Qué hacer si tu jefe te contraoferta para que no te marches
Cuanto tu jefe te ofrece más sueldo para que no te vayas a otra empresa
Uno opta por cambiar de trabajo por muy distintos motivos: descontento con la empresa, falta de miras profesionales, una mejora de sueldo, un ascenso, flexibilidad horaria...
En estos casos, si consigues un puesto laboral en otra empresa, te has de enfrentar a ese momento en el que debes plantear tu renuncia en tu actual trabajo. Y, ante esa circunstancia, puede que no ocurra nada, o puede que tu jefe te contraoferte para que no te marches.
Esta segunda opción es algo que debes valorar antes de buscar otro trabajo ya es normal que muchos jefes realicen estas contrapropuestas. Y es que, puede ser una buena jugada si lo que deseas finalmente es quedarte con una mejora laboral. O, también pueden generar un mar de dudas (algo muy común y más habitual) y una decisión desacertada.
Y es que, si estás en el segundo supuesto, ante una contraoferta una opción muy recomendable es... ¡rechazarla! Veamos por qué y valoremos bien las opciones antes de tomar una decisión.
Ver también: Preguntas que debes hacerte antes de dejar tu trabajo
Mi jefe me ha ofrecido una contraoferta para que no me marche, ¿qué hago?
La realidad es que, si tras una reunión con tu superior en la que presentas tu dimisión para marcharte a otra empresa, tu jefe te hace una contraoferta, puede parecer una muy buena noticia.
Por más estresante que pueda ser la situación, las dudas que te asalten, los temores a tomar la decisión equivocada, etc. se suele tomar como algo positivo que un superior te ofrezca mejores condiciones para que te quedes. Parece significar que está contento con tu trabajo, que piensa que puedes seguir aportando a la empresa y que eres necesario.
Por lo tanto, si has recibido una contraoferta, lo primero que debes hacer es felicitarte a ti mismo. Pero antes de regodearte en tu propio éxito, reflexiona. Recuerda que hemos dicho que "parece significar", veamos por qué y por qué no suele ser recomendable aceptar la contraoferta de tu jefe si no has utilizado esta estrategia para seguir en tu empresa (algo que resulta una buena jugada a algunos trabajadores).
En la mayor parte de casos, es preferible rechazar la contraoferta. Te explico por qué.
¿Por qué no te ofrecieron mejores condiciones antes?
Si tu empresa estaba tan contenta contigo, si cree que eres casi imprescindible o que te mereces una mejora, ¿por qué hubiste de llegar al punto de marcharte para que se convencieran de ello?
Un buen empresario o superior, sabrá valorar al personal que tiene entre manos y, si hacen un buen trabajo, sabrá como recompensarlo en función de las opciones que tenga la empresa: más sueldo, opciones de formación, nuevos retos laborales, perspectivas interesantes, más flexibilidad horaria, etc.
Existen muchas opciones con las que negociar, incluso aunque la situación económica de la empresa no sea la mejor, por lo tanto, si has estado dando el máximo, te consideras un buen trabajador, has demostrado tu valía y no te ofrecieron anteriormente ninguna mejora... ¡Es para pensarlo! ¿Por qué ahora?
Las contraofertas son habituales pero, ¿conoces los motivos?
Como hemos visto, un empleador tiene muy distintas opciones con las que mejorar la situación de un trabajador y, aunque el sueldo es importante, no es lo único.
En este sentido, si de repente tu jefe ha despertado del letargo y quiere hacerte una contraoferta, deberías meditar cuáles son las razones, porque no siempre son debidas a "la importancia de tu puesto".
Aunque una contraoferta nos llegue como una palmadita en la espalda, no siempre responde a lo contentos que pueden estar tus jefes o a que seas un trabajador no prescindible. En ocasiones, sucede porque la brecha que dejas es difícil de llenar, porque resulta más costoso formar a una persona nueva, porque no es fácil encontrar a alguien que cobre tan poco por hacer tanto o porque tu labor es tan especializada que faltan candidatos.
Quizás la razón a la contraoferta sea egoísta (suele serlo) y no responda a un premio a tu valía o un miedo a que la empresa sin ti no pueda sobrevivir.
¿Qué ocurrirá con la oferta de la otra empresa?
Si has pasado varias entrevistas y además has establecido una negociación con la nueva empresa para obtener lo que deseas, y después, les das un portazo en las narices, no será muy probable que quieran contar contigo en próximas ocasiones.
La empresa agraviada no verá con buenos ojos que hayas realizado todo el proceso para después decir "no, gracias". De hecho, todas esas palabras con las que te vendiste en las entrevistas, la ilusión que manifestaste por participar de su proyecto y demás "blablas", quedarán vacíos y engañosos.
Recuerda, ¿por qué querías cambiar de trabajo?
No es fácil ser el nuevo en una empresa. Adaptarse a un nuevo entorno, a nuevos compañeros, nuevos quehaceres, es realmente estresante y, para algunos, angustioso.
Por ello, basta con unas cuantas palabras de "cariño" por parte de tu actual empresa para no tener que afrontar el reto de un nuevo trabajo. Sin embargo, no debes dejarte llevar por el conformismo, ni la comodidad.
Ya has dado muchos pasos hacia delante, no te pares. Recuerda lo que te llevó a este punto. ¿Un ambiente laboral tóxico?, ¿unos jefes muy controladores?, ¿falta de retos profesionales? Todo eso, seguirá ahí cuando lo retomes. Tendrás quizás una mejora de salario, un mejor horario o hasta un despacho, pero todos esos inconvenientes que encontrabas no habrán cambiado simplemente por tener una contraoferta sobre la mesa.
De hecho, un aumento puede resultar atractivo a corto plazo, pero ¿también lo es a largo plazo? Esto no mejora automáticamente la relación con el jefe y los compañeros, ni tampoco las opciones de desarrollo y las perspectivas de carrera.
Ver también: Cómo renunciar a tu trabajo sin cerrar puertas
No a la contraoferta, porque las posibilidades de ascenso disminuyen
Al principio, su jefe estará feliz de que te quedes (¡se ahorró la laboriosa búsqueda de un nuevo candidato!), e incluso puede que te lance de vez en cuando una palabra de elogio.
Sin embargo, hay una cosa en la que no debes hacerte ilusiones: tu superior no olvidará que estuviste a punto de dejar la empresa. Te estará observando, tendrás que hacer méritos para demostrar que mereció la pena la contraoferta, y al final, cuando llegue una posibilidad de promoción, seguramente no serás el candidato. Tu superior optará por alguien... "más leal".
¿Es una contraoferta con fecha de caducidad?
Es posible que tu jefe solo necesite retenerte hasta que encuentre el reemplazo adecuado. Él ya sabe que quisiste irte, por lo tanto, entras en la lista de los "prescindibles".
A partir de ahora, deberás vivir con la incertidumbre de si caerás en un recorte de personal, si ese becario que te han asignado terminará siendo tu sustituto o si solo quieren alargar tu estancia para que puedas formar a alguien. ¿Puedes vivir con esta incertidumbre?
¿Qué ha de tener una buena contraoferta para ser aceptada?
Esta es una respuesta muy sencilla. Tú ya la sabes: una buena contraoferta, una aceptable, ha debe tener un efecto duradero y sostenible, de lo contrario es solo un espejismo.
Resumen
Si tienes buenos argumentos para cambiar de trabajo, eso será respetado por tu actual jefe. Pero, si aceptas la contraoferta que te propone, dirá mucho sobre tu forma de proceder.
En realidad, le estás indicando a tu actual empleador que tus decisiones pueden cambiar a corto plazo y que puedes ser tentado. Si, por el contrario, te despides profesionalmente, las puertas pueden quedar abiertas para un regreso posterior.
No importa cuán atractiva sea la contraoferta, en muchos casos perderás más a largo plazo de lo que ganas a corto plazo.