Preguntas que debes hacerte antes de dejar tu trabajo

Haz un balance de todo lo que te lleva a querer abandonar tu trabajo y de lo que quieres en adelante

Alba Caraballo - 2021-04-15 13:39:00 - Trabajo

Si cada domingo por la noche andas quejándote porque al día siguiente tienes que ir al trabajo, si vas triste y abatido camino de tu empresa todos los días, si últimamente no te sientes a gusto o has tenido problemas con tus superiores o compañeros, es hora de hacer algo al respecto.

En lugar de continuar o aguantar una situación que te desagrada, es hora de plantearse si ha llegado la hora de dejar tu trabajo. Pero es una decisión complicada, que puede afectarte a nivel laboral y personal, por lo que conviene tomarse el tiempo para analizar la respuesta. Te proponemos que reflexiones y te hagas una serie de preguntas antes de renunciar a tu trabajo.

Ver también: Cómo renunciar a tu trabajo sin cerrar puertas

¿Qué está provocando que quieras dejar tu trabajo?

preguntas antes de dejar un trabajo 

Si estás en una situación delicada en tu trabajo y te está provocando desagrado, angustia, enfado o tristeza acudir a tu puesto cada día y crees que ha llegado el momento de abandonar y buscar otro empleo, antes de tomar una decisión precipitada, responde a estas preguntas:

  • ¿Es el trabajo en sí lo que te está provocando desagrado? 
  • ¿Las horas que trabajas son excesivas? 
  • ¿Tienes más trabajo del que puedes asumir?
  • ¿No estás contento con el salario? 
  • ¿Las circunstancias laborales han cambiado y ya no estas a gusto? 
  • ¿Incompatibilidad de objetivos entre lo que buscas y lo que la empresa ofrece? 
  • ¿Crees que te faltan posibilidades de desarrollo o crecimiento profesional?
  • ¿Se trata de un choque con tu jefe o compañeros de trabajo?

Estas simples preguntas pueden resaltar los puntos más débiles de tu puesto de trabajo y cuáles consideras secundarios. Así también podrás analizar si tienes uno o varios problemas en tu puesto de trabajo. Una vez que lo tengas claro, es momento de tomar una decisión, pero antes, una consideración más... Es recomendable hacer una hoja de pros y contras.

¿Cuáles son los pros y contras de tu trabajo actual?

La tabla de pros y contras, es un sistema clásico que ayuda a tomar una decisión importante que no parece clara. Si tienes dudas y unos días te parece que tienes que abandonar tu trabajo y otros crees que puedes seguir adelante, te podrá sacar de muchas dudas.

Al escribir lo que te gusta de tu trabajo y lo que no, podrás organizar mejor toda esa maraña de ideas y sentimientos que tienes en la cabeza. 

Hacer una de estas tablas es bien sencillo, toma una hoja y traza dos columnas, en una de ellas escribe todo lo que te gusta del trabajo y en la otra, lo que te desagrada.

Al finalizar el trabajo analiza qué columna tiene más datos, qué pesa más lo bueno y lo malo, analiza si lo malo se puede salvar o, por el contrario, no tiene solución. 

¿Puede mejorar en algo tu actual trabajo?

Además, puedes hacer una lista de todas las tareas que realizas durante el día normal. Quizás solo tienes picos puntuales de trabajo, aunque te provoquen estrés o quizás realmente estés sobrepasado. Descubrirás si estás trabajando demasiado o, por el contrario, tienes muy pocas tareas y te aburres. Clasifica las tareas que te gustan y disfrutas y las que no te gustan. Así podrás valorar si son mayoría las que te provocan desagrado. 

Piensa sobre qué te gustaría hacer dentro de tu entorno laboral que actualmente no esté en tus tareas. ¿Existe alguna solución para ello?, ¿es posible que si hablas con tu superior pueda encargarte un trabajo más adecuado a tus preferencias y preparación? No te hará daño hacer saber que puedes hacer otro tipo de tareas, no dudes que tu jefe te comunicará si no te ve preparado. 

Si el problema está en el entorno laboral y tienes encontronazos con tu jefe, piensa en si existe una solución. ¿Puedes llegar a un acuerdo con tu superior que mejore vuestra relación?, ¿es su carácter el que provoca la tensión o crees que puedes estar fallando en algo? Analizar poner sobre la mesa también los errores propios.  

Tras este trabajo analítico, aun queda otra pregunta...

¿Qué harás si dejas el trabajo?

Antes de dejar tu trabajo actual, tómate el tiempo para pensar en lo que quieres hacer a continuación, qué tipo de trabajo deseas y, si es posible, en qué tipo de entorno laboral te sentirías bien o con qué tipo de jefe. 

¿Estás en disposición de abandonar sin tener otro trabajo? Por más frustrante que te resulte tu empleo, supone una fuente de ingresos, debes calibrar si te resultará fácil o no encontrar otro puesto y cuánto tiempo podrías estar desempleado.

Esta circunstancia es la que lleva a muchas personas a buscar un nuevo trabajo antes de abandonar el actual. 

Ver también: Por qué busco trabajo y no lo encuentro

¿Estás dispuesto a dar el paso?

Si toda la reflexión que has hecho te lleva a tener claro que vas a cambiar de trabajo, solo te queda pensar hacia donde encaminarte. Piensa en cuáles son tus limitaciones y tus capacidades. En qué puesto de trabajo podrías encajar y qué empresas ofrecen expectativas que cubran tus objetivos.

En este balance general debes pensar en objetivos generales. Analizar si desea trabajar con una gran empresa, una pequeña empresa o para ti. ¿Quieres seguir haciendo lo mismo en otra empresa similar o deseas replantear todo tu futuro?

Los sociólogos hablan sobre el fenómeno creciente del trabajador de dos carreras: la persona que renuncia o se jubila anticipadamente de un trabajo, para emprender una carrera completamente diferente durante la segunda mitad de su vida laboral. Un comercial que tras 30 años en una empresa decide retomar su carrera y verdadera pasión, la psicología; un periodista que ha visto una puerta abierta en el mundo del marketing, una ejecutiva que montó una empresa de decoración de interiores...  

Una vez que tengas una idea general del campo en el que quieres trabajar, sigue preguntándote si tendrás que comenzar desde abajo, si tienes que formarte más, si lo que prefieres es un trabajo fácil con más tiempo libre... 

En definitiva, dejar un trabajo no debe ser fruto de un momento de enfado o una "ventolera", debería ser una decisión absolutamente razonada y analizada, para evitar caer en lo mismo en otra empresa o para evitar verte en la calle con pocas expectativas laborales por delante.