leasing será el encargado de realizar todas las gestiones.

Además, tendrás que permanecer dentro del límite de kilometraje que se ha establecido al año por contrato y, si te pasas, corres el riesgo de tener que pagar un extra al final.

Con este tipo de alquiler a diferencia del renting sí tendrás que pagar el mantenimiento del mismo, así como las reparaciones, el seguro, el cambio de ruedas, etc. Asimismo, te comprometes a realizar las reparaciones necesarias de forma inmediata para evitar daños mayores en el coche y a realizar las inspecciones técnicas necesarias, costeadas de tu bolsillo. 

Ver también: Coche de leasing vs coche en propiedad, ¿qué es mejor?

Tabla comparativa del renting vs leasing de un automóvil

En esta tabla te presentamos un resumen de lo anteriormente expuesto, en el que podrás ver las similitudes y diferencias para valorar qué tipo de contrato puede ser más interesante en tu caso.

Conclusión: ¿Renting o leasing de un automóvil?

1. Un coche de alquiler a largo plazo o renting es una opción perfecta para aquellas personas individuales o empresas que necesitan utilizar un coche durante un período de tiempo específico y no desean adquirirlo al finalizar el concreto. Por ejemplo, si te vas de vacaciones un mes a una localidad, si deseas probar bien un coche antes de comprarlo, si vas a realizar un recorrido por Europa o si necesitas un coche más grande que el tuyo, es una opción ideal. Es una opción fácil, cómoda y rápida de disponer de un vehículo de tu elección sin tener que preocuparte de asumir las obligaciones que se generan al tener un coche en propiedad. Recuerda, en cualquier caso, que el período mínimo de un renting es de un mes y también tiene un período máximo, que suele ir a los dos años. Los alquileres tipo renting suelen ser más cortos que los contratos de leasing. Por lo tanto, son menos adecuados si necesitas disponer de un coche durante varios años debido a situaciones especiales y temporales. 

2. El arrendamiento de automóviles o leasing, por otro lado, es más adecuado para el uso diario y prolongado de un vehículo para aquellas personas que no desean asumir el gasto de la compra de un coche en propiedad. Los contratos de leasing tienen una duración de varios años y la responsabilidad del automóvil recae casi exclusivamente en el conductor, igual que cuando eres propietario del mismo. Por tanto, muchos ven el leasing como un concepto de financiación. Es conveniente, por lo tanto, para aquellas personas que desean conducir un automóvil costoso y no pueden o no desean gastar tanto dinero para comprarlo. En estos casos, se facilita el hecho de conducir el automóvil de tus sueños de inmediato con tarifas de arrendamiento mensuales más bajas que las que pagarías como propietario, así como comprarlo por el valor residual después de unos años. Si es tu caso, debes valorar cuidadosamente si tiene más sentido y es más barato realmente que comprar el coche que deseas.