Cómo dejar de ser perezoso (10 hábitos para dejar de procrastinar)

¿Estás siendo vago y perezoso? Actívate con estos útiles consejos

Alba Caraballo - 2020-04-14 11:05:00 - Psicología Trabajo

¿Quién no se ha sentido en algún momento de su vida la necesidad de dejarse llevar por la pereza? Estar todos los días de la vida rindiendo como si no hubiese un mañana no es bueno para la salud, ni mental, ni física pero, tampoco lo es posponer tareas eternamente y ser un abanderado de la procrastinación. Si crees que últimamente te estás abandonando y perdiendo la imaginación, es hora de ponerse las pilas y dejar de ser perezoso. Echa un vistazo a estos consejos para ser más trabajador y no vaguear más. 

Consejos para dejar de ser perezoso

cómo dejar de ser perezoso

Si eres habitualmente perezoso, tu comportamiento acabará dirigiéndote al fracaso, tanto personal como laboral. Es una tendencia que no ayuda en la vida, sobre todo porque vivimos en entornos competitivos donde procrastinar o ser perezoso o vago no encaja bien con esta rueda que no para de girar.

No es necesario ser un loco del trabajo, ni vivir solo para trabajar, pero el polo opuesto tampoco es la opción. Si este último es tu caso, debes centrarte en lo que debes hacer para acabar con esa tendencia a posponer tareas.

Por qué dejar de posponer tareas

Antes de meternos de lleno en lo que puedes hacer para dejar de ser perezoso, es importante que te convenzas de ello, te damos una serie de razones para que dejes de procrastinar: 

Si tu trabajo no te motiva entrarás en un círculo vicioso en el que encontrarás razones para posponer tareas eternamente. Salir de esa desmotivación te permitirá ver nuevas perspectivas de trabajo y dirigirte allí donde quieres llegar. 

Cuando estás desmotivado y entras en una espiral de pereza, el cerebro y el cuerpo también se desaceleran, lo que significa que estás menos activo físicamente con el daño que ello entraña y, menos ágil mentalmente, te invade la confusión y no eres capaz de pensar con claridad. 

La pereza conduce a la fatiga, mientras que la actividad te llevará a sentirte más energético y poderoso. 

Puedes incluso caer en una sensación de tristeza y abatimiento en la que no sientes ganas de hacer nada, ni nada parece atraerte.

10 estrategias para dejar de ser perezoso

1. Piensa en la causa que te llevó a ser perezoso: ¿no te gusta tu trabajo?, ¿te faltan metas?, ¿has sufrido algún desengaño?... Piensa en cuál puede ser la raíz del problema e intenta ponerle solución. Para dejar de procrastinar es importante anular aquello que te está impidiendo avanzar y decidir qué cosas pueden motivarte. 

2. Practica ejercicios de mindfulness o de atención plena: si te sientes abrumado con lo que ocurre en tu vida, puedes comenzar a practicar mindfulness como antídoto para retomar las riendas de tu vida, atender a lo realmente importante y solo postergar aquello que te está haciendo daño. 

3. Pide ayuda si no puedes con todo: hay quien decide posponer una serie de tareas ante la imposibilidad de llevar todo a cabo. Si es tu caso y tienes demasiada carga acumulada, pide ayuda para ponerte al día y después intenta organizar tus tareas de tal manera que puedas abarcarlas y no te sobrepasen de tal modo que lleguen a bloquearte.

4. Haz una lista de objetivos a lograr: es una forma de lograr motivarte y estimularte para hacer cosas. Elabora una lista de objetivos a corto, medio y largo plazo. Coloca esa lista a la vista y proponte cada día abordar alguno de tus objetivos. Ve tachando aquello que hayas hecho y ve a por lo siguiente. Visualizar lo que has logrado, te ayudará a seguir hacia delante. 

5. Practica ejercicio físico: realizar una actividad física a diario es altamente beneficioso para tu estado de salud y para tu estado de ánimo, por no mencionar el beneficio físico que seguro sabes que aporta. Tu cuerpo trabajará a diario, tu corazón bombeará sangre, tus músculos estarán activos y te sentirás más energético. Incluso, puede que te sientas feliz después de una rutina de ejercicios. 

6. Cuida tu imagen: dejarse llevar por la pereza implica muchas veces dejar de arreglarse, llevar malos pelos y ropa descuidada y vieja. Acaba con esa imagen de ti ante el espejo, arréglate, ponte ropa con la que te veas bien y cuando te mires al espejo, siente más respeto por ti mismo. No solo beneficiará a tu autoestima, sino que además, los demás también reconocerán esa imagen pulcra y cuidada. 

7. Recompensa tus pequeños logros: cuando hayas logrado vencer la pereza, aunque sea con primeras pequeñas acciones, regálate algo que te guste. Determina recompensas acordes al esfuerzo que estás realizando para mantener tu motivación alta. Prémiate y recuérdate lo bien que lo estás haciendo.

8. Sal de la pereza de forma gradual: si eres una persona realmente perezosa, te costará mucho convertirte en alguien muy trabajador de la noche a la mañana. Por lo tanto, para ser realistas y sentar las bases del trabajo, haz pequeños avances. Por ejemplo, añade algunos pequeños descansos entre sus momentos de trabajo. Comienza con 25 minutos de trabajo en una tarea y luego date 5 minutos de descanso.

9. Practica la autodisciplina: para lograr dejar de ser perezoso, necesitas altas dosis de voluntad y autodisciplina. No te aceptes las excusas que sueles ponerte para posponer tareas y crea pequeños hábitos que puedan convertirse más adelante en rutinas. Por ejemplo, levantarte todos los días pronto, desayunar, ducharte y ponerte a trabajar durante un tiempo determinado o hacer tareas de casa. 

10. No tires la toalla: si un día te resulta muy difícil ponerte a trabajar o a realizar las tareas que tienes pendiente, no dejes de mirar tu lista de objetivos y recordarte a ti mismo qué quieres lograr. Puede que algún día no consigas todo lo que te habías propuesto y hayas sido más perezoso pero no te puedes permitir que eso vuelva a convertirse en una rutina. No pierdas de vista tu objetivo, ni te distraigas en el empeño. 

Conclusión

Las personas se vuelven perezosas por muy distintos motivos, pero no es algo irreversible, hay distintas formas de luchar contra la vagancia y la procrastinación. Eso sí, tienes que tener claro que quieres cambiar tu vida, para dejar de verla desde el sillón de tu casa y comenzar a tomar parte activa. 

Para lograrlo, puedes tomar una, dos o varias estrategias de las que hemos propuesto y centrarte en ella por las próximas semanas. Un pequeño cambio, puede llevarte a uno más grande.