Cómo hacer esquejes de tus plantas de interior (poto, cinta....)
Guía paso a paso para reproducir tus plantas por esquejes
El poto o la cinta son plantas muy habituales en hogares y oficinas, son fáciles de cuidar y además muy vistosas. Sin embargo, el poto puede crecer rápidamente y a la cinta le salen pequeños brotes de forma habitual, por lo tanto, son dos plantas que sirven perfectamente para hacer esquejes.
Si estás haciendo tus primeros pinitos en el mundo de la jardinería, sigue estos consejos para hacer esquejes de plantas de interior como el poto o la cinta, es tan sencillo que incluso pueden colaborar tus hijos y así aprender algo más sobre las plantas.
Cosas que has de saber sobre el poto
El poto es Una planta muy común en muchos hogares y oficinas, es nativa del sudeste asiático y sus hojas pueden ir desde un verde claro a oscuro o incluso tener algunas manchas amarillas y blancas. Es una planta resistente que no requiere de grandes cuidados, por ello es tan popular. Basta con regarla una vez a la semana y vigilar que el sustrato no esté encharcado. No es una planta a la que le convenga mucha luz y su temperatura ideal es entre 17 y 30º.
Esta planta además es un filtro perfecto contra el formaldehído, xileno y benceno, elementos químicos que pueden estar presentes en tu dormitorio. Ya que es una planta que tiene un importante crecimiento, puedes aprovechar en primavera para hacer esquejes de ella y tener así más plantas en tu casa. En cualquier caso, al ser una planta de interior, puedes hacer el esqueje en otra temporada y probablemente te agarre también.
Cómo hacer un esqueje de una planta como el poto
Si te fijas, el poto tiene unas ramas que tienen una serie de nudos, de ellos salen las hojas. Fíjate bien en ellos porque el truco para hacer un buen esqueje de un poto es cortar justo por debajo de este nudo. Utiliza para ello unas tijeras bien afiladas (para no hacer ningún destrozo) y, preferiblemente esterilízalas o lávalas para que no contentan trazas de nada.
Toma una rama que tenga buen aspecto y cuyas hojas tengan una coloración adecuada y, corta por debajo de uno de los nudos. Ya tienes tu esqueje, ahora hemos de lograr que de él salgan algunas raíces.
Tendrás que dejar el esqueje en un recipiente alargado con agua durante al menos 15 días. Si en la base del tallo, allí donde hiciste el corte, hay una hoja, puedes cortarla para que te sea más sencillo introducirlo en el tarro. Verás como poco a poco, comienzan a brotar las raíces, cuando éstas hayan alcanzado los 2 o 3 centímetros ya puedes pasarlas a una maceta con sustrato. Sin embargo, también hay quién prefiere dejarlo en un bonito recipiente transparente, donde las raíces serán visibles.
Para pasarlo a una maceta, escoge una que no sea demasiado grande, aunque es una planta que con el tiempo se vuelve muy frondosa, inicialmente necesitarás un recipiente más pequeño para que las raíces sigan desarrollándose, agarren y la planta pueda crecer. Vierte sustrato en la maceta y deja un hueco en medio para introducir las raíces del poto.
Ver también: Tipos de macetas para plantas
Termina de rellenar de sustrato la maceta para que el esqueje quede bien sujeto y, riégalo cuándo la tierra no esté húmeda. Si logras que agarre bien, tendrás un frondoso poto para regalar a un familiar o decorar con él otra estancia de tu casa.
¿Y si nos saltamos un paso, qué ocurriría?
En Quonomy.com hemos hecho un experimento para ver si podíamos saltarnos el paso de meter el esqueje en un recipiente con agua. Introdujimos tres esquejes directamente en una maceta con sustrato y, ¿sabes qué ocurrió? Solo agarraron dos de ellos y, durante varios días parecía que no iban a conseguirlo ninguno de ellos.
Por lo tanto, aunque te pueda dar pereza realizar un paso más, te recomendamos que metas el esqueje en agua y esperes quince días a que haya desarrollado algo de raíz antes de pasarlo a la maceta. Así es como quedó nuestro poto dos meses después de ser plantado, como veis a la planta le está costando remontar:
Ver también: Cómo saber si tu planta está enferma
Cosas que debes saber sobre la cinta
Esta planta, Chlorophytum comosum, posee muchas hojas finas que caen en cascada y que incluso, echan raíces fuera, así puedes ver unos tallos junto a las hojas de las que salen pequeñas plantas con cintas. En inglés se la conoce por ello como planta araña. Es perfecta para colgar en una cesta del techo o para poner de centro de mesa. Requiere pocos cuidados y, sobre todo, poca luz.
Es una planta con la que te puedes iniciar en el arte de la jardinería ya que su reproducción es bien sencilla debido a la propia fisionomía de la planta.
Cómo hacer un esqueje de una cinta
Basta con que tomes un brote de los que salen del tallo para hacer un esqueje, puedes cortarlo con tijeras justo en la base o, en ocasiones salen tan solo con la mano.
Si colocas esta pequeñísima cinta en una maceta pequeña con sustrato, en seguida comenzará a echar raíces y tendrás una nueva planta.
Una vez plantada en la nueva maceta, solo requerirá unos pocos riegos para mantener el sustrato ligeramente húmedo. Les gusta estar en lugares bien iluminados.