Cómo hacer jabón de miel casero. Receta fácil con pocos ingredientes
Jabón casero con miel y glicerina para el cuidado de la piel
El jabón de miel es una delicia, tiene un dulce olor, es suave con la piel y aporta bienestar. Con solo unos pocos ingredientes puedes hacer tu propio jabón de miel casero. En un abrir y cerrar de ojos tendrás tus pastillas de jabón con un agradable aroma a miel y además, te damos un truco para que tenga aspecto de panal.
Ver también: Cómo hacer jabón de glicerina casero
Jabón de miel casero paso a paso
¿Has utilizado alguna vez jabón de miel? Tiene una textura cremosa, un aroma muy dulce y lo mejor es que deja la piel muy suave. Es perfecto para pieles delicadas o incluso para pieles secas ya que es un jabón muy nutritivo.
La miel se compone principalmente de azúcar, pero también contiene aminoácidos, proteínas, antioxidantes, vitaminas, sales minerales y oligoelementos. La combinación de estos ingredientes la convierte en un producto perfecto en cosmética por su efecto reparador, nutritivo, hidratante y regenerador.
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Si no lo has probado nunca, puedes hacer tu propio jabón casero con miel y glicerina, eso sí, te recomendamos que trabajes rápidamente y no dejes que se espese mientras preparas la mezcla.
Ingredientes
- 200 g de jabón base de glicerina transparente.
- 6 g de miel.
- 6 g de aceite de almendras dulces.
- Esencia aromática de miel.
- Plástico de burbujas.
- Molde de silicona.
Cómo hacer jabón casero de miel y glicerina
1. Toma el molde que vas a utilizar (lo ideal es que sea rectangular o cuadrado, aunque puedes usar redondos). Recorta un poco de plástico de burbujas de embalaje del tamaño de la base de cada recipiente del molde y colócalo en el fondo (pon las burbujas hacia arriba).
Recomendación: utiliza preferiblemente moldes de silicona, en ellos el jabón es más fácil de retirar cuando endurece.
2. A continuación corta la glicerina transparente en trocitos y derrítela al baño maría. Te recomendamos que trabajes en un recipiente de cristal o pírex para que conserve mejor el calor mientras trabajas y mezclas.
Consejo: te recomendamos utilizar jabón de glicerina en bruto porque es más fácil, rápido de procesar y los jabones quedan más bonitos.
3. Añade el aceite de almendras dulces (una cucharada) y con una cuchara de madera mézclalo bien con la glicerina. Ahora añade los 6 gramos de miel (una cucharada) y sigue mezclando. Hay quien le añade un poco de colorante para que adquiera un tono más anaranjado, pero puedes dejarlo tal cual ya que el color resultante es bonito.
4. Añade unas gotas de esencia de miel para darle un mayor aroma, entre 15 y 20 gotas, según quieras que tenga un perfume más o menos intenso.
Nota: trabajar con la miel y darle el punto es lo más delicado, si dejas que se enfríe demasiado espesará antes de tiempo y, si está muy caliente, calentará a su vez la glicerina. Se necesita algo de tacto.
5. Cuando esté bien mezclado, has de volcar el contenido de la mezcla en los moldes. Verás que con estas cantidades que te damos, te dará aproximadamente para hacer dos jabones de tamaño normal. Si te han quedado algunas burbujitas al verter el jabón en los moldes, pulveriza un poco de alcohol de farmacia sobre ellos y verás como desaparecen. Así la superficie quedará totalmente lisa.
6. Deja que tus jabones de miel caseros endurezcan antes de retirarlos de los moldes de silicona. Cuanto más tiempo lo dejes, más compactos quedarán. Cuando llegue el momento, saldrán fácilmente pero habrás de retirar el plástico de burbujas que utilizaste para crear un efecto panal poco a poco (este paso requiere de un poco de paciencia). Ya tienes tu jabón listo para usar inmediatamente o también puedes envolver en un bonito paquete y regalar a tus familiares.
¿Cuánto dinero cuesta hacer jabón de miel casero?
Es posible que te salga más barato si lo adquieres en tienda, ya que las marcas producen productos de forma industrial y resulta más barato, pero si quieres pasar un rato entretenido o participar en la elaboración de tus propios productos, puedes hacerlo tú mismo invirtiendo un poco de dinero:
Jabón base de glicerina transparente: puedes adquirir un kilo de este producto por 13 o 14 euros, pero con él podrás hacer unos 10 jabones.
Miel de abeja: un frasco de miel pura puede costarte en el supermercado unos 4 euros, según la marca y tendrás suficiente miel, no solo para hacer jabones, sino para preparar recetas, infusiones, etc.
Aceite de almendras dulces: un bote de 100 ml puede costar en torno a los 10 euros y, como los anteriores productos, puedes darle otras salidas y usarlo en repetidas ocasiones.
Esencia aromática de miel: 10 ml de este producto está entre los 6 y 7 euros y podrás usarlo para perfumar con humidificadores o quemadores de aceite.
Moldes de silicona: si no tienes en casa moldes de este material, puedes adquirir unos específicos con el tamaño para hacer jabones por poco más de 10 euros.
Puedes encontrar todos estos productos en grandes superficies o tiendas online.
Beneficios de la miel para la piel y el organismo
- La miel es un producto natural que puede usarse en su forma pura o procesada en productos para el cuidado de la cara, el cuerpo y el cabello.
- La miel es uno de los antibióticos más antiguos usados por el hombre, tanto es así que ya los egipcios lo utilizaban para proteger su piel de heridas, quemaduras u otras lesiones.
- Este néctar que producen las abejas puede ayudar a matar bacterias y hongos por lo que puede ayudarnos a mejorar el sistema digestivo, el dolor de garganta o a curar heridas en la piel.
-Tiene un componente ácido, por lo tanto, ayuda a eliminar bacterias porque no pueden vivir en entornos tan ácidos.
- Dado que la miel tiene un efecto antioxidante, protege la piel y las células del cuerpo de los radicales libres, compuestos de oxígeno en el cuerpo que dañan las células.
- Incluso la miel cruda produce peróxido de hidrógeno, una sustancia antibacteriana que podemos encontrar en farmacias y supermercados.
- Es un humectante natural para la piel, le da elasticidad y protege las células. Además, desinfecta y limpia suavemente la piel del rostro sin irritarla.
- Se ha demostrado que la miel cruda ayuda contra problemas superficiales de la piel como descamación de la piel (psoriasis), picazón intensa, infecciones por hongos o herpes. Para hacer esto, la miel se diluye con un poco de agua tibia, la mezcla se aplica a las áreas afectadas de la piel y se lava después de tres horas de exposición.
- Proporciona elasticidad a la piel. Por esta razón, las esencias de miel se encuentran a menudo en lociones corporales y cremas anti-envejecimiento.