Qué hacer si tocas una planta urticante como la ortiga

Existen distintas variedades de plantas urticantes, aunque una de las más conocidas y presentes en casi todo el mundo es la ortiga. Las podemos encontrar al pasear por el campo, ya que suelen crecer en zonas umbrías y en la rivera de los ríos. 

Estas plantas suelen tener unos pelillos en las hojas que, al contacto desprenden una sustancia que de forma instantánea irrita y enrojece la piel, además de provocar escozor y dolor. ¿Te ha pasado? Esto es lo que debes hacer de forma inmediata si tocas una planta urticante como la ortiga.

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Plantas urticantes: ¿cuáles son y qué efectos provocan?

Enrojecimiento, ronchas, ampollas, urticaria, ardor, dolor o picazón son algunos de los síntomas más comunes que provocan algunas plantas con un simple roce. La más común de todas ellas es la ortiga, aunque también podemos toparnos con hiedra venenosa, roble venenoso, perejil gigante, ruda o algunas plantas de cítricos que provocan el mismo efecto. 

Y es que, aunque al pensar en plantas peligrosas, la mayoría dirigimos nuestra mirada a aquellas cuyos frutos no deben comerse porque resultan venenosas, hay otras que también pueden causarnos daños con tan solo un breve contacto. 

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Una de estas plantas traicioneras es la ortiga. Si has tocado alguna, seguro que no has vuelto a intentar acercarte a ella nunca más. Sus hojas disponen de una serie de pelillos urticantes que al contacto con la piel desprenden una sustancia que la irrita. Es una especie de sistema defensivo de estas plantas para garantizar su supervivencia. 

Según la zona expuesta a la planta y si el área es muy grande o localizado, el dolor puede ser moderado o intenso. De hecho, alguna especie de planta urticante es realmente peligrosa y puede provocar una reacción similar a una quemadura o una descarga eléctrica. Una de ellas es la Dendrocnide moroides, llamada comúnmente gimpi gimpi o el aguijón del suicidio, ​es nativa de las selvas tropicales del norte y este de Australia, las islas Molucas e Indonesia y, un contacto con ella puede provocar una grave reacción alérgica o un shock anafiláctico que puede requerir de atención médica. Afortunadamente, no son especies muy extendidas.  

Además, a diferencia de la ortiga convencional que podemos encontrar en parques y bosques, cuyas espinas se vuelven inofensivas una vez, la planta se corta, blanquea o seca; las espinas de la dendrocnide moroides pueden guardar su efecto años después de ser recogidas y secadas. 

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Plantas urticantes: qué hacer si he tocado una

Si el contacto con una ortiga o una planta urticante no ha producido una reacción alérgica grave o intensa, podemos poner en práctica distintos sistemas para aliviar los síntomas de la quemazón o la erupción que nos ha causado. Toma nota: 

- Lo más importante es lavar con agua cuanto antes. Cuando lo hagas evita frotar la zona porque el producto químico que deja la planta en la piel podría penetrar a capas más internas y provocar un daño mayor. Por lo tanto, basta con poner la pierna, mano o brazo bajo el chorro de agua. 

- Pasados unos minutos aplica agua y jabón para eliminar bien los químicos que podrían estar presentes todavía. En esta etapa ya se habrán secado y será más fácil su eliminación sin que dañen más la piel. 

- Otro truco consiste en usar cinta adhesiva para eliminar las fibras de la hoja que puede quedar en la piel, se trata de hacer una especie de simulación de depilación para tratar de arrancar lo que quede sin que penetre en la piel.

- Una vez realizado el tratamiento inmediato para evitar daños mayores, puede que la piel esté en buenas condiciones y no quede irritación alguna o, en personas más sensibles, puede aparecer una urticaria y una irritación que persiste durante algún tiempo. En este caso, se puede utilizar la savia de una planta que suele crecer en los muros de piedra o en las fisuras de las rocas donde hay humedad, el Umbilicus rupestris u ombligo de Venus. 

- En caso de no conocer bien la planta o no disponer de ella, también puedes utilizar el clásico remedio casero de enfriar la zona. Envuelve unos hielos en un paño y aplícalo sobre la piel para calmar la hinchazón y la irritación. Producirá un agradable alivio. 

-Evita las temperaturas altas en la zona afectada ya que podría irritarse aun más, por lo tanto, intenta tomar duchas templadas o evitar que el agua caliente llegue al área.

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- No te rasques la zona que entró en contacto con la planta urticante, incluso aunque ya no queden trazas de su sustancia irritativa, el área está sensible y podría empeorar. En caso de que la piel muestre ampollas, puedes acudir a la farmacia para que te recomienden una pomada con cortisona para aliviar la molestia.

- En caso de tener una reacción alérgica más severa, tu médico podría recetarte un antihistamínico y así combatir los efectos de la planta urticante. Como efecto secundario podrías sentirte más cansado o somnoliento.

- Si dispones de alguna crema local calmante, puedes aplicarla pero intenta hacerlo a toquecitos, nunca frotando la zona. 

Resumen

Algunas plantas producen una reacción urticante con el simple roce. Una de ellas es la ortiga, es una planta que alcanza entre 50 y 150 cm y que se encuentra fácilmente en casi todo el mundo. Crece en zonas húmedas y se puede encontrar a lo largo de caminos, en el campo o en la montaña. Disponen de unos pelillos en las hojas y el tallo que, si los tocas, te producirán una sensación de ardor y picazón desagradable  y además puede causar erupción. Generalmente, las picaduras de ortiga no causarán problemas a menos que seas alérgico a esta planta urticante.

La erupción puede ser dolorosa durante algunas horas después del roce aunque normalmente no requiere de atenciíon médica. Sin embargo, tanto la ortiga como algunas otras especies de plantas urticantes pueden llegar a provocar una reacción alérgica grave (anafilaxia) en algunas personas. Por lo tanto, es importante permanecer atento a los síntomas.