Las sirenas en la mitología griega, ¿cómo eran?
La sirenas de la mitología no tenían cuerpo de pez
Si hablamos de las sirenas, rápidamente nos viene a la mente la figura de una seductora mujer con cuerpo de pez. La literatura, el cine, las series y el arte ha representado durante muchos años así a estas criaturas.
Sin embargo, originalmente ni eran amables, ni tenían cuero de pez. Te explicamos quienes fueron en realidad las sirenas en la mitología griega y cómo fueron evolucionando hasta nuestros días.
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Las sirenas en la mitología griega: el origen
La figura de las sirenas tiene su origen en la mitología griega. Aparecen por primera vez en La Odisea de Homero (siglo VII a.C.).
Se las nombra en una de las aventuras de Ulises, en la que navega junto con sus hombres rumbo al estrecho de Mesina, donde vivían Escila y Caribdis, dos monstruos marinos que vivían uno frente a otro y que suponía un gran peligro para los barcos que intentaban atravesarlo
Ulises sabía que en aquella travesía hacia el estrecho se enfrentaría a las sirenas, unas mujeres que emitían un dulce canto que hacía que los barcos se estrellaran contra las rocas. Eran criaturas aladas temidas por los marinos, ya que sus dulces cantos les seducían y conducían hacia una muerte segura.
Ulises, sin embargo, quería escuchar su canto y pidió a sus hombres que lo ataran al mástil del barco y, les avisó para que le ataran incluso más fuerte si pedía que lo desataran. Así, Ulises pudo escucharlas cantar, aunque sucumbió a la locura y pidió desesperado que lo desatasen. Los hombres de Ulises tenían cera en los oídos para no escuchar nada y así superaron el peligro y continuaron su viaje.
¿Por qué querría Ulises exponerse así al peligro? Puede que Ulises supiera sobre el hechizo que se cernía sobre ellas, si algún navegante escapaba de su canto y lograba salir vivo, las sirenas se suicidarían ahogándose y ningún otro marino tendría que pasar por aquella dificultad.
Homero no cuenta mucho más allá sobre las sirenas en La Odisea, ni tan siquiera las describe físicamente, por lo que la información que se tiene proviene de muy diversas fuentes, fuentes que se transmitieron de forma oral.
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Lo que sí se sabe es que el mito griego clásico de las sirenas no las representa con cuerpo de pez, como nos contó Hans Christian Andersen en La Sirenita. En realidad los registros más antiguos de las sirenas nos sitúan ante unas criaturas mitad pájaro y mitad mujeres. Este personaje pudo llegar hasta la mitología griega a través de la cultura egipcia. Los antiguos egipcios tenían entre sus creencias a un espíritu con cuerpo de pájaro y cabeza humana que mediaba entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Historias griegas de las sirenas
Algunas fuentes cuentan que las sirenas eran hijas del dios del río Aqueloo y de la musa Terpsícore y aparecen en otras historias relatos además de la de Ulises.
Según la mitología griega, Perséfone, hija de Deméter y Zeus, fue secuestrada por el dios Hades y llevada al inframundo. Las sirenas no pudieron impedir el secuestro de su señora, y Deméter en represalia, se retiró de todas partes del mundo para que la gente ya no pudiera tener cosechas y sufriera el hambre. En cuanto a las sirenas, según algunas versiones, sufrieron también el castigo de Deméter, ya que las convirtió en seres mitad humanas, mitad pájaro por no haber cuidado de su hija. Según otras versiones, adquirieron esta imagen para poder sobrevolar los cielos y buscar a Perséfone.
Cómo pasaron las sirenas de tener cuerpo de pájaro a tener cuerpo de pez
Aunque los registros más antiguos hablan de las sirenas como unas criaturas mitad pájaro y mitad mujeres, con el tiempo se ha ido relegando esta imagen y en el imaginario común está la imagen de una criatura mitad mujer y mitad pez. ¿Cómo es posible?
Se cree que esto es debido a la superposición de distintos mitos, junto con otros relatos y cuentos modernos. Las primeras representaciones de mujeres pez se remontan a la Edad Media, esto lleva a algunos historiadores a pensar que los mitos griegos debieron fundirse con las leyendas nórdicas que fueron extendidas por los pueblos que invadieron a los romanos.
También se cree que la figura de las sirenas pudo confundirse con el paso de los años con el de las nereidas, unas bellas ninfas que vivían en el agua y que, en ocasiones, se las representaba con cola de pez.
Conclusión
En el imaginario griego la sirena era un ser mitad mujer y mitad pájaro. El primer texto clásico en el que se mencionan es La Odisea de Homero, en el que se les describe como criaturas que habitaban una isla cercana a Escila y Caribdis.
Con el tiempo, la imagen de la sirena pudo fundirse con otros mitos nórdicos o confundirse con las ninfas nereidas y, a partir de la Edad Media, se las comenzó a representar con cola de pez.