Cómo ganar en una discusión de pareja de forma inteligente
7 tácticas para vencer en una discusión de pareja sin levantar la voz
Los conflictos, desavenencias o diferencias en la pareja son una parte inevitable, en muchas ocasiones, en una relación. Si en ocasiones te encuentras defendiendo una postura ante tu pareja y, a pesar de saber que llevas toda la razón, no sabes exponerla de forma convincente, es hora de aprender un poco sobre el arte de la negociación y la persuasión. Conoce lo que debes hacer para ganar en una discusión de pareja con inteligencia.
7 tácticas para ganar en una discusión de pareja
Discutir no tiene por qué significar gritar o tener un fuerte desencuentro con tu pareja, significa simplemente tener puntos de vista diferentes sobre una cuestión. Si, no te ves fuerte en las discusiones y crees que pierdes la mayoría, es hora de ponerle remedio.
Aprender a discutir y a defender tu postura te ayudará a mantener una relación de pareja más equilibrada. Puede que no ganes todas las discusiones, sobre todo si te demuestran que no llevas razón, pero al menos, conseguir unas cuantas victorias te hará sentirte satisfecho contigo mismo. Estos son algunos consejos para ganar en una discusión de pareja:
Haz preguntas sobre su punto de vista
Según algunos expertos hacer preguntas sobre el punto de vista de la otra persona es el camino hacia la victoria en una discusión. Se trata de intentar desmontar sus argumentos a través de una serie de preguntas que pueden llevar a dejarle sin argumentos. Por ejemplo, “¿por qué crees que no debes sacar tu la basura?”, “¿y si no la sacas, dónde la acumulamos?”, “¿cuántas bolsas de basura podemos tener en la cocina?”... y así sucesivamente hasta lograr que tu pareja encuentre la respuesta definitiva.
Mantén el control de la situación
Puede ser difícil controlar las emociones en algunos momentos, pero mantener una actitud neutral, sin gritos, palabras malsonantes o insultos, terminará desmontando a la otra persona. En muchas ocasiones, no se trata de lo que estás defendiendo o cómo lo estás haciendo, sino de cómo lo estás diciendo. Si la otra persona pierde los papeles, mantente aun más en tu sitio y recuérdale que se está descontrolando “¿por qué me gritas?, ¿no puedes decirlo tranquilamente?”
No te pongas a la defensiva
Ponerte a la defensiva, atacar a la otra persona y hacer reproches constantes no es la mejor forma de ganar una discusión. Si te niegas en redondo sin escuchar a la otra parte, no podrás ganar la discusión. No permitas que tu pareja sienta que no le escuchas o no atiendes a sus opiniones sin estar dispuesto a considerar alternativas. Si te muestras reflexivo y comprensivo, la solución parecerá más sencilla. En ocasiones, solo dejando hablar a la otra persona se encuentra la solución.
Utiliza los hechos para refutar tu postura
Los hechos son difíciles de refutar, por lo que si consigues reunir una serie de datos que apoyen tu argumento, tendrás la discusión ganada. Si puedes presentar estadísticas, citas o resultados anteriores que demuestren que tu teoría es acertada, tendrá poco sentido seguir discutiendo.
No lo discutas todo
En una discusión pueden salir varios puntos en los que no se está de acuerdo, no los discutas todos y prepárate para hacer alguna concesión, “estoy de acuerdo contigo en que podemos ir este fin de semana a casa de tus padres, pero entonces el siguiente lo reservamos para nosotros”.
Conoce bien a tu pareja
Estudia a tu pareja, conoce sus fortalezas y debilidades. Explota sus puntos flacos con argumentos que puedan batirlos y evita que pueda utilizar sus puntos fuertes en una discusión. Intenta conducirla por el camino más conveniente para ti.
Si no ganas, al menos no pierdas
En un combate de boxeo o una competición de karate, no puede haber dos ganadores, pero en una negociación sí. Si ves que la discusión te está llevando contra las cuerdas, intenta llegar a un punto medio en el que ambos ganéis.