Cómo lidiar con un trabajo que no te gusta
No me gusta mi trabajo... ¿cómo sobrevivir a una ocupación que no me agrada?
¡Qué afortunados aquellos que pueden realizar su trabajo soñado cada día de su vida! Pero, incluso aquellos, pasan rachas en las que algo no les satisface del todo. Ya sea que te encuentras en un período laboral en el que estás estancado o no tienes más remedio que dedicarte a una labor que no te llena para pagar las facturas, intentamos encontrar la manera de lidiar con un trabajo que no te gusta. Con la motivación adecuada, incluso puedes encontrarle el lado positivo.
¿Tienes un trabajo que no te gusta? Soluciones prácticas
Hay múltiples razones por las que una persona está en un trabajo que no le gusta, de hecho, no son muchos los afortunados que afirman amar su modo de vida. Ya sea que tienes un jefe que te amarga la existencia, crees que lo que haces está por debajo de tus posibilidades, no has encontrado trabajo en tu sector o no te gusta el ambiente laboral, es hora de aprender a lidiar con un trabajo que no te gusta. En definitiva, pasas tantas horas en él que has de encontrar la manera de no ahogarte y sobrevivir de la manera más positiva posible:
Negocia un cambio
Si no te sientes feliz en tu trabajo es muy posible que no seas del todo productivo ni des todo de ti. La forma en la que afrontamos el trabajo afecta al resultado final. Sin embargo, en lugar de rumiar tu piensa por las esquinas, o hacer corrillos con otros compañeros afirmando tu amargura, intenta cambiar lo que no te gusta.
Tanto si estás sobrecargado de trabajo, infeliz con el salario o infravalorado, lo primero que has de hacer no es hablarlo con los compañeros, sino pedir una reunión con tu superior para explicarle tu punto de vista.
Pide más responsabilidad si estás preparado o, si tienes demasiada, pide ayuda. Sé honesto y habla en positivo: “si pudiera afrontar este desafío la empresa podría conseguir…”, “mi productividad podría aumentar si pudiera enfocarme en…”.
Establece pequeñas metas
Si tu trabajo te aburre y no encuentras el desafío en tu día a día, establece pequeños objetivos de calidad para ti mismo. Intenta siempre mejorar en aquello que hagas en lugar de dejarte llevar por la desidia y pregúntate al final: “¿es lo mejor que pude hacer?”.
No solo atraerás la atención de tus superiores realizando un trabajo cada vez más impecable, sino que además te sentirás mejor con el trabajo que estás haciendo.
¿Puedes alcanzar el trabajo de tus sueños? Inténtalo
Haz algo cada día de tu vida para poder llegar al trabajo de tus sueños. Si no eres feliz en tu trabajo, seguro que tienes en mente qué deberías estar haciendo. Quizás hoy no sea posible pero, si cada día das un paso para ponerte en el camino de ese trabajo soñado, puedes llegar a conseguirlo.
¿Necesitas prepararte mejor?, ¿hacer contactos?, ¿lograr dinero para montar tu empresa? Toma un poco de tiempo cada día para anotar ideas y ver qué acciones puedes realizar para conseguirlo. Te ayudará a pensar que tu situación es temporal y que estás trabajando para conseguir el trabajo que tanto deseas.
Aunque no te guste tu trabajo, piensa en positivo
Levantarte cada día pensando que odias tu trabajo y pasar muchas horas a la semana rumiando tu pena, no conducirá más que al desasosiego, la angustia y la amargura. Incluso si tu trabajo no te gusta, piensa en positivo e intenta extraer lo bueno que tiene. ¿Estás aprendiendo algo nuevo?, ¿tienes unos compañeros de trabajo que merecen la pena?, ¿estás adquiriendo experiencia?, ¿ahorras para lograr montar tu empresa? Aférrate a eso bueno, por pequeño que sea para hacer parte de tu día más agradable.
Sé proactivo para mejorar tu situación laboral
Si crees que lo que haces está por debajo de tus posibilidades, demuestra que puedes hacer más. Ofrécete voluntario para realizar determinados trabajos, realiza propuestas para mejorar la calidad y la productividad del trabajo y no esperes a que te digan qué has de hacer algo para hacerlo. Sé creativo, activo y resolutivo. No expongas los problemas, intenta solucionarlos y sé parte de esa solución.
Leer más sobre cómo ser proactivo e impulsar tu carrera
Una pequeña recompensa al final del día
Si tu trabajo realmente te desagrada, intenta que al menos al final del día, haya algo que te haga ilusión. Quizás sea caminar al salir del trabajo, leer un libro en el autobús, hacer algo de “tardeo” y tomar algo con los compañeros al finalizar la jornada. Una pequeña recompensa puede hacer que incluso las peores tareas sean manejables.
Relaciónate con personas que te aporten cosas buenas
Evita los compañeros tóxicos, los cotillos, las críticas y los corrillos que solo hablan de lo aburrido del trabajo o lo mal que se porta el jefe. Intenta relacionarte con personas positivas que hagan de tu jornada laboral algo más refrescante y divertido. No es necesario que fuerces una amistad, simplemente basta con tener una relación sana que te aporte cosas buenas, y no más amargura.
Haz algún descanso durante tu jornada laboral
Tómate algún descanso para tomar un café o comer fuera de tu trabajo. Te ayudará a refrescarte y a pasar la jornada laboral de una forma no tan intensa. No siempre podrás hacerlo pero, en lugar de sentarse en su escritorio con su almuerzo o en el comedor con todos los demás, sal al exterior y camina durante el tiempo de la comida, llévate un libro a un parque cercano o a una cafetería o simplemente escucha un poco de música en tu móvil. Alejarse físicamente (y mantenerse activo) refrescará su cerebro para poder pasar el resto de horas de trabajo que te quedan.