Cómo aprender a quererte y valorarte a ti mismo. ¡Mejora tu autoestima!

Claves para dejar de lamentarte y aprender a reconocer lo mejor que hay en ti.

Alba Caraballo - 2019-07-11 10:24:00 - Psicología

Quererse y valorarse a uno mismo puede ser algo realmente difícil. Cuestionarse, criticarse o compararse con los demás para quedar en mala posición parece ser el deporte favorito de muchos. 

Y es que, una cosa es hacer autocrítica para intentar mejorar, y que esta sea constructiva. Y otra, bien distinta, es sacar defectos de uno mismo hasta de donde no los hay. Aprender a quererse y valorarse a uno mismo, sin embargo, es uno de los principales consejos de autoayuda de psicólogos y coaches. ¿Por qué? Podrás crecer personalmente, luchar por alcanzar tus sueños, tener relaciones sanas y felices con los demás y, te sentirás mejor contigo mismo. ¿No te parece suficiente?

Una historia real: cuando no te quieres a ti mismo

aprender a quererte y valorarte

Alejandra no se quiere a sí misma. Cada mañana se mira al espejo y se dice a sí misma que es demasiado alta, su piel es fea, sus labios muy finos, sus caderas demasiado anchas y su pelo lacio y sin vida. Y así sale de casa, con el ánimo ya tocado, para llegar a su oficina, donde piensa para sí misma mientras charla con sus compañeros que desearía ser tan graciosa como Pedro o que nunca va a ser tan eficaz como Ana.

Alejandra no se valora a sí misma, no valora sus cualidades y siempre las enmascara para resaltar la de los demás y así vive día tras día. Va perdiendo poco a poco su autoestima, sus energías y su alegría. Se va encerrando en sí misma e incluso da la espalda a sus amistades. Vive sumida en la tristeza y la autocompasión y seguirá así hasta que toque fondo.

No pide ayuda y no se deja ayudar. Y, en ese punto que parece de no retorno algo la despierta, a Alejandra la han detectado una grave enfermedad pero, lejos de hundirse, algo se enciende dentro de ella. Se levanta, se mira al espejo y se promete a si misma que va a salir de aquello. Lucha, se recupera de la enfermedad y, en ese proceso, se cura de sí misma. Alejandra hoy sonríe, se quiere y valora a sí misma y no mira hacia atrás.

7 consejos básicos para aprender a quererse y valorarse

La historia que hemos relatado es absolutamente real y no solo le ocurrió a Alejandra, ocurre todos los días, en distintos sitios del planeta, con personas de distintas edades y condiciones. Hay quien, como Alejandra encuentra la manera de luchar por ella y quererse a sí misma y quien, se mira todos los días al espejo y se lamenta de quién es. ¿Quieres luchar por ti mismo? Si quieres aprender a quererte y valorarte a ti mismo, algo que no es sencillo pero esencial para tu felicidad. Pero, ¿qué es quererse a uno mismo?

Se trata de aceptarte con tus virtudes y tus defectos, es respetar quien eres y cómo eres y, en ese camino, luchar por sacar lo mejor de ti mismo siempre. Parece sencillo pero es algo que puede ser realmente difícil  Si quieres intentarlo, es hora de poner en práctica estos consejos que nos dan los expertos:

1. Acepta quien eres

Cada persona tiene sus capacidades y sus dificultades. No puedes castigarte por no ser astrofísico si las matemáticas se te enquistaron en el colegio. Párate y analiza tus virtudes y tus defectos y exígete a ti mismo en consonancia con tus capacidades. 

¿Algunos días te sientes perezoso, irascible, pesimista u ofensivo? Nadie es todos los días la cara de la moneda, todos tenemos un lado oscuro. Ser humano es ser tormentoso y tempestuoso un día, y luego ser tranquilo y soleado al siguiente. Fingir lo contrario es negar lo que realmente eres, y negar tu verdad es un acto de odio a ti mismo.

2. Reconoce tus virtudes

Un buen ejercicio que realizan los terapeutas es que pienses en tres cualidades que creas que tienes y después pidas a tus personas más cercanas que te den tres cualidades (siempre positivas) de tu personalidad. Ponlas todas en una lista y tenla siempre a mano. Cuando comiences a criticarte y autocompadecerte, recuerda lo bueno que ven los demás en ti.

3. Cuida de ti mismo tanto como cuidas de los demás

Es posible que te preocupes por tus amigos o tu familia y seas generoso con ellos pero, ¿lo eres contigo mismo? Trátate a ti mismo de la misma manera en la que tratarías a quien más quieres. Con amor, preocupación, cuidado y, mucha amabilidad.

4. Muéstrate a los demás

No te escondas ni ofrezcas una versión edulcorada de ti mismo. Eres quien eres, con tus virtudes y tus defectos, igual que todas las personas que te rodean. Es así como tienes que mostrarte en los distintos ámbitos de tu vida y no disfrazarte para ser alguien distinto según con quien hables.

5. Nunca es tarde para quererse a sí mismo

El ser humano es imperfecto y, una de las verdades más hermosas sobre la experiencia humana es que nunca es demasiado tarde para intentarlo. Por más que veces que hayas fallado, puedes levantarte de nuevo y convertirte en el hombre o mujer que realmente eres. Puedes comenzar a sanar y crecer ahora, como hizo Alejandra. Eso sí, vas a necesitar coraje y valor para aceptarte. 

6. Menos quejas y más disfrutar

¿Vive en una queja constante? Deja de lamentarte de cómo eres, tanto física como emocionalmente y trabaja para ofrecer la versión más brillante y hermosa de tu parte física y tu lado humano. El victimismo es un círculo vicioso que no te deja disfrutar de la vida y además hace que los demás se alejen de ti. Ríete, que es una excelente medicina para el alma, y aprovecha cada minuto en pasarlo lo mejor posible. Tenemos una vida limitada, ¿vas a malgastarla viviendo entre el pesimismo?

7. Siempre puedes mejorar

Cada persona tiene unos talentos y una capacidades, tú también, por más que las enmascares. Ahonda en ellas y explótalas al máximo. Deja que fluya todo el potencial que tienes. Y, si realmente quieres ser mejor en alguna aptitud, trabaja para lograrlo en lugar de esconderte bajo un caparazón. ¿Quieres ser astrofísico? Lucha por conseguirlo. Haz bandera del lema “si tu quieres, tu puedes”, eliminarás muchas barreras mentales autoimpuestas y habrás dado un paso enorme para lograr tu felicidad.

Conclusión

Nadie es mejor que nadie, todo ser humano tiene sus virtudes y sus defectos. Detecta los tuyos y aprende a quererte y valorarte por lo que eres para poder ofrecer a los demás, pero sobre todo a ti mismo, la mejor versión de tu yo.