¿Por qué el Partenón está destruido?
No fue el paso del tiempo, ni el abandono lo que destruyó el Partenón
El Partenón es uno de los monumentos de la historia de la humanidad más conocidos y uno de los símbolos de Atenas. Fue construido entre los años 447 a. C. y 432 a. C. en la Acrópolis de Atenas y estaba dedicado a la diosa Atenea. De hecho, fue concebido para albergar la imagen de oro y marfil de esta diosa, una imponente estatua de 12 metros creada por Fidias.
Durante cerca de 1000 años fue lugar de culto pero, hoy en día, está parcialmente destruido y lo que podemos contemplar es solo una parte de lo que fue en su día.
Pero, ¿qué hizo que el Partenón esté destruido? Las ruinas que podemos ver hoy en día no son producto del paso del tiempo, del abandono o de la poca voluntad para conservarlo. La realidad es bien distinta.
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La razón por la que el Partenón está destruido
El Partenón o templo de Atenea Partenos, que así se llamaba, fue construido en la Acrópolis de Atenas por dos arquitectos: Ictinos y Callicatres. Ambos diseñaron lo que sería uno de los grandes monumentos de la humanidad, y se levantó entre los años 447 y 432 a.C.
Durante muchos siglos el edificio permaneció prácticamente intacto, aunque en el siglo VI fue convertido en iglesia cristiana y, años después, en el siglo XV, los turcos tomaron la ciudad y fue transformada en mezquita. En estos años, se introdujeron varios cambios al monumento, los cristianos, entre otras cosas, construyeron un campanario y los turcos años después lo transformaron en un minarete.
No fue hasta el siglo XVII que el Partenón quedó destruido. Y no fue por dejadez o por una escasa intención por mantener en buen estado los vestigios del pasado. En realidad, lo que dejó al Partenón como lo vemos hoy en día fue una guerra.
Entre los años 1683 y 1699, que son nada más y nada menos que 16 años de guerra, los austriacos, rusos, polacos y venecianos estaban en guerra contra los otomanos.
Los turcos, habían convertido el Partenón en un almacén de pólvora y armas, seguros de que los enemigos no se atreverían a atacar el templo. Incluso llegaron a alojar allí a las mujeres y a los niños.
Pero, en guerra todo vale y el ejército veneciano lanzó una bomba contra el edificio que había sido una joya arquitectónica desde época de Pericles (el famoso jurista, orador y político de la edad dorada de Atenas).
Así el 28 de septiembre de 1686, gran parte del Partenón voló en pedazos. El techo desapareció, el centro del edificio quedó reducido a escombros y las 30 columnas que levantaban el templo desaparecieron con el impacto. Solo quedaron en pie los dos frontones, y en el medio, un gran hueco.
En esta guerra con el Imperio Otomano, con el tiempo, los venecianos se hartaron de defender Atenas y abandonaron la ciudad. Los otomanos se asentaron de nuevo en lo que quedó del Partenón y construyeron entre sus ruinas, una mezquita.
Pero, al Partenón le quedaban todavía unas cuantas tragedias, entre ellas, el espolio de los ingleses, liderados por Lord Elgin, que a comienzos del siglo XIX se llevó estatuas, relieves frisos y otros elementos al Museo Británico, donde se pueden contemplar todavía hoy en día.
Lo que podemos contemplar actualmente en el Partenón es obra del gobierno griego quien desde mediados del siglo XIX comenzó eliminando todo lo que no era antiguo y continuó durante años sus trabajos de reconstrucción. Así hoy podemos contemplar una silueta del Partenón y podemos ver sus columnas en pie. Otros muchos elementos pueden contemplarse en el Museo de la Acrópolis.
Todavía hoy en día Grecia mantiene una disputa con Gran Bretaña para que devuelvan los mármoles que se llevó Lord Elgin.
Curiosidades del Partenón
El Partenón de la Acrópolis no es el primer edificio levantado en este lugar. Al menos se cree que pudo haber hasta 3 edificios previos, el último de ellos fue un edificio de mármol muy parecido al Partenón que fue arrasado en las guerras con los persas.
Fue el político Pericles quien impulsó la creación de un nuevo edificio, además de otros templos, templetes y escalinatas para que el mundo contemplara el esplendor de Atenas.
El Partenón original no era de color blanco, sino que tenía un gran colorido. De hecho, investigaciones de arqueólogos han demostrado que las estatuas tenían vivos colores.
El edificio no tiene cimientos, aun así, está construido con tal maestría que ha sobrevivido a varios movimientos sísmicos.
El escultor Fidias representó en las metopas del Partenón cuatro temas relacionados con las batallas de los antiguos griegos y la mitología.
El templo fue construido en honor a Atenea y en su interior albergaron una estatua de la diosa. Estaba elaborada con marfil y oro. Medía 12 metros. Se cree que fue destruida en el siglo III d.C. debido a un incendio en el templo.