Cómo pintar con rodillo y dejar un acabado de profesional
Bricolaje casero: consejos para pintar usando un rodillo
Si estás a punto de pintar una pared de tu casa, una puerta, un mueble o el techo y eres novato en la materia, es posible que estés buscando información sobre los trucos que te ayudarán a realizar un buen trabajo.
Utilizar las herramientas adecuadas te ayudarán a conseguirlo, por lo tanto, si vas a pintar una extensión grande, usar el rodillo es la solución más adecuada para hacer un trabajo rápido y dejar un acabado uniforme. Sin embargo, pintar con rodillo no consiste solo en humedecerlo e ir rellenando huecos. Los profesionales usan métodos que aseguran que la pintura tenga un resultado impecable, ¿quieres conocerlos? Así es como se pinta con rodillo.
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Trucos para pintar con rodillo y dejar un acabado uniforme
Si ya te has decidido a ahorrar un dinero y vas a pintar tú solo una pared de tu casa, has elegido el color y tienes las herramientas necesarias, antes de ponerte manos a la obra, echa un vistazo a estos consejos para pintar con un rodillo y consigue que tu trabajo sea de profesional.
Que necesitarás
- Rodillo.
- Cubo de pintura.
- Agitador de madera para la pintura.
- Cinta de carrocero.
- Poste de extensión si fuera necesario.
- Guantes de látex o nitrilo.
- Pincel o brocha.
- Paleta para escurrir la pintura.
Consejo antes de comenzar a pintar con rodillo
Para realizar el trabajo rápidamente puedes no usar una bandeja de pintura para escurrir, en lugar de eso, puedes volcar la pintura que vayas a usar en otro balde profundo y presiona el exceso de pintura contra las paredes antes de aplicarla. Esto acelera el proceso ya que evita que tengas que estar visitando constantemente la bandeja de pintura, bien sea para rellenarla o para recargar y escurrir el rodillo.
Primer paso: prepara la zona a pintar
Antes de pintar, has de tener cuidado con los muebles, el suelo, techo, puertas y demás elementos de la pared. Por lo tanto, extiende una tela vieja sobre el suelo para que el exceso de pintura caiga sobre ella y no sobre el suelo y utiliza un poco de cinta de carrocero para pegarla y no resbalarte. Coloca también cinta de pintor en los marcos de la puerta, los rodapiés y las áreas que no quieres que toque la pintura. Cubre los muebles que haya en la habitación con telas porque el rodillo puede desprender gotitas de pintura y dañar tus enseres.
Paso 2: mezcla bien la pintura
La pintura que has comprado lleva un tiempo parada, por lo tanto los pigmentos pueden haberse separado. Para que vuelvan a mezclarse utiliza un palo de madera para hacer un efecto batidora dentro del cubo de pintura y lograr que la mezcla sea homogénea.
Paso 3: vierte la pintura que vas a usar en un cubo
Transfiere la pintura que utilizarás del bote de pintura a un balde para no dañar la que no uses y cerrar cuanto antes el cubo evitando que se seque. No viertas la pintura muy rápido para que no haga burbujas. No viertas demasiado, es preferible que vuelvas a echar más a que te sobre.
Paso 4: moja el rodillo
Sumerge el rodillo en el cubo, no lo introduzcas mucho más allá de la cubierta del rodillo, ya que esto cubrirá el marco del rodillo con pintura y provocará goteos. Deja que el rodillo absorba bien la pintura, escurre el excedente sobre el lateral del cubo de arriba a abajo varias veces sin presionar demasiado. Algunas pinturas incluyen una paleta escurridora que se engancha a los laterales, de lo contrario, puedes hacerte con una para agilizar el trabajo.
Paso 5: pinta con el rodillo
Si ya tienes cargado el rodillo y has escurrido el excedente de pintura lo suficiente como para que no gotee, comienza a pintar por el centro de la pared, no por el borde. Realiza un movimiento en W al mover el rodillo o en forma de M, es decir, mueve de arriba a abajo y en oblicuo. Trabaja siempre desde un borde que está húmedo hacia el otro para que no salgan líneas y ve rellenando, poco a poco, los huecos. Cuando veas que el rodillo ya no tiene casi pintura, vuelve a cargarlo. En estas inmersiones posteriores, solo hace falta que mojes parcialmente el rodillo. Presiona de nuevo en el balde y sigue pintando.
Debes también realizar un retroceso con el rodillo, es decir, pintar por segunda vez mientras la primera capa todavía está húmeda, así podrás rellenar secciones y profundizar el color. Debes regresar al área poco después de que se haya colocado la primera capa. Si esperas demasiado, la primera capa será pegajosa y dará como resultado un acabado texturizado, no liso.
Para pintar los bordes y lugares más escondidos, utiliza un pincel o brocha. Además, ten precaución cuando pases el rodillo cerca de una superficie que no vas a pintar, como el techo o una pared adyacente ya que al rodar, el rodillo puede salpicar gotas finas de pintura. Hazlo lentamente y con cuidado.
Evita encender un ventilador o el aire acondicionado mientras trabajas para que las partículas de polvo no caigan sobre la pared aun fresca.
Paso 6: aplica una segunda capa de pintura
Después de que la pintura se haya secado completamente, aplica una segunda mano. Dos capas de pintura harán que sea más duradera y se cubra bien el fondo que acabas de pintar.
Paso 7: recoger y limpiar
Retira la cinta de carrocero cuando la pintura esté seca (pero no lo dejes demasiadas horas ya que te llevarás parte de la pintura por delante). Si has usado pintura plástica o de látex, puedes limpiar el balde, el rodillo y demás artículos con agua tibia y jabón. Deja que seque muy bien el rodillo antes de guardarlo para un siguiente uso. Si no consigues limpiar correctamente la esponja del rodillo, es preferible que la deseches y adquieras otra para otra ocasión, así evitarás que quede un mal acabado.
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Qué rodillo uso para pintar
Existen distintos tipos de rodillo, no todos valen para todos los acabados o áreas a pintar, escoge el más adecuado a tu caso:
Rodillos de goma espuma: perfectos para esmaltes y barnices.
Rodillos de lana: suelen usarse para aplicar pinturas acrílicas y al agua.
Rodillos de pelo pequeño: pueden ser de pelo sintético o natural y son los adecuados para pinturas acrílicas y látex.
Rodillos de espuma: se usan para pinturas sintéticas.
Rodillos de goma: suelen utilizarse para realizar acabados con textura.