14 increíbles curiosidades sobre los dinosaurios polares
3 especies de dinosaurios que vivieron en el Ártico y sus curiosidades
Hace cerca de 70 millones de años, en el inhóspito y frío Círculo Polar Ártico vivieron algunos dinosaurios que sobrevivieron a las bajas temperaturas, a la escasez de comida y a los largos meses de oscuridad.
El Edmontosaurus (lagarto de Edmonton) era una especie de ornitópodo hadrosáurido que vivió en el período Cretácico en condiciones que otros dinosaurios no habrían aguantado. Sin embargo, no estaba solo, había otros dinosaurios que vivieron en el polo antes de extinguirse. No te pierdas estas sorprendentes curiosidades sobre los dinosaurios polares.
Datos muy curiosos sobre los dinosaurios polares
1. El Edmontosaurus era un dinosaurio polar casi tan grande como un autobús. Podía medir 3 metros de alto y hasta 13 de ancho. Tenía un hocico ancho y similar al de los patos.
2. Otro de los dinosaurios que vivieron en el Círculo Polar Ártico era el Troodon, un terópodo que vivió a finales del período Cretácico superior. Su cuerpo estaba lleno de una capa espesa de pelo para soportar las bajas temperaturas y unos enormes ojos para poder ver durante los largos meses de oscuridad.
3. En el Ártico se han descubierto muchos tipos de dinosaurios, algo que puede resultar sorprendente ya que el invierno cretácico no debía ser fácil de soportar. Un entorno hostil con poca vegetación no parece el entorno ideal para los dinosaurios y, sin embargo, pudieron sobrevivir durante miles de años.
4. Los expertos tras analizar los restos fósiles de los dinosaurios polares creen que pudieron sobrevivir en uno de los lugares más desafiantes y duros del planeta gracias a su capacidad de adaptarse al entorno, a su comportamiento y sí, también a algo de suerte.
5. En 1961 se encontraron a lo largo de Colville River en Alaska grandes huesos fósiles de dinosaurios polares pero no se les prestó gran atención. No fue hasta la década de 1980 cuando se estudiaron a fondo estos restos. Fue así que los paleontólogos los clasificaron como pertenecientes a un hadrosaurio. Desde entonces, han profundizado en el estudio de los dinosaurios del polo, realizando excavaciones para encontrar y extraer más fósiles de dinosaurios y plantas.
6. Los paleontólogos han descubierto que, en realidad, el Ártico durante el período cretácico era más cálido de lo que es hoy en día. La temperatura media anual podía ser de unos 6 grados centígrados frente a los -12º actuales, aunque en invierno el termómetro podía caer hasta los -10º. Además, no había hielo alrededor del polo norte. Han llegado a esta conclusión analizando plantas fósiles como helechos o árboles de hoja caduca. Sin embargo, que no hiciera tanto frío, no implica que la vida fuera fácil para estos dinosaurios polares.
7. En el período Cretácico, en el Polo Norte había 4 meses de oscuridad, que son nada más y nada menos que 120 días de oscuridad. Esto incide sobre la reproducción de las plantas ya que necesitan la luz solar para realizar la fotosíntesis. Si no hay plantas, los grandes herbívoros como el Edmontosaurus lo tenía bastante difícil para alimentarse.
8. El análisis de los fósiles de Edmontosaurus han revelado que podían pasar la mitad del año alimentándose de árboles y plantas y la otra mitad del año de alimentos de menos calidad, como helechos o arbustos como la cola de caballo. Esto no quita que durante este período hubieran estado más delgados o incluso podrían haber migrado más al sur en busca de comida.
9. Los paleontólogos han encontrado huesos de Edmontosaurus jóvenes en Alaska, pero se cree que puede ser debido a que no pudieron migrar muy lejos.
10. El Edmontosaurus no era el único dinosaurio polar, los expertos han encontrado dientes fósiles que coinciden con los de Troodon, un dinosaurio muy común en Norteamérica y que también vivió en el Polo Norte, perteneciente a la familia de Troodontidae.
11. Los dientes de Troodon del Ártico son aproximadamente dos veces más grandes que los de Troodon de zonas más al sur. Esto indica que sus cuerpos eran más grandes, algo que les permitió sobrevivir en un entorno tan hostil. Así, en lugar de tener unos 2 metros de largo, el Troodon del Ártico tenía cerca de 4 metros de largo.
12. Algunos expertos creen que esta diferencia de tamaño puede ser debida a la falta de otros depredadores, mientras que otros opinan que puede ser resultado de cómo el organismo de un ser vivo cambia y se adapta al entorno en el que vive.
13. Los restos de Troodon revelan que tenían una potente visión binocular, como la que tienen las aves rapaces, por lo que podrían ver bien con poca luz. Se cree que estaban cubiertos de plumas para aislarlos del frío.
14. Otro de los dinosaurios que vivían en el Ártico fue el Nanuqsaurus (lagarto oso polar), un pariente del temible Tiranosaurus Rex. Era un animal carnívoro que vivió en el Cretácico.
15. Mientras que el Troodon era más grande que sus parientes del sur, el Nanuqsaurus era más pequeño que el T-Rex. Tenía unos seis metros de largo, la mitad que el más temido dinosaurio. En este caso el tamaño es debido a la escasez de comida para sobrevivir.
16. Estos dinosaurios polares se extinguieron hace unos 65 millones de años, al final del período Cretácico. Pudieron sobrevivir a la falta de comida, al frío y a la oscuridad, pero no pudieron hacerlo a los efectos sobre el planeta que causó el impacto de un gran meteorito. Las consecuencias que dejó el asteroide de destrucción y volcanismo, empujó al planeta a un cambio de temperatura, a la devastación y la falta de comida que llevó a muchas especies a su extinción.
17. Los dinosaurios polares, más acostumbrados a las dificultades, sobrevivieron durante un tiempo. Sus dietas y la adquisición de tamaños corporales que ayudaron a optimizar su uso de energía les ayudaron. Sin embargo, no fue suficiente y terminaron desapareciendo.