Cómo evitar el olor a pescado al freírlo (4 sencillos trucos)
Trucos para evitar que el olor a pescado invada tu casa cuando cocinas
Freír pescado, bien sea sardinas, lenguado, gallo, pescadilla, bacalao, etc. es una opción recurrente a la hora de cocinar. Sin embargo, todo aquel que haya frito alguna vez pescado sabe que el olor de la fritura se quedará en tu cocina, tu pelo, tu ropa y, si no tienes precaución de cerrar las puertas, en toda la casa... ¡y durante varias horas!
Es un olor que puede resultar desagradable por mucho que te guste el pescado frito. Para ayudarte, hemos recopilado una serie de trucos para evitar el olor al pescado al freírlo.
Truquis para evitar el olor a pescado en toda la casa al freír
Con estos trucos que te presentamos, puedes freír pescado sin miedo a que toda la casa quede con ese aroma, no solo a fritura, sino a pescadito frito como cuando pasas por un chiringuito de la playa en el que asan espetos. En cualquier caso, si bien pueden disminuir considerablemente el olor a fritura, no podrás eliminarlo por completo, los alimentos huelen y al cocinarlos, aun más.
Truco 1: el limón neutraliza el olor
Antes de ponerte a freír ese lenguado que tenías preparado para la cena, corta un limón por la mitad y frota tanto el interior de la sartén como los bordes. A continuación, comienza a freír como lo haces habitualmente. El limón no solo es una fruta con la que podemos elaborar zumo, también es un fuerte neutralizador de olores, por lo que te vendrá bien tener limones siempre en tu cocina.
Truco 2: Coloca un vaso de vinagre
Prepara una taza con vinagre y ponla junto a la sartén mientras fríes, ayudará a absorber parte de ese olor tan desagradable que puede desprender la fritura, sobre todo cuando se impregna en los muebles de la cocina.
Truco 3: papel de hornear
Cuando ponemos filetes de pescado en la sartén caliente con aceite para freírlos brevemente, no se tarda mucho y, sin embargo, el olor a pescado persiste durante mucho tiempo. Para evitarlo, coloca un trozo de papel de hornear en la sartén. ¿Cómo hacerlo? Primero, sazona el pescado y, además, puedes añadir una pizca de jugo de limón, no solo para darle sabor, sino también para absorber parte del aroma que desprende.
Luego unta la sartén con una fina capa de aceite y presiona el papel de hornear para que se pegue al fondo de la sartén. Al haber untado el aceite en la base de la sartén, no se pegará. A continuación calienta la sartén fuego medio y pon el filete de pescado sobre el papel de hornear. Fríelo sin piel por ambos lados hasta que esté cocinado.
Este truco funciona porque la proteína del pescado no se junta con la grasa caliente, lo que contribuye a que apenas huela mientras se fríe. Si quieres que el pescado adquiera un tono dorado, pon un poco de aceite en el papel de horno, pero el olor será más fuerte. En cualquier caso, ten la precaución, si tienes una cocina de gas, que el papel no entre en contacto con el fuego.
Truco 4: preparar tu cocina
Abrir la ventana tarde, cuando el olor a fritura está por toda la cocina no es solución, por lo tanto es importante tomar medidas antes de que se extienda. Abre bien las ventanas y ventila la cocina desde antes incluso de echar el pescado a freír. Activa también la campana extractora a máxima potencia.
Ten la precaución de cerrar las puertas de acceso a la cocina para que el olor no se vaya a otras estancias. Un descuido y en unos instantes, el olor del pescado habrá llegado hasta el último rincón de tu piso.
Y, si no quieres salir con olor a pescado, conviene que te cambies de ropa y cubras tu pelo con una toalla o un gorro de ducha mientras fríes. Una solución rápida si vas a salir después y no quieres llevar encima aroma a fritura.
Consejos para freír pescado correctamente
Antes de enharinar el pescado deja que escurra bien, sobre todo si estaba congelado. Sécalo incluso con un poco de papel de cocina para que el enharinado no se moje y no se adhiera bien o se suelte enseguida.
No eches demasiados trozos de pescado en la sartén, hazlo por tandas y, si el aceite comienza a humear demasiado, baja la temperatura o apártalo del fuego un momento antes de freír la siguiente tanda de pescado.
Si vas a freír un pescado grande, es mejor cortarlo en filetes para que se haga bien por ambas caras sin necesidad de tener que dejarlo mucho tiempo en la sartén.
Cuando saques el pescado de la sartén deja que escurra en papel absorbente para no servirlo demasiado aceitoso, algo que no resulta agradable.