Cómo mantener la cordura si trabajas desde casa (5 estrategias útiles)

Trabajar desde casa y no perder la cabeza

Ernesto Díaz - 2020-03-17 12:34:00 - Trabajo

Mientras que para muchas personas trabajar desde casa puede ser un sueño, para otras se convierte en una auténtica pesadilla. 

En principio suena bien: no tienes al jefe mirándote por encima del hombro, no gastas dinero en desplazamientos, vistes como realmente te apetece, evitas a esos compañeros tóxicos... Sin embargo, no todo es brillo, también estás aislado, no tienes relación con otros colegas de profesión, ni te enriqueces de su conocimiento, te dejas de arreglar y puedes hasta pasar el día en pijama. 

Te proponemos unas estrategias para mantener la cordura y no perder la cabeza si eres de los que no quiere trabajar desde casa pero no tienes más remedio.

Estrategias para trabajar desde casa y no perder la cabeza

No perder la cabeza si trabajas en casa

¿Te gusta estar en la oficina?, ¿prefieres trabajar en equipo y de forma presencial? Si es así pero, por alguna circunstancia te ves trabajando desde el salón de tu casa, no te dejes llevar por la amargura y la angustia. Aunque inicialmente sea una pesadilla para ti, hay formas de encontrar el punto positivo y sacar el lado bueno de la situación. Nosotros lo hemos probado y nos ha convencido ¿Necesitas un poco de energía positiva para lograrlo? Estos son algunos de los beneficios que hemos encontrado tras vivir la experiencia del teletrabajo:

1. Puedes vestir como quieras... ¡aprovecha de esta comodidad!

Llevar pijama no es lo más adecuado para trabajar desde casa, es llegar a un punto de pereza en el cuidado personal extremo. Sin embargo, puedes dejar los tacones, la corbata o cualquier otro elemento incómodo y encorsetado y vestir de forma más informal y cómoda. 

No se trata de vestir mal, se trata de llevar aquello que te resulte cómodo en el desempeño de tu labor. Una ducha por la mañana, un traje agradable y cómodo te hará comenzar el día de forma más confortable. Incluso podría resultar más productivo. 

2. Crea tu propio espacio de trabajo

En una oficina, has de sentarte en el entorno que otro diseñó y has de usar el material de oficina, mesa, silla y demás objetos, que otra persona eligió de un catálogo de muebles de oficina. Por no hablar que, quizás te tocó sentarte en el lugar más alejado de la ventana (si la tienes) y justo de espaldas al jefe.

En casa todo cambia, puedes elegir tu mesa, tu silla, lo que hay o deja de haber en tu mesa, la ubicación de esta y, nadie mirará por encima de tu hombro para ver si estás realizando un informe o has entrado un momento en la página del tiempo para ver si mañana dan lluvia. 

En cualquier caso, para lograr un entorno mucho más cómodo que la oficina, no has de trabajar en la cama, en el pequeño escritorio de tus hijos o en el sofá (demasiado relajado). Crea tu propia oficina en casa, elimina todas las distracciones del entorno y haz que sea tranquilo y limpio, con buena luz natural si es posible. 

3. Establece un horario en función de tus necesidades 

El trabajo desde casa permite una flexibilidad laboral que no suele estar admitida en muchas empresas. Puedes madrugar, hacer pausa para almorzar o trabajar por la tarde y la noche. Tú eliges tu horario. En este caso, te recomendamos que lo establezcas desde el principio en función del resto de tareas que has de hacer en un día.

Por ejemplo, si vas a trabajar de 8 a 16 h, para a las cuatro si no hay una urgencia en el trabajo dedícate el resto del día a otros quehaceres. No caigas en la rutina de estar presente las 24 horas del día, contestando emails a deshoras, resolviendo dudas en cualquier momento, etc. Excepto en circunstancias especiales, intenta mantener tu horario y después... ¡desconecta! Eso te ayudará a mantener la cordura si trabajas desde casa y evitar sentir que lo único que haces es trabajar. 

Intenta hacer alguna pausa breve durante el día, no para ver la televisión o realizar otra tarea que pueda distraerte, pero sí para caminar un poco, estirarte, sacar la cabeza por la ventana o cualquier otra actividad que te oxigene. 

4. Mantén la relación con tus compañeros

Trabajar desde casa no significa volverte un topo de por vida. Puedes mantener al día el contacto con tus compañeros y tus jefes desde casa. Envía mensajes y, alguna circunstancia, si es posible, reúnete con tus jefes o tus superiores para repasar tu plan de trabajo.

No dejes que la línea entre tu casa y tu trabajo se vaya diluyendo, hazte presente aunque sea de forma virtual. No podrás ir a la máquina de café a charlar un rato con un compañero, pero puedes hacerlo a través de WhatsApp, FaceTime, Skype, etc. La tecnología te brinda herramientas para poder mantener el contacto vivo y no sentirte un ermitaño. 

5. Planifica tu tiempo y deja espacio para ti

Trabajar desde casa no significa que vayas a sufrir un encierro y tu día deba dedicarse únicamente al trabajo. Realizar un calendario, llevar una agenda de tus prioridades y tareas y establecer plazos de entrega te ayudará a llevar una buena organización del trabajo. De esta manera, podrás cumplir un horario dentro de casa y realizar un trabajo efectivo, para después tener tiempo libre para ti. 

Conclusión

Trabajar desde casa o teletrabajar, puede ser más productivo que hacerlo desde una oficina. Puede que inicialmente te resulte un horror no poder compartir un rato de café con otros compañeros o no tengas la inmediatez de la respuesta ante una duda que implica trabajar codo con codo. Sin embargo, puedes seguir manteniendo relación con tus colegas desde casa y además, si piensas en positivo, evitarás tener que tratar a nivel personal con esos compañeros envidiosos, muy habladores, demasiado preguntones o extremadamente pesados. 

Puedes gestionar tu tiempo y tu trabajo, en un espacio tuyo y creado para tu comodidad. Piensa en lo positivo de trabajar en casa para no perder la cordura y aprovéchate de sus beneficios.