Cómo diferenciar la buena calidad de la mala calidad en la ropa

Pautas que te indican si la prenda que vas a comprar es de buena calidad

Alba Caraballo - 2020-06-04 17:43:00 - Belleza

Hoy en día, la industria textil produce más ropa que en cualquier otro momento de la historia. La oferta es tan enorme y variada que hay prendas de muy distintas tallas, tejidos, calidades, colores, procedencias, diseños, etc. 

Si bien es cierto que a todos nos gustaría llevar ropa de buena calidad a buenos precios, parece que la calidad está asociada con la ropa cara, mientras que la ropa low cost parece ser de menor calidad.

Sin embargo, esta regla no siempre se cumple y es posible encontrar jerseys carísimos con un montón de bolitas tras unos pocos y usos y ropa con un buen tejido y acabado y que dura mucho tiempo a un precio estupendo. Tan solo hay que saber diferenciar la buena calidad de la mala calidad en la ropa, ¿quieres saber cómo?

Trucos para diferenciar la ropa de buena calidad de la de mala

como saber si la ropa es de buena calidad

Evaluar si una prenda es de buena o mala calidad va más allá de analizar el lugar dónde compraste ese nuevo abrigo o esa camisa que llamó tu atención. Tampoco es necesariamente definitorio mirar la etiqueta para saber si se hizo en España, en la India o en China, ya que no todo lo que llega de Asia tiene por qué ser de mala calidad. 

El verdadero examen de una prenda necesita de tus propias averiguaciones para saber si es de buena o mala calidad. La buena noticia es que, no necesitas ser una experta en telas, en tejidos o en costuras para valorar esto, basta con que sigas esta guía para saber si una prenda es de buena calidad:  

1. La calidad de la tela

Según los expertos, las fibras naturales son siempre de mejor calidad que los tejidos sintéticos, y es que, estas telas, como el algodón o la lana tienen unas excelentes cualidades.

Por lo tanto, las telas naturales suelen ser más agradables de usar, mientras que, en ocasiones, las sintéticas pueden picar y hacer que la piel no transpire igual de bien.  

La tela de calidad, debe ser confortable al tacto, debe sentirse cómoda y tener la cualidad de proporcionar un servicio a medio o largo plazo, y no estropearse al segundo lavado.

Sin embargo, has de tener en cuenta que, algunas telas, se usan para hacer ropa barata y también de lujo. Por ejemplo, la tela de un jersey de una marca importante, podría estar hecha con el mismo tejido que un sin un logotipo que incremente su valor y, sin embargo, ser igual de buenas. 

2. No te dejes llevar por el "made in"

Mientras que algunos países han ganado reputación como fabricantes de ropa de buena calidad, ver en la etiqueta al "Made in Italy" en un abrigo, "Made in Scotland" en un jersey de lana o "Made in Spain" en un calzado le da de forma automática valor a la prenda por derecho propio, otros países no están tan bien considerados, como puede ser China, Pakistan o India.

Pero, es importante romper con este mito y es que, muchas prendas firmadas por grandes diseñadores o por tiendas de gama media, pueden estar fabricadas en Turquía, o China

Hoy en día, se puede encontrar ropa de calidad fantástica hecha en China ya que disponen de la tecnología para hacer cualquier tipo de prenda que se les solicite, desde las prendas low cost, a las de lujo. De hecho, las leyes que rigen el etiquetado del país de origen están lejos de ser estrictamente aplicadas, algo hecho casi por completo en un país puede afirmar que se hizo en otro si el acabado se realiza allí, y el acabado puede ser un poco más que coser en unos botones.

La diferencia entre el lugar de origen de la prenda, es decir, el "made in" es que ciertas etiquetas de país de origen brindan confianza mientras que en otros desconfianza. No te dejes llevar por esta apreciación. 

3. Las marcas no siempre marcan la diferencia de calidad

Si bien es cierto que algunas marcas tienen una larguísima tradición a la hora de confeccionar una prenda en concreto y, esa experiencia añade valor al producto, como puede ser Barbour, otras marcas invierten más dinero en publicidad que en el desarrollo de sus productos. 

Esto quiere decir que, puedes sentirte atrapado por la campaña de marketing y publicidad de una marca en concreto y puedes llegar a pensar que sus productos son de calidad porque su eslogan lo indica o porque se ha puesto de moda. Y es que, las marcas que pueden invertir en la captación de clientes, tienden a afirmar que lo suyo lo fabrican con la más alta calidad. Sin embargo, la marca no siempre indica buena calidad. De hecho, algunas marcas muy conocidas por todos, pueden experimentar épocas de mejor calidad y otras en las que su calidad baja. 

4. Analiza los detalles de la ropa

- Una prenda de buena calidad tendrá una costura regular, recta y ordenada, mientras que una prenda de mala calidad tendrá una costura pobre, superpuesta o irregular e hilos sueltos por algunas zonas. 

- Una prenda de buena calidad tendrá un buen patronaje, mientras que una prenda de mala calidad puede tener un dobladillo irregular, una caída que hace bolsas, una cremallera que sube y baja con dificultad o unos botones mal cosidos. 

- Una buena prenda tendrá una tela que se siente suave y confortable al tacto, bien sea liviana para verano, o más texturizada, mientras que una prenda de mala calidad se sentirá áspera, poco suave e incómoda al tacto.

- El corte en la prenda es fundamental, si te pruebas una chaqueta que no parece guardar relación entre el corte de las hombreras y el de la cintura puede que haya sido encargada a un fabricante low cost.

- Hay otros indicativos que se podrían apreciar más adelante, como si la prenda se lava bien, si encoge, si se desvanecen los colores o la tela se vuelve pobre y le salen bolitas. Tu experiencia al usarla podrá determinar si volverás a comprar algo en esa marca nuevamente.

4. El precio de la prenda

Ya hemos visto que no ha de ser una pauta a la hora de comprar un determinado tipo de ropa, no siempre lo barato es malo y lo caro es bueno. 

Sin embargo, sí debes tener unas expectativas en relación con el precio que inviertes. Por supuesto, cuanto más gastas, mayores expectativas en función a la tela, el patronaje, el acabado y los detalles.