Cómo abrir un tarro de cristal cerrado al vacío

¿Quién no se ha peleado alguna vez con la tapa de un frasco de cristal? Y es que, bien sea que el  responsable sea el cierre al vacío del tarro, o la fuerza al cerrarlo del que lo usara previamente, en ocasiones esta sencilla tarea se convierte en algo titánico. 

Si no quieres terminar con la muñeca dislocada o un calambre en la mano, toma nota de estos sencillos trucos para abrir un tarro de cristal cerrado al vacío.

Estrategias para abrir un tarro de cristal de forma fácil y rápida

Apréndete estos trucos caseros y nunca más tendrás que pelearte con algo tan pequeño, perder un tiempo infinito o tener que pedir ayuda al vecino para lograr abrir un frasco de cristal que está muy apretado. Son trucos muy simples de llevar a cabo y que te permitirán disfrutar de esos pepinillos, aceitunas o miel sin tener que sudar a mares. 

1. Recurre a la física: la palanca es la solución

Cuánto tiempo y esfuerzo perdido empleando la fuerza, cuando se puede emplear la maña. Y es que, un frasco puede abrirse fácilmente recurriendo a la física. Una simple palanca es la solución. Es un principio tan sencillo que no le prestamos la atención debida y que nos permite transmitir fuerza. 

Para hacer palanca basta con introducir entre el tarro y la tapa una punta de un cuchillo de mantequilla o el mango de una cucharita. Si haces palanca hacia abajo... ¡voilà!, el tarro perderá el vacío ya que permitirá entrar el aire y ya solo tendrás que girar la tapa sin esfuerzo alguno. 

2. Agua caliente para abrir la tapa

Cuando no puedas abrir la tapa de un frasco, voltea el tarro y deja que la parte de la tapa se sumerja en un recipiente con agua caliente. El calor hará que se expanda el metal de la tapa y aliviará la presión que hay dentro del tarro, ya que suelen estar cerrados al vacío.

También puedes intentarlo poniéndolo bajo el chorro del agua caliente. 

3. Golpe en el fondo del frasco

Otra manera de abrir tarros de cristal es golpear el fondo del frasco de forma seca y enérgica varias veces. De esta manera, se liberará parte de la presión que contiene el frasco haciendo que se abra más fácilmente.

Para golpearlo sostén el frasco con la mano no dominante e inclínalo unos 45º, a continuación, golpea con la palma de la mano en la base del frasco firmemente pero no demasiado fuerte. El efecto del golpe aumentará la presión cerca de la tapa y ayudará a romper el vacío. Si lo logras escucharás un pequeño estallido de aire. 

4. Golpe en la tapa

Toma una cuchara de madera y golpea la tapa varias veces, no emplees mucha fuerza, tan solo aplica varios golpes alrededor de la tapa y también en el medio para aliviar la presión interna. Así conseguirás liberar parte del vacío y será más sencillo abrirla.

5. Utiliza un objeto que agarre bien el tarro

En ocasiones, los tarros resbalan de entre los dedos y no es posible ejercer la debida fuerza, por lo tanto, basta con poner un trapo de cocina sobre la tapa para abrirla o hacerlo con unos guantes de goma.

6. Secador de pelo para abrir un tarro

Es una técnica que aplica el calor, igual que la que usamos anteriormente situando el tarro bajo el grifo. Si calientas un poco la tapa con secador, ayudarás a expandir el metal y se abrirá más fácilmente. 

7. Utiliza un aparato para abrir frascos

Si no quieres ir recurriendo a estos trucos y necesitas algo rápido y eficaz, basta con que tengas en el cajón de los cubiertos una herramienta para abrir frascos. Estos productos son similares a los abridores de botellas y solo tendrás que invertir poco más de cinco euros.