Por qué la lechuga puede hacernos engordar

Alba Caraballo - 2018-05-04 21:14:00 - Alimentación

La lechuga es una de esas verduras de hoja verde que están presentes en la mayor parte de dietas de adelgazamiento. Son refrescantes, tienen un suave y agradable sabor y tienen pocas calorías. Sin embargo, algunos estudios han puesto de manifiesto que la lechuga puede hacernos engordar, ¿imaginas por qué?

¿La lechuga puede hacernos engordar?

¿La lechuga engorda?

Una lechuga, sea cual sea su tipo, escarola, romana, cogollo o trocadero, aporta entre 10 o 15 calorías y son los carbohidratos los que aportan la mayor cantidad de esas calorías.

Si buscas en Internet seguro que encuentras cientos de artículos que hablan de los beneficios de la lechuga, no es para menos, es fuente de vitaminas, minerales, es diurética, saciante, contiene mucha agua (más del 90% de su composición), ácido fólico y fibra.

Sin embargo, en los últimos tiempos comienzan a alzarse voces que cuestionan a la lechuga, tanto que hasta el mismo Washington Post dedicaba un artículo completo a empañar la visión que tenemos de ella, principalmente porque ocupa cientos de hectáreas de cultivos, requiere toneladas de combustible para transportarla, energía para refrigerarla y todo? ¿para qué? Para ponerla en un plato y añadir nada más que un crujido a la hora de comerla. Se la criticaba abiertamente y sin remordimiento.

No son los únicos, otros medios de comunicación como el New York Times han criticado a la lechuga como ingrediente principal en las dietas de adelgazamiento. ¿Por qué? ¿Acaso la lechuga engorda? ¿Las cenas con ensalada engordan como creen algunos? Definitivamente no, la lechuga no engorda, pero sí lo hace la forma en la que la preparamos o la consumimos.

No es la lechuga la que nos engorda, sino el resto de ingredientes con los que aderezamos una ensalada o incluso el hecho de prepararla como acompañamiento de otros platos que contienen más grasas.

¿A qué nos referimos? Al pedir una ensalada en un restaurante puede resultar que estamos llevando una alimentación saludable, pero ésta deja de serlo cuando la utilizamos para acompañar una hamburguesa. O incluso algo muy común es añadir a una ensalada de lechuga otros ingredientes como queso de cabra, bacon frito o un enorme chorreón de aceite (una cucharada de aceite de oliva tiene 120 kilocalorías). Es más, mojar con pan el jugo que queda al final no ayuda nada, definitivamente no.

Es decir, muchas personas creen que la lechuga les engorda, creen que al introducirla como una opción saludable y poco calórica aumentan las posibilidades de adelgazar, sin tener en cuenta el resto de alimentos que están introduciendo en ella.

Algunos estudios incluso ponen de manifiesto cómo las personas que llenan su carrito con productos verdes: lechuga, judías o espinaca son más propensos a pasar también por la sección de helados o cerveza. Es decir, la lechuga se utiliza para corregir ciertos errores alimenticios.

La única pega que tiene la lechuga de noche es que es posible que el sistema hormonal de algunas personas sea menos eficiente a la hora de metabolizar los carbohidratos. Es decir, puede que no tengan suficientes enzimas para descomponer los carbohidratos, o que las enzimas no funcionen en forma correcta. Esto hace que una cantidad dañina de azúcar se acumule en su organismo. Sin embargo, corresponde a una patología muy concreta. Insistimos, la lechuga como tal, no engorda.


Entonces, ¿qué debe contener una ensalada de lechuga para que no engorde? Fácil, otros vegetales u hortalizas como tomate, quinoa, palmitos, pimiento espárragos...