¿Se debe echar agua oxigenada en una herida?

Curar una herida con agua oxigenada: ¿sí o no?

Alba Caraballo - 2020-12-27 18:09:00 - Salud

El agua oxigenada o peróxido de hidrógeno es uno de esos productos que suelen estar en el botiquín de casa. Aunque la povidona yodada ha sustituido su uso en gran medida, todavía algunas personas recurren a limpiar y desinfectar una herida con este compuesto líquido hasta que termina de sanar.

¿Es lo más adecuado?, ¿se debe aplicar agua oxigenada en una herida? Te explicamos cuáles son las actuales recomendaciones en torno al peróxido de hidrógeno y cómo se debe limpiar correctamente una herida?

agua oxigenada para las heridas, ¿es bueno?

¿Qué es el agua oxigenada?

Agua oxigenada o peróxido de hidrógeno (H2O2) es un compuesto líquido elaborado a partir de hidrógeno y oxígeno. Se puede producir artificialmente o podemos encontrarlo también en la naturaleza, ya que está presente en el agua de lluvia y en la nieve, porque se forma en el aire a partir del ozono de la atmósfera. 

El agua oxigenada tiene muy distintos usos ya que tiene un efecto desinfectante, antibacteriano, oxidante, eliminador de olores y blanqueador. De esta manera, tiene un uso doméstico, si lo diluyes en agua puedes usarlo para limpiar distintas superficies, limpiar manchas en la ropa, eliminar el moho en algunas superficies, pulir cubiertos de plata o evitar hongos en las plantas.

Además, tradicionalmente se le ha dado un uso para la salud:

- Desinfectar algunas heridas. 

- Secar y reducir la picazón del herpes labial.

- Desinfectar la cavidad bucal y curar aftas.

- Contra los hongos en pies y uñas.

Sin embargo, recientes estudios clínicos han revelado que puede no ser apropiado para tratar y desinfectar todas las heridas. 

En qué casos no es bueno aplicar agua oxigenada en una herida

El médico británico George D. Winter provocó un cambio en la forma del cuidado de las heridas, tras la publicación de un artículo al respecto en la revista científica Nature (1962). Winter demostró que las heridas cicatrizan mejor en un ambiente húmedo. 

Y es que, en las heridas de la piel la regeneración epidérmica es más rápida cuando la superficie de la herida está húmeda, que cuando se expone al aire y se seca. Este artículo sugiere que la razón para ello está en la manera en que se forma la costra en la superficie de una herida expuesta. Hasta aquel momento, enfermeros y médicos habían realizado el procedimiento de otra manera, intentaban secar las heridas y así las vendaban. 

Sin embargo, hoy en día los expertos saben que el exceso de secreción tiene que salir de la herida. Hoy se sigue este concepto para poder regenerar antes tejidos y piel. Sin embargo, todavía hay mucho desconocimiento en la población en torno a esta idea y, muchas heridas se tratan de forma incorrecta.

En este sentido, todavía se tiende a aplicar agua oxigenada o alcohol sobre heridas abiertas, provocando no solo molestia al paciente, sino que además estos productos inducen a crear un ambiente seco en la herida y a evitar ese exceso de secreción del que nos hablan los expertos.

Según los profesionales sanitarios, el uso de peróxido de hidrógeno o alcohol para limpiar una herida debe evitarse ya que puede dañar la piel y retrasar la curación. Hoy en día, la recomendación que nos lanzan los médicos es que la mejor manera de limpiar una herida menor es con agua corriente fría y jabón suave. 

Para ello, se debe enjuagar con agua la herida durante al menos cinco minutos para eliminar la suciedad, polvo, tierra, bacterias u otros deshechos que haya sobre la herida. Asimismo, basta con lavarla con jabón suave para desinfectarla.

El peróxido de hidrógeno se puede usar para la limpieza inicial de una herida, como un pequeño raspado o abrasión. Su acción burbujeante ayuda a eliminar los residuos que puedan estar atascados en la herida. Pero no debe usarse para heridas abiertas grandes o cortes profundos, ni tampoco usarlo para desinfectar la herida en las siguientes limpiezas.

El pagua oxigenada actúa matando las bacterias, tanto las buenas como las malas, por lo que el uso prolongado de peróxido de hidrógeno puede matar las bacterias curativas "buenas" e inhibir el nuevo crecimiento de tejido, lo que ralentiza el proceso de curación.

Cómo se debe curar una herida correctamente

1. Inicialmente, como veíamos más arriba se debe lavar simplemente con agua y jabón para limpiar y desinfectar.

2. Contrario a lo que se pensaba hace unos años, mantener las heridas húmedas ayuda a que las heridas cicatricen más rápido. Para ello se debe mantener el área limpia y aplicar una fina capa de crema antibiótico para prevenir infecciones.

3. Aunque algunas heridas conviene dejarlas al aire, si está en una zona que entra en contacto con la ropa o la suciedad del entorno es conveniente protegerla del roce. Por lo tanto, es preferible vendarla o utilizar un apósito o tirita para reducir el riesgo de infección y que sane más rápido.

4. Para reducir el riesgo de infección, limpia siempre la herida antes de vendarla. Si tienes un corte, el vendaje o tirita puede contribuir a mantener unidos los bordes del corte. 

5. Cuando uses una tira adhesiva, aplícala a lo ancho de la herida, no a lo largo. Y, cuando vayas a quitarla, no tires de ella demasiado rápido ya que podrías arrancar la costra y reabrir la herida. Tira del apósito lentamente y, si sientes que se ha pegado a la costra, remójalo en agua tibia para ablandarlo. 

6. Mientras curas la herida, lávate siempre las manos antes y después de tocar el área afectada.

Efectos secundarios del peróxido de hidrógeno

El peróxido de hidrógeno, aunque puede ser un aliado en la limpieza, y para la salud, también puede resultar peligroso si está demasiado concentrado. Si usa una solución de H2O2 sin diluir o en una alta concentración puede llegar a provocar quemaduras de las vías respiratorias, inflamación de las membranas mucosas o edema pulmonar. 

Si el agua oxigenada altamente concentrada ingresa al cuerpo a través de la piel o por ingestión, puede causar diarrea, problemas circulatorios, dolores de cabeza, vómitos y mareos. 

Por el contrario, si utilizas una solución diluida (que contenga el tres por ciento o menos de peróxido de hidrógeno) puedes usarlo con tranquilidad, aunque siempre teniendo en cuenta que se trata de un producto que requiere de un uso responsable.