Cómo eliminar polvo y suciedad de los rodapiés de forma fácil
2 trucos para limpiar los zócalos de tu casa correctamente
Te invitamos a realizar una prueba: toma un paño o un algodón y pásalo por cualquier parte del rodapié de tu casa. ¿Qué ha quedado en el paño? Esta prueba dará el mismo resultado en cualquier zona de tu hogar donde haya un zócalo, más aun en aquellos zócalos que están detrás de muebles o hacen esquina: el paño saldrá lleno de mugre y polvo.
Y es que, cuando aspiramos el suelo o lo fregamos, solemos olvidar esta pequeña repisa que utilizamos para embellecer la estancia y para proteger la pared de golpes y roces. Sin embargo, eliminar polvo y suciedad de los rodapiés de tu casa es fácil. Te enseñamos dos útiles trucos para hacerlo de forma rápida y eficaz.
2 trucos para limpiar los rodapiés de la casa de forma rápida y fácil
Cuando nos ponemos manos a la obra con la limpieza de la casa, hay zonas que solemos olvidar. Una de ellas, son los rodapiés que solo nos llaman la atención cuando se ven especialmente sucios. Y es que, si no eliminas el polvo y otras porquerías frecuentemente, quedarán bastante sucios. En este post, te invitamos a que incluyas los zócalos en tu rutina de limpieza y sigas estos consejos para realizar esta limpieza de forma fácil y eficaz.
Limpiar los zócalos de la casa a conciencia
Para eliminar la mugre acumulada de tus rodapiés de forma concienzuda necesitas:
- Jabón de lavavajillas.
- Agua.
- Barreño o cubo.
- Paño de microfibra.
- Toalla de baño.
1. Para invertir menos tiempo y hacer la limpieza de forma más eficaz, antes de ponerte a frotar con el paño, retira todos los muebles para que puedas ir haciendo un recorrido fácil por el rodapié.
2. Coloca una toalla en el suelo o incluso, si tienes, puedes usar una esterilla de yoga para descansar las rodillas mientras limpias.
3. Primero pasa el paño de microfibra por toda la superficie del rodapié para atrapar el polvo y suciedad que ha caído encima. Ve girando el trapo a medida que se ensucie para ofrecer una zona limpia sobre el zócalo y evitar volver a dejar el polvo sobre otra zona.
4. Cuando hayas eliminado el polvo de todo el rodapié, viene la segunda parte, fregarlo para dejarlo impoluto. Para ello vierte agua en un barreño y echa unas gotitas de jabón de lavavajillas. Sumerge un trapo limpio de microfibra para que se empape, escúrrelo bien para eliminar el exceso de agua y pásalo por todo el rodapié de nuevo.
No lo empapes demasiado para evitar que caiga agua sobre tu tarima o parqué ya que podría dañar tu suelo. Si ves que el agua del barreño se torna demasiado sucia, cámbiala y sigue con tu tarea.
Para secarlos, puedes pasar un trapo seco o puedes ventilar bien la casa para que termine de secar al aire.
Truco para limpiar los zócalos sin esfuerzo
Si no quieres tirarte al suelo para limpiar tus zócalos y, ya tienes muchas tareas como para añadir una más, puedes seguir el siguiente truco:
1. Coloca en tu aspiradora la boquilla para espacios pequeños y pásala por toda la cornisa de los zócalos, no olvides los rodapiés que están detrás de los muebles, te sorprenderá la cantidad de polvo que acumulan. También puedes utilizar la mopa en este caso, no para limpiar el suelo, sino para incidir en estas pequeñas superficies. Puedes poner sobre ella incluso, un paño atrapapolvo.
2. A continuación, llena el cubo de la fregona con agua y una cantidad adecuada (según el fabricante) de producto para limpiar tus suelos. Y ayúdate de ella para fregar por encima de estas superficies. Recuerda escurrir bien la fregona para evitar el goteo de agua. Limpia bien por detrás de las puertas, tras los muebles y, sobre todo, en las esquinas.
Si tienes alguna esquina difícil, quizás te sea más útil utilizar la limpieza a mano y el trapo de microfibra o incluso un viejo cepillo de dientes.
Limpieza de zócalos de forma regular
Si ya te has tomado el tiempo y el esfuerzo de quitar polvo, telarañas y suciedad de los rodapiés de tu casa a fondo, solo has de mantenerlos en buen estado, pero ¿cómo?
Basta con que los limpies una vez por semana o una vez cada quince días. Simplemente pasa el paño, la aspiradora o la mopa sobre ellos para evitar tener que hacer una limpieza tan profunda. Cuando estés limpiando el suelo, recuerda que, sobre esta pequeña cornisa se deposita mucha suciedad.