Qué causa el olor a lluvia fresca y por qué nos resulta tan agradable
El olor que se produce al caer la lluvia sobre la tierra se llama petricor
Cuando de pronto, un cielo soleado, se llena de nubes y éstas comienzan a descargar agua sobre el suelo seco, comenzamos a percibir un agradable olor que nos produce desde nostalgia de nuestra infancia a una sensación muy placentera. Es un olor evocador, cautivador y sugestivo. Pero, ¿qué causa ese olor a lluvia fresca?, ¿sabes que tiene un nombre?, ¿por qué nos resulta tan agradable el olor a tierra mojada?
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¿De dónde viene el olor a lluvia fresca?
Puede que no lo supieras, pero el olor a lluvia fresca tiene un nombre, se llama petricor. Esta palabra se la debemos a dos australianos, Isabel Joy Bear y R. G. Thomas. Estos geólogos escribieron un artículo que fue publicado en 1964 en la revista Nature y describían el petricor como como «el olor que deriva de un aceite exudado por ciertas plantas durante periodos de sequía».
Y es que, este termino se utiliza para denominar ese proceso químico que sucede cuando el agua de lluvia entra en contacto con la tierra seca. Al humedecerse libera una serie de compuestos químicos, entre ellos aceites vegetales, aunque, el elemento más importante y el responsable del olor a petricor es un tipo de alcohol llamado geosmina, cuya traducción etimológica es “aroma de la tierra".
La geosmina es una sustancia química producida por la bacteria Streptomyces coelicolor y otras bacterias que se encuentran en el suelo y son perceptibles únicamente cuando la tierra se humedece
La geosmina la producen las bacterias que viven en el suelo, que son las responsables de descomponer cualquier materia que caiga sobre la tierra. En definitiva, ese agradable olor a lluvia fresca, no proviene de otro sitio de que las bacterias y los elementos que caen sobre la tierra.
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Por qué podemos oler una tormenta que se aproxima
Ese cautivador olor a lluvia fresca solo podemos percibirlo cuando el agua cae sobre la tierra seca. Como hemos visto, cuando unas meras gotitas de agua golpean la tierra, levantan compuestos que contienen geosmina. Pero, si además hay un poco de viento, es posible que transporte este agradable olor y puedas percibir a distancia que se aproxima la lluvia, a pesar de que el suelo que estás pisando esté todavía seco.
Incluso, si no detectas el petricor antes de que la lluvia llegue donde estas tú, es posible que percibas que se acerca una tormenta por otro detalle: el ozono.
En un día de tormenta, con rayos y truenos, entra en acción el ozono. Y es que, a partir de la carga eléctrica de un rayo se produce ozono. La carga eléctrica de un rayo, divide las moléculas de nitrógeno y oxígeno presentes en la atmósfera en átomos separados. Algunos de ellos, se mezclan produciendo óxido nítrico, que reacciona a su vez con otros químicos atmosféricos produciendo una molécula de tres átomos: el ozono. Por lo tanto, las tormentas contribuyen a la formación de ozono en la naturaleza.
El ozono, tiene un olor ciertamente fuerte, por lo tanto si tu nariz no es sensible al petricor, quizás sí lo sea al ozono.
Por qué nos gusta tanto el olor a lluvia y tierra mojada
Los olores tienen una relación directa con nuestras emociones. Un olor puede hacernos sentir asco, nostalgia o tristeza.
Los expertos piensan que la conexión entre el sentido olfativo y las emociones tiene su raíz en nuestros antepasados, ya que necesitaban desarrollar un buen olfato para poder sobrevivir, igual que muchos animales.
Es más, el ser humano, no solo busca su propia seguridad, sino también su bienestar, necesitamos sentirnos bien, el placer. Y los olores agradables quedan almacenados en nuestro cerebro y nuestra memoria.