Cuáles son los mejores antibióticos naturales para combatir enfermedades bacterianas

Los antibióticos son medicamentos utilizados desde hace años para acabar con determinadas enfermedades bacterianas, además de matar parásitos y hongos. Los utilizamos para tratar otitis, amigdalitis, enfermedades genitales o trastornos de la piel, siempre y cuando sean recetados por un médico. Pero, ¿sabías que también existen antibióticos naturales? Estos son los mejores.

Para qué sirven los antibióticos

En los últimos tiempos se ha puesto de manifiesto el error que supone abusar de los antibióticos y tomarlos sin prescripción médica ya que, podemos crear una resistencia a las bacterias o eliminar aquellas que sí son necesarias para el organismo.

Los antibióticos, prescritos siempre por un médico, pueden ayudarnos a combatir enfermedades causadas por bacterias, parásitos y hongos, haciendo el tratamiento de la enfermedad más fácil y su cura más rápida.

Qué son los antibióticos naturales

Aunque los antibióticos actuales los adquirimos en las farmacias y puede parecer un remedio de la medicina moderna, en realidad existen desde hace siglos y el ser humano los ha obtenido de los recursos naturales, en definitiva, de la naturaleza, para curar ciertas dolencias.

Y es que, algunos alimentos, aceites esenciales o plantas tienen propiedades antibióticas para tratar desde afecciones del tracto urinario hasta los hongos. ¿Dónde podemos encontrar antibióticos naturales?

La miel es un poderoso antibiótico natural

Es uno de los antibióticos más antiguos usados por el hombre, tanto es así que ya los egipcios lo utilizaban para proteger su piel de heridas, quemaduras u otras lesiones.

- La miel puede ayudar a matar bacterias y hongos por lo que puede ayudarnos a mejorar el sistema digestivo, el dolor de garganta o a curar heridas en la piel.

- Contiene azúcar por lo que puede actuar como una esponja y absorber el fluido de una herida infectada.

- También es muy ácida por lo que las bacterias no pueden vivir en entornos tan ácidos.

- Incluso la miel cruda produce peróxido de hidrógeno, una sustancia antibacteriana que podemos encontrar en farmacias y supermercados.

- Ya que contiene elementos derivados de las plantas, algunas mieles tienen una acción antibacteriana procedente del néctar que las abejas recolectan.

La miel puede desde ser aplicada directamente sobre una herida infectada o puede tomarse cruda para tratar infecciones internas.

Antibióticos naturales: el ajo

Es un antibiótico natural accesible y muy económico. Tiene grandes propiedades curativas y puede ayudar a prevenir infecciones, eso sí, para que sus propiedades puedan actuar sobre las infecciones, el ajo ha de consumirse crudo, ya sea trocear un diente de ajo y tomarlo como una pastilla, añadiéndolo al aceite de oliva o adquirir extracto de ajo. También puedes aplicarlo directamente sobre una herida.

El ajo contiene sulfuro de alilo, bueno para la digestión, tiene efectos antisépticos y ayuda a eliminar la mucosidad y a depurar los bronquios.

Aceite esencial de tomillo como antibiótico

En un estudio realizado en 2011, los investigadores probaron la eficacia del aceite esencial de tomillo sobre un grupo de más de 120 cepas de bacterias. En este caso, sólo es para uso externo, el aceite de tomillo no se emplea de forma oral.

Se ha de aplicar en la zona afectada por una herida infectada o una quemadura pero ha de diluirse previamente, mezclando a partes iguales con aceite de coco o aceite de oliva, ya que de lo contrario podría provocar irritación.

Aloe vera

El gel de aloe vera contiene poderosos antioxidantes, que pertenecen a los polifenoles, unas sustancias que pueden ayudar a inhibir el crecimiento de ciertas bacterias que pueden causar infecciones. Además también acelera la curación de las quemaduras y otras heridas de la piel. En este caso, se frota sobre la piel en lugar de ingerirse.

Jengibre, antibiótico natural

Es una planta herbácea de origen oriental con múltiples propiedades, entre ellas, la de ser un antibiótico natural. Se utiliza como antibacteriano en los casos de diarrea. Además es perfecto para tratar dolores e inflamación de garganta ya que es un analgésico natural de efecto inmediato. Se puede tomar directamente en cuanto se noten los primeros síntomas.

Cebolla

Junto con su primo, el ajo, es uno de los mejores antibióticos naturales. Tiene propiedades antibacterianas debido a su contenido en azufre y puede usarse para tratar infecciones bacterianas como la bronquitis o la faringitis.

Para disfrutar de las propiedades antibióticas naturales de la cebolla se puede dejar macerando en un bol un cuarto de cebolla cubierta por azúcar y un poco de limón. Déjalo reposar, y al cabo de un tiempo verás que ha salido un jugo que puede ser ingerido directamente.