21 fascinantes curiosidades del esqueleto humano
Datos increíbles sobre nuestros huesos
Nuestro cuerpo está construido sobre una estructura formada por huesos y que se divide en cabeza, hombros y extremidades. Es nuestro esqueleto, formado por 206 huesos que nos permiten correr, agarrar una taza, teclear en el ordenador o bostezar.
Y es que, a pesar de que tienen una función mucho más pasiva que los músculos, ya que es el sostén del cuerpo, sin ellos seríamos algo así como medusas o plastilina. Nuestros huesos protegen a órganos fundamentales del cuerpo como el cerebro o el corazón.
¿Quieres aprender más sobre nuestra estructura? Estas son 21 fascinantes curiosidades del esqueleto humano.
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Curiosidades sobre los huesos y el esqueleto humano
1. Tenemos 206 huesos en el cuerpo humano distribuidos así:
- 32 en cada brazo.
- 31 en cada pierna.
- 29 en el cráneo.
- 26 en la columna vertebral.
- 25 en el pecho.
2. Casi todos los huesos que forman nuestro esqueleto son articulados, es decir, gracias a las contracciones que realizan los músculos que en ellos se sujetan, nos podemos mover.
3. Antes de tener huesos, cuando estamos en el útero materno, tenemos cartílagos, que son unos tejidos elásticos y resistentes. Tras la osificación, se endurecen y se sueldan a lo largo de la gestación. Este proceso de osificación de los huesos termina entre los 20 y 25 años de edad.
4. Un bebé recién nacido tiene 350 huesos que, para adquirir su forma definitiva, seguirán soldándose hasta convertirse en 206.
5. Aunque los huesos son sólidos, no son del todo duros y pueden deformarse. Así, una persona que monta mucho a caballo, puede terminar con las piernas arqueadas.
6. Los huesos están huecos, es por ello que también son ligeros. Son como tubos formados por un tejido. La parte más resistente está formada por una serie de láminas superpuestas y, el interior, es poroso y está lleno de cavidades.
7. Los huesos no son tejido muerto, están vivos. Esto significa que han de cuidarse y alimentarse. De ello se encarga el periostio, un tejido fibroso que está irrigado con vasos sanguíneos.
8. En la cabeza tenemos 29 huesos: 22 entre el cráneo y la cara, 6 huesecillos en los oídos y 1 bajo la lengua, el hioides.
9. Los dientes no son huesos, pero los 32 que tiene un adulto forman parte del cráneo. Están fijados en sus alvéolos, donde se forman a partir de un tejido epitelial.
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10. La espina dorsal es el soporte central del esqueleto y está formado por 33 o 34 vértebras, situadas una sobre otra. Son como anillos. Esta columna vertebral del cuerpo, además de permitir que podamos estar en posición erguida, protege a la médula espinal que circula por el interior de las vértebras.
11. El funcionamiento de algunos órganos como pulmones, corazón o hígado es similar en casi todos los animales superiores. Sin embargo, el sistema óseo y muscular del ser humano es tan particular que es lo que nos permitió adoptar la posición erguida hace 8 millones de años y desarrollarnos hasta dominar el planeta.
12. No todos los huesos tienen el mismo tamaño, son de muy distintas y variadas formas y tamaños. El más pequeño es el estribo, en el oído con 3 milímetros de longitud, mientras que el más largo es el fémur que puede llegar a medir 50 centímetros en algunos adultos.
13. Los huesos, no son a prueba de golpes, también pueden fracturarse pero, son capaces ellos mismos de reparar la lesión. ¿Cómo lo hacen? Las células óseas se mueven hasta el punto de la fractura y la reparan, eso sí, para que puedan hacer bien su trabajo, necesitan que el hueso no se mueva y algo de tiempo.
14. El sonido que escuchamos cuando crujimos los dedos de la mano, no son los huesos golpeando entre sí, sino las burbujas de aire que hay entre ellos explotando.
15. Aunque los huesos son bastante duros y nos permiten realizar un sinfín de movimientos, están hechos de un 31% de agua.
16. En la caja torácica tenemos 24 huesos, son las costillas. Siete pares de ellas están unidas con el esternón. Tres pares se sueldan a la anterior mediante un cartílago y, los dos últimos pares, son las costillas flotantes y están libres.
17. Mientras que el funcionamiento de órganos como los pulmones, el corazón o el hígado son similares en muchos animales superiores, la relación entre el esqueleto y los músculos en el ser humano es tan particular que, se cree que fue lo que nos permitió adoptar la posición erguida hace 8 millones de años.
18. En el camino a la evolución, el esqueleto del ser humano es uno de los elementos de nuestra anatomía que más cambios ha experimentado. En concreto, el cambio en la forma de la cadera es lo que permitió que estuviéramos de pie.
19. Existen tres diferencias principales entre las manos del ser humano y las de cualquier otro primate: la presencia del pulgar, que puede agarrar y manipular cosas; la potencia de la mano y cómo ejercemos la fuerza a voluntad; y la precisión a la hora de realizar movimientos que necesitan cuidado o delicadeza.
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20. Los puntos donde se unen o conectan los huesos se denominan articulaciones. Algunas son móviles y, en ellas, uno de los huesos tiene una cavidad donde se ensambla el otro. Esas dos partes que están en contacto están recubiertas por una sustancia llamada cartílago que ayuda a amortiguar posibles golpes.
21. Las articulaciones pueden ser móviles, como en las extremidades, semimóviles, como en la columna vertebral o fijas, como en los huesos del cráneo.