Cómo limpiar las cenizas de tu chimenea de forma fácil

Disfrutar al calor de una chimenea en un frío día de invierno es uno auténtico placer. Mirar cómo los leños se van quemando resulta absolutamente hipnótico, sin embargo, no todo consiste en sentarse frente al fuego, una vez utilizada la chimenea de leña tenemos ante nosotros un trabajo de mantenimiento necesario para que siga funcionando de forma óptima.

Debemos sacar la mayor parte de las cenizas que han quedado tras la combustión, las astillas que no se hayan quedado de forma frecuente y limpiarla por dentro de vez en cuando para dejarla en perfectas condiciones. ¿Buscas trucos para realizar esta tarea? Descubre cómo limpiar las cenizas de tu chimenea de forma fácil.

Trucos para limpiar la chimenea y eliminar las cenizas

Sentarse junto a una chimenea en una noche fría es un auténtico placer, pero para poder disfrutar del fuego y evitar el riesgo que pueden causar las chispas de la madera, así como el humo en la habitación si la salida de humos no tira adecuadamente, es fundamental. Para lograrlo, es básico mantener la chimenea limpia. Además, recuerda mantener lejos de la chimenea cualquier material inflamable como alfombras y cortinas.

Si ha llegado la hora de limpiar tu chimenea para eliminar todas las cenizas que se han acumulado en uno o dos días de uso, te puede venir bien conocer estos trucos: 

Truco para evitar que el polvo de la ceniza se esparza al limpiar

El polvo y el hollín serán los elementos más engorrosos de tu chimenea, y es que la ceniza que deja el fuego es muy fina, lo que puede convertir en su limpieza en algo arduo y lento. Para evitar que además de la chimenea tengas que limpiar tu casa, te pueden venir bien estos trucos: 

Espolvorea un poco de café molido húmedo sobre las cenizas antes de intentar limpiarlas. Pesarán más y mantendrán el polvo al mínimo, evitando que se esparza por la habitación manchando el suelo o los muebles.

Extiende una toalla grande o una sábana vieja en la base de la chimenea donde estarás arrodillado. Esto evitará que una gran cantidad de cenizas caiga sobre el suelo. Coloca un pequeño cubo de basura cerca y, con un cepillo, barre el hollín o las cenizas del suelo y las paredes de la chimenea y tíralo a la basura con cuidado para que el polvo no vuele. 

Truco para limpiar más rápidamente las cenizas de la chimenea

Limpiar una chimenea es más fácil cuando se cubre el fondo con papel de aluminio. Solo has de esperar a que las cenizas se enfríen, para doblar el papel de aluminio con todos los restos dentro y y coloque una capa nueva para el próximo fuego.

También puedes utilizar una aspiradora para eliminar el polvo de las cenizas, en lugar de un recogedor y una pequeña escoba. Sin embargo, si utilizas tu aspiradora habitual puedes termina dañándola, sobre todo si quedan partículas muy calientes entre las cenizas, lo que puede provocar que el depósito se queme o se estropee. 

Además, las partículas de ceniza pueden escapar al aire ya que el polvo de ceniza es mucho más fino que el polvo doméstico normal, lo que facilita su escape a través del filtro de una aspiradora doméstica. 

En caso de que tengas una chimenea en tu casa, te vendrá bien tener una aspiradora especial para cenizas. Tienen depósitos de metal para contener el calor de las brasas, sus mangueras son resistentes al calor y su filtro es apto para atrapar las partículas de polvo más fino. 

Truco para limpiar a fondo la chimenea

Si has estado encendiendo mucho la chimenea durante el otoño o el invierno, te conviene realizar una limpieza a fondo. Para ello, puedes elaborar un producto casero que te ayudará a dejar los ladrillos más limpios eliminando el hollín. 

Mezcla 3 tazas de vinagre de limpieza, con 3 tazas de amoníaco y 3 taza de bórax. Mezcla bien los ingredientes, ponte unos guantes y unas gafas para protegerte y limpia con esta solución los ladrillos. 

También puedes realizar una pasta con bicarbonato de sodio y agua y aplicar con un cepillo en movimientos circulares. Deja que repose durante cinco o diez minutos y enjuaga bien con agua. Si no está lo suficientemente limpio, repite la operación.

Consejos para limpiar las cenizas de la chimenea

- No intentes eliminar las cenizas inmediatamente después de haberse fundido la leña. Espera al menos 12 horas tras haberse apagado el fuego.

- Incluso habiendo esperado el tiempo necesario, antes de aspirar o eliminar el papel de aluminio con las cenizas, inspecciona con la tenaza o la pinza de la chimenea para comprobar que no quedan brasas. En caso de haberlas, elimínalas con cuidado o espera a que se extingan por completo.

- Quita el mayor volumen de cenizas manualmente, retirando el papel de aluminio si lo pusiste o con un cepillo y un recogedor y, procede a aspirar el polvo restante con una aspiradora para las chimeneas.

- Limpia la superficie interna de la chimenea con una solución casera a base de vinagre, amoníaco y bórax y mantén la ventana de la estancia abierta mientras lo realiza para evitar intoxicaciones, o también puedes probar con agua y jabón y una esponja. Para las zonas más arenosas, utiliza un cepillo de cerdas fuertes para ayudarte a rascar mejor.

- Elimina los restos de productos limpiadores y enjuaga bien antes de volver a utilizar la chimenea