Por qué no puedes usar el móvil en la sauna
El uso de teléfonos móviles está prohibido en muchas saunas, la razón es clara. ¡Te lo explicamos!
Los teléfonos inteligentes y dispositivos similares están prohibidos en la mayoría de las saunas públicas, pero tampoco conviene que la uses si tienes la suerte de tener una instalación de sauna para ti solo. La razón no es evidente para muchos.
Si no te resistes a estar un rato sin leer tus mensajes de WhatsApp, tus emails o ver qué ocurre en tus redes sociales, debes saber que ni las altas temperaturas que se dan dentro de una sauna, ni la alta humedad no son lo mejor para ningún dispositivo electrónico. En este artículo, te explicaremos con argumentos por qué no debes usar el móvil en la sauna.
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Usar el móvil en la sauna es una mala idea, ¿por qué?
La primera y más evidente razón para no usar tu smartphone en una sauna pública es porque los demás usuarios pueden sentir invadida su intimidad. ¿Quién les dice que no estás sacando imágenes? De hecho, tienes todo el derecho del mundo a protestar ante las instalaciones si estás usando una sauna y detectas que alguien ha "colado" un teléfono, algo que puede suceder porque siempre hay quien se niega a seguir las normas.
Sin embargo, más allá de esta obvia razón, la realidad es que los dispositivos electrónicos y las saunas no se llevan nada bien, por esta serie de razones:
El calor de la sauna puede dañar el móvil
Incluso las altas temperaturas del verano pueden dañar su teléfono móvil. Seguro que cuidas que no le dé el sol de forma directa cuando estás en la playa, por lo tanto, el calor que hay en una sauna, que puede superar lo 75º e incluso puede llegar a los 100º, no es lo más adecuado para tu dispositivo. Tampoco para un mp4, una radio, una tablet...
Este calor, que es soportable para el cuerpo y que además es beneficioso para eliminar las toxinas del cuerpo, reducir el estrés o reducir el dolor muscular, no es nada bueno para los aparatos tecnológicos. Las propias marcas fabricantes ya lo especifican. Si el móvil se calienta demasiado, no garantizan que funcione correctamente.
Estas altas temperaturas son un veneno puro para la tecnología sensible. Quizás no notes nada en la sauna pero, lo más probable es que algo no funcione bien después, lo más probable es que la batería no resista estas temperaturas.
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La humedad no es buena para tu móvil
En una sauna, no solo hay altas temperaturas, hay también mucha humedad, lo que puede dañar tu dispositivo. Si entra humedad en el interior del teléfono celular, el dispositivo sufrirá daños irreparables.
Para una experiencia más completa en la sauna, muchas personas añaden agua sobre las piedras calientes, lo que hace aumentar la humedad relativa del aire y, por extensión, multiplica las probabilidades de estropear tu teléfono. Además, junto con el agua se pueden añadir aceites esenciales y sales que pueden dañar aun más el dispositivo.
Tantas gotitas de agua moviéndose por el aire pueden entrar en tu teléfono inteligente sin ningún problema. Allí se asientan sobre los componentes y arruinan el teléfono.
En este caso, junto con haber dejado el móvil expuesto a una temperatura superior a 75ª hacen que la garantía no tenga valor. De hecho, muchos fabricantes han instalado en sus terminales un sensor de humedad que revela un manejo incorrecto.
La garantía del móvil no cubre un mal uso
¿Qué cuesta tu teléfono en el mercado? Es probable que no baje de los 200 euros y, si eres muy fan de la tecnología móvil, podría superar los 700. Por lo tanto, si tu pequeño ordenador de bolsillo se estropea porque no te resistes a vivir un rato sin él y a disfrutar de la relajación y del silencio, habrás tirado a la basura todo ese dinero. La garantía no reparará los daños causados por un mal uso del terminal.
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Resumen
¿Puedes llevar tu teléfono a una sauna? La respuesta es clara... ¡no! No, no debes llevar un móvil a la sauna ya que las temperaturas y la humedad extremas pueden dañar los componentes internos de su teléfono.
Los smartphones están diseñados para funcionar en un rango de temperatura de 0 ° a 35 °, por lo tanto, exponerles a temperaturas más altas, o mucho más bajas, puede hacer que el teléfono no funcione como debiera incluso días después de haberte dado la sauna, se dañe la batería, o directamente haya entrado en parada cardíaca en la propia instalación.
Piensa que muchos fabricantes, Apple entre ellos, cuentan con sensores de humedad y temperatura en sus terminales y, si detectan que el fallo procede de un exceso de los mismos, adiós garantía y adiós dinero.
Incluso los teléfonos con clasificación IP68 (dispositivos que en teoría están protegidos contra la caída de líquidos en ellos o entrada de agua en el terminal) no están diseñados para funcionar a temperaturas superiores a 35 grados.