Cómo pintar con esmalte: preparación y aplicación
Consejos útiles para aplicar pintura al esmalte
¿Estás pensando pintar con esmalte una puerta, un mueble o la bañera? Si no has trabajado nunca con una pintura esmaltada te vendrá bien saber qué tipos de esmaltes existen, así como para qué conviene usar cada uno. También te damos unos útiles consejos a la hora de usar los pinceles para aplicar la pintura con esmalte.
Ver también: cómo pintar una pared oscura de un color más claro
Tipos de esmaltes: ¿para qué sirve cada uno?
Al comprar un esmalte deberemos tener en cuenta un punto importante: si se puede aplicar sobre una pintura ordinaria o si requiere una capa especial de preparación. En cualquier caso, si vas a pintar con esmalte es importante escoger el tipo de material más adecuado:
El esmalte superior, de gran brillo, facilita el mejor acabado en aquellas superficies donde se requiere un lustre duradero y brillante. Sirve tanto para el interior como para el exterior, y resiste gran número de lavados sin que se vea dañado.
El esmalte corriente brillante y las pinturas brillantes duras son de uso frecuente en el pintado general de la casa. Sus grandes ventajas son:
1) Existe una gran variedad de colores.
2) Son económicas: su coste es, aproximadamente, la mitad del es malte brillante superfino.
3) Puede hacer invisible el fondo, por lo cual puedes ahorrarte una mano.
4) La calidad de estas pinturas esmaltadas las hace ideales tanto para interiores como para exteriores.
Ver también: Cómo pintar ventanas de aluminio
Los esmaltes sintéticos o lacas son parecidos a los descritos anteriormente. Son pinturas con una buena dureza, brillo, duración y secado rápido. Son perfectas tanto para pintar una puerta como para el chasis de una bicicleta.
Los esmaltes para los suelos son geniales para dar vida al linóleo viejo o para abrillantar y evitar el polvo en los pavimentos de cemento. Algunas varie des son resistentes al calor, a la gasolina y al aceite. Para este producto no se necesita capa de fondo.
Los esmaltes bituminosos son mezclas ideales para impermeabilizar el hormigón y el cemento Portland y para capas protectoras para canalones, tuberías, verjas, rejas y toda clase de obras metálicas que estén en la intemperie y en con tacto con el suelo.
Los esmaltes mates son muy útiles para paredes interiores y para obras de madera. Excepto el brillo, reúnen todas las características de los esmaltes brillantes: lisura, dureza y la propiedad de no dejar señal de las pinceladas.
Pintar con esmalte: preparación de la superficie
A la hora de preparar el producto con el que vas a pintar es conveniente regirse por las instrucciones que marca el fabricante y, si no dispones de ellas, debes guiarte por estas normas generales:
- Las pinturas esmaltadas no deben fluidificarse, es decir, no debes intentar que se vuelvan más líquidas.
- Tampoco deben mezclarse de ninguna manera, ya que la operación daría por resultado la pérdida del brillo.
Una vez que tenemos claro esto, tenemos que preparar la superficie antes de pintar con esmalte. Es importante tener claro que una superficie bien preparada debe estar perfectamente limpia, lisa, dura y seca:
Ver también: Cómo elegir el tipo de pintura adecuado
- Si la superficie ya ha sido previamente pintada debe, ante todo, frotarse en seco con una cara plana de piedra pómez o con papel de vidrio impermeable. A continuación, se moja bien con agua limpia y se seca con una gamuza.
- Si la pintura antigua está agrietada o forma ampollas, es más rápido y fácil quitarla con la llama de un soplete. La pintura no se adherirá ni se secará si se aplica sobre una superficie grasienta y sucia. Además, las capas de nueva pintura se desconcharán y agrietarán. Cualquier rugosidad que la superficie presente quedará exagerada con un acabado brillante, y, además, acumulará polvo y suciedad.
- Si la pintura va a aplicarse sobre paredes pintadas al temple o empapeladas, deben ser mojadas, rascadas y limpiadas con agua limpia. Se deben repasar las zonas defectuosas de las partes enyesadas. Una vez seca, la superficie se trata como si estuviera recién enyesada, o sea, con papel de lija y con una capa delgada de pintura que contenga mucho aceite de linaza para amortiguar la porosidad excesiva.
- La sequedad de la superficie a pintar es de gran importancia; toda pintura aplicada sobre superficies húmedas presentará irremediablemente ampollas.
- Si vas a aplicar pintura al esmalte sobre muebles u otras superficies de madrea, has de saber que para un primer pintado deben lijarse bien y, antes de pintar, han de repasarse todos los nudos, protegiéndolos con barniz para evitar que se vislumbren después o que decoloren la pintura del acabado.
- Es esencial también tener limpios y secos los pinceles. Deben ser lo bastante rígidos como para extender fácilmente la menor cantidad de esmalte. Para este fin son ideales los pinceles algo gastados, completamente limpiados con jabón.
Cómo aplicar pintura de esmalte según la superficie
Antes de nada es importante calcular cuanta pintura necesitas. La cantidad necesaria de esmalte puede calcularse midiendo, de manera aproximada, el área que se ha de pintar, teniendo en cuenta que 0,5 litros de esmalte (o capa de fondo) cubren unos 7,5 m². En peso, 0,5 kg de esmalte cubre, aproximadamente, 5,5 m².
Ver también: Cómo limpiar brochas y rodillos según la pintura que has usado
Además, el número de capas a aplicar dependerá del color del acabado. El esmalte blanco suele requerir varias capas, mientras que los colores oscuros requieren de menos. Para comenzar a pintar al esmalte has de:
1. El esmalte debe agitarse bien antes de comenzar a aplicar las pinceladas.
2. Antes de dar un brochazo, prueba la pintura sobre un rincón de un estante, marco de ventana o área que no sea tan visible, para cerciorarnos de que el pincel que vamos a usar es el adecuado.
3. El esmalte, debido a su consistencia de jarabe, no es fácil de aplicar. Requiere un pincelado más lento, más fuerte y, al mismo tiempo, más amplio que el aplicado a otros tipos de pintura.
4. Para obtener un brillo y un colorido perfectamente regulares, la capa debe extenderse por igual, y esto sólo puede alcanzarse cambiando la dirección de las pinceladas, empezando por una dirección hasta que se hayan cubierto unos 0,20 m²; luego se hace en la dirección perpendicular y, finalmente, de nuevo en la dirección inicial.
5. A continuación, se pinta otra porción, como la anterior, enlazándolas sin dejar que pase mucho tiempo entre una y otra, y se procede de igual modo hasta completarla. Todas las señales del pincel deben desaparecer en quince minutos. Cualquier acumulación que pueda haberse formado deberá nivelarse con el pincel.
Recuerda que en las molduras se ha de aplicar menos cantidad de esmalte, especialmente en las ensambladuras, que es donde con más facilidad se producen acumulaciones y gotas.
Consejo: por ejemplo, en el caso de querer pintar al esmalte la bañera, debes eliminar primero toda huella de suciedad, procediendo para ello, si es necesario, al raspado interior con piedra pómez, al lavado consecutivo y, después, a la aplicación de una mano de pintura. Si la bañera es grande debes tener la cantidad suficiente de esmalte, tanto para las capas de fondo, como para la última. Toda la bañera requerirá de dos o tres capas para obtener una blancura regular. Después de aplicar las capas, es preferible no usarla durante varios días para que fije bien.