Por qué es un error hacer reproches constantes a tu pareja
Cómo gestionar un conflicto en pareja sin recurrir a la lista de reproches
El reproche pasa por decir a una persona lo que no ha hecho bien. Es una crítica a su forma de ser, a su forma de comportarse o a una determinada acción.
Todos reprochamos algo a alguien en un determinado momento, sin embargo, hay relaciones que se basan en el reproche constante a la pareja y esto, es una de las cosas que matan una relación sana. Descubre por qué.
El reproche constante en la pareja es un error
Aunque podamos reprocharnos a nosotros mismos cosas en ocasiones, y solamos hacer autocrítica, el reproche es algo que solemos dirigir a los demás. De hecho, hay quien vive reprochando constantemente a los demás por sus acciones y, si esto sucede en el seno de la pareja, está abocada al fracaso. ¿A quién le gusta escuchar constantes quejas sobre uno mismo?
No se trata de callarse aquello que no nos gusta de los demás o aquello que nos ha hecho daño, pero sí de dirigir una discusión hacia un lugar más productivo que un mar de reproches. Lo único que conseguirás cuando saques toda esa lista de cosas negativas que tienes hacia la otra persona es que se repliegue y se ponga a la defensiva.
Está claro que uno discute o se queja porque algo le ha molestado, sin embargo, de ese algo, suelen salir otros cientos de reproches, algunos incluso antiguos y viejos, tan oxidados que es para el receptor agotador volver a escuchar los mismos reproches: “te fuiste aquella vez y no me llamaste hasta el día siguiente”, “recuerdo yo ese cumpleaños que decidiste no dirigirme la palabra”, “hace dos años no estuviste cuando te necesité”...
La discusión en la pareja, debería servir para solucionar los desencuentros, pero insistir una y otra vez en reproches, solo os llevará a un punto muerto del que no habrá salida. Para evitar ese círculo vicioso de reproches y quejas, toma nota de cómo gestionar un conflicto en pareja sin recurrir al reproche constante.
Cómo solucionar problemas en pareja sin hacer una lista de reproches
Escoge una batalla: cuando discutas, evita sacar toda la lista de reproches que has ido acumulando a lo largo del tiempo, no conseguirás nada. Escoge algo que realmente te moleste de tu pareja, que te haga daño o te hiera, e intenta dialogar con él para solucionar ese aspecto. Abandona las pequeñas batallas y haz concesiones, entiende su forma de ser y acéptalo si le quieres.
Cierra conflictos antiguos: supera esas cosas que te han molestado en el pasado y muérdete la lengua antes de traerlas al presente. Has de avanzar y enfrentarte a nuevas situaciones no quedarte anclado en acontecimientos que te hayan molestado.
Además de hablar, escucha: el aficionado a hacer reproches no está acostumbrado a escuchar, su intención es lanzar una lista de quejas y quedarse con ello satisfecho. Sin embargo, esa actitud no es constructiva. Ponerse en la posición del bueno y dejar al otro como el malo, no funciona, escucha lo que tiene que decir, y escucha con atención, puede que no solo tenga una buena excusa, sino que además tu también te estés equivocando en determinadas actitudes.
Discute sin insultar: cuando tengas algo que reprochar, no lo hagas mediante el insulto, perderás automáticamente toda la razón y la atención de quien te escucha que, se cerrará en banda y no querrá escuchar un insulto más.
Juega limpio: saber negociar es todo un arte, puede que tu además sepas como nadie, darle la vuelta a las discusiones y llevar a tu oponente donde quieres para al final, lanzar los reproches que quieres y dejarle sin armas. No juegues, solo intenta arreglar las cosas que no funcionan.