Cómo corregir a un empleado de forma constructiva

Consejos para exponer una crítica a un empleado de forma positiva

Alba Caraballo - 2021-03-19 19:04:00 - Trabajo

Todos cometemos errores, incluso los buenos jefes. Sin embargo, aquella persona que dirige un equipo o lidera un proyecto, debe ser muy consciente de que, de su actitud hacia los trabajadores, depende en gran medida el éxito del trabajo que se lleve a cabo. Un buen jefe que motive o ayude a los empleados a levantarse tras un error, conseguirá sacar el máximo y lo mejor de su equipo, un jefe excesivamente crítico, injusto o negativo creará una atmósfera tóxica y lo único que conseguirá es que sus trabajadores deseen encontrar otro entorno laboral. 

Sin embargo, todo aquel que haya coordinado a un equipo, sabe que se enfrenta a un gran desafío. Si bien hay trabajadores que casi no necesitan una guía, otros requieren de supervisión y empuje. Asimismo, deberá lidiar en ocasiones con la inexperiencia de algunos y el escaso compromiso o la falta de responsabilidad de otros. Incluso, habrá comportamientos que un jefe deberá cuestionar y reconducir, por el bien del proyecto. Y no, los gritos, la presión psicológica, los malos modos o el miedo no es la solución.

Realmente se puede sacar lo mejor y corregir a un subordinado de forma constructiva. Te explico cómo he gestionado siempre a mis equipos usando la psicología positiva y la mano izquierda, lograrás con ello mucho más de tus trabajadores y mantendrás una alta motivación y autoestima.

Cómo reprender a un empleado de forma constructiva

Corregir a un empleado de forma constructiva

Si has tenido alguna vez un superior que ejercía un liderazgo a base de castigos, regañinas sin sentido, malos modos o incluso gritos, seguro que sabes lo importante que es, no caer en ese error, si eres tú ahora el que lidera un equipo. Cuando un trabajador tiene que enfrentarse a un jefe tóxico, pierde la motivación, puede incluso cometer más errores  e incluso puede dañar su autoestima y afectar gravemente a su trabajo. Por el contrario, ejercer el liderazgo de forma constructiva, puede hacer que saques lo mejor de tu equipo, algo que repercutirá muy positivamente sobre el trabajo.

Actúa con mano izquierda y no a base de gritos

Los gritos no funcionan con nadie, solo consiguen apabullar, asustar y tocar la autoestima de los empleados. Por el contrario, actuar con mano izquierda es mucho más inteligente. 

No se trata de esquivar los problemas o de no enfrentarse al problema, por el contrario, se trata de afrontarlos con astucia. Esto pasa por estar presente en los problemas cotidianos del trabajo, dar cobertura a los trabajadores, conocer las habilidades de cada uno y saber gestionarlas. Y, cuando toque reprender a un empleado, hacerlo desde el positivismo, evitando que al terminar la charla, solo desee reactivar su CV para irse otra empresa. 

No reprendas a tu empleado en público

Sea cual sea el error cometido por tu subordinado, llévale a tu despacho o a una sala de reuniones de forma discreta para tratar el problema en privado. Exponer sus errores ante los demás puede suponer una humillación que afecte, no solo a su rendimiento futuro, sino al respeto que te tenía como superior.

Un buen jefe debe elogiar en público y reprender solo en privado. Hacerlo en privado protege la autoestima del empleado y evita la vergüenza pública.

No lo dejes para mañana 

Algunos jefes esperan que el problema se resuelva con el tiempo, sin embargo, si hay un error que corregir, cuando antes se exponga sobre la mesa, antes podrá solucionarse. Bien sea una falta de puntualidad, de compromiso, de conocimientos a la hora de realizar el trabajo o de pérdida de tiempo en el trabajo, afronta esa charla cuanto antes. Solo hay una excepción: si las emociones están muy a flor de piel, quizás convenga que te calmes antes de hablar con tu empleado.

Deja que tu empleado hable

Antes de reprender, quizás debas conocer bien toda la problemática. ¿No entregó a tiempo un trabajo?, ¿está destinando demasiado tiempo en realizar sus tareas?, ¿ha tenido un fallo que ha puesto en jaque a la seguridad de la empresa? Afronta la charla preguntando primero qué ha pasado y por qué ha ocurrido. Tener datos útiles sobre lo que salió mal puede levantar la empatía y compasión. Quizás unos problemas personales están distrayendo a un trabajador que de base hace bien su trabajo, quizás tu empleado no disponga de las herramientas necesarias para entregar a tiempo o puede que no sepa gestionar bien su tiempo y requiera de una mayor tutoría para poder lograrlo.

Pacta soluciones con tu empleado

Pregunta a tu subordinado qué necesita para que ese error no vuelva a suceder. Como líder de tu equipo deberías negociar para llegar a un acuerdo común. Esta charla, no se trata solo de una reprimenda en la que expreses todo lo que te molesta y te sientes de nuevo en tu mesa, más tranquilo porque te sientes liberado. Se trata de una puesta en común del problema para poder encontrar una solución común. 

Termina la charla con palabras de ánimo

Intenta siempre que la charla discurra en cauces civilizados, evita las malas palabras y los ataques al trabajador para que todo discurra desde un punto de vista constructivo. Una vez puesto sobre la mesa el error y habiendo encontrado una solución para que no vuelva a suceder, termina siempre con palabras de aliento. Recuérdale las razones por las que forma parte de tu equipo y que tiene grandes cualidades. 

Mide tus batallas

Estar reprendiendo constantemente a los trabajadores no creará otra cosa que un mal ambiente de trabajo. Tus empleados trabajarán a disgusto y siempre estarán preparándose para la próxima regañina. Si tu trabajador ha cometido un error sin importancia, pero ha hecho realmente bien otras cosas, quizás puedas dejarlo correr. Por ejemplo, llegó tarde durante una semana entera, pero por contra, salió después de su hora para compensarlo y además hace un buen trabajo, en un caso así ¿realmente es necesario apretarle en ese sentido?

Si tus empleados sienten que están constantemente controlados, podrías llevarles a trabajar bajo presión y estrés constantes. Y el estrés negativo persistente puede tener consecuencias tanto físicas como emocionales. Deja espacio a tus trabajadores, después de todo, ellos fueron escogidos para su puesto de trabajo por algo. Bríndales la oportunidad de contribuir con sus propias ideas y trabajar de forma independiente: ¡esta una buena manera de sacarles el máximo partido!

Ver también: Cómo mantener la motivación de tus empleados

Valora a tus empleados

La apreciación es la clave de la motivación. Muestra a tus empleados que realmente les valoras a ellos y a sus logros. De esta manera, una corrección a un empleado será mejor aceptada que si siempre se ejerce un liderazgo de control y presión. Hay muchas formas en las que puedes expresar tu agradecimiento. 

Un simple "gracias por el esfuerzo adicional", "sin ti no lo habríamos logrado", "has hecho un buen trabajo", es un plus que garantiza que el nivel de motivación del equipo esté alto. 

¿Realmente es el empleado adecuado para ese puesto?

Quizás contrataste a un empleado que parecía ideal para el puesto pero, con el tiempo se han revelado sus carencias,  actúa de forma irresponsable, resulta una persona tóxica para el equipo, tiene excesivos errores, etc. Si estás molesto con un trabajador y crees que se puede corregir la situación, recurre a los puntos antes expuestos para reconducir la situación. Por el contrario, si piensas que le has dado muchas oportunidades y está poniendo en riesgo el proyecto, quizás sea momento de valorar si debe abandonar el equipo. Despedir a una persona es una decisión difícil, pero también es una de las labores que corresponde a jefe.