Qué provoca la falta de apetito en los adolescentes
Cuando tu hijo adolescente no tiene hambre, ¿qué le ocurre?
Se podría pensar que la infancia y la adolescencia es una etapa de grandes cambios físicos, lo cual debería llevar al cuerpo a necesitar más nutrientes durante toda la etapa de crecimiento. Esta necesidad se debería traducir en unas ganas de comer destacables para poder afrontar todo el gasto energético derivado de esos estirones.
Sin embargo, muchos padres ven cómo ocurre lo contrario, los jóvenes tienen pocas ganas de comer y no parecen tener hambre, ¿les ocurre algo? Si es tu caso y te preocupa que tu hijo no se esté alimentando lo suficiente, se salta comidas o come poca cantidad, te explicamos qué provoca la falta de apetito en adolescentes, qué puedes hacer y cuándo constituye un problema a consultar con su médico.
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Causas de la falta de apetito en adolescentes
La adolescencia es un período de rápidos cambios físicos, mentales y sociales que a menudo puede causar pérdida de apetito en algunos adolescentes. Sin embargo, son precisamente estos cambios físicos los que demandan una buena alimentación para evitar déficits nutricionales que puedan afectar a su salud y provocar alguna enfermedad.
La falta de apetito en la adolescencia puede estar provocada por distintos condicionantes:
Causas psicológicas relacionadas con el apetito en la adolescencia
Los problemas emocionales, conflictos con los amigos o la familia, los complejos, el estrés, la presión académica, los problemas de aprendizaje o los sentimientos negativos afectan fuertemente al adolescente, que todavía no tiene las herramientas suficientes como para sobreponerse, relativizar o afrontarlos. De hecho, aunque pueden pasar problemas importantes como cualquier adulto, también son problemas nimios cotidianos los que les afectan de forma aplastante.
Todo ello les puede provocar un estado de estrés, ansiedad, tristeza e incluso depresión que incide directamente en su apetito, mostrando un cambio de hábitos a la hora de alimentarse.
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Trastornos de la alimentación en la adolescencia
La anorexia nerviosa y la bulimia son dos trastornos de la alimentación que van en aumento e incluso afectan a personas cada vez en edades más tempranas, incluso a niños. Estos trastornos pueden desarrollarse tanto por razones psicológicas como por la presión social que sufren ante la idea de verse como esa compañera de clase tan delgada o esa influencer que luce espectacular y sin un ápice de grasa (la mayor parte de las veces imágenes erróneas y poco realistas).
La presión social del grupo influye mucho en el peso de los adolescentes, por lo tanto puede incidir sobre su apetito. Ese deseo extremo de tener una figura perfecta, lleva a algunos adolescentes a dejar de comer conscientemente.
Causas médicas y falta de apetito en adolescentes
Igual que un adulto o un niño, el adolescente puede verse afectado por una pérdida temporal del apetito si está atravesando alguna enfermedad viral o bacteriana. En estos casos, esa falta de hambre es benigna y se recupera una vez que el adolescente deja de sentirse enfermo. En los casos en los que el adolescente tiene un problema de salud crónico, la falta de apetito persiste con el tiempo por lo que es importante que un médico realice un seguimiento del peso del adolescente y además realice análisis periódicos para valorar si existe algún déficit importante en sus niveles.
Algunos medicamentos provocan falta de apetito
Algunos adolescentes que han de tratarse de forma continua con medicamentos, como son los jóvenes con TDAH, sufren una pérdida de apetito como un efecto secundario de los fármacos que toman para su tratamiento. De nuevo, es su médico quien debe realizar un seguimiento para valorar la posibilidad de ajustar la medicación o cambiarla si genera una pérdida de peso importante.
Abuso de sustancias y falta de hambre en adolescentes
La Organización Mundial de la Salud describe el abuso de sustancias como el uso nocivo o peligroso de sustancias psicoactivas, bien sea alcohol u otro tipo de drogas. Los estudios muestran que el uso prolongado de tales sustancias causa pérdida de apetito debido a sus efectos secundarios.
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Qué hacer si tu hijo adolescente no tiene hambre
Si la pérdida de apetito es puntual y temporal, bien debido a una enfermedad viral, un cambio estacional o un estrés puntual por los exámenes, no debemos agobiar en exceso al adolescente persiguiéndole para que coma más ya que podemos estar provocando el efecto contrario además de angustiarle aun más. Sin embargo, si piensas que ha bajado de peso, está falto de energía, fatigado y cansado, es recomendable:
Reconocer el problema: habla con tu hijo adolescente para saber qué le está ocurriendo y muestra empatía hacia sus problemas. Nunca minimices o te rías de sus problemas aduciendo que los tuyos son mayores. Abre un canal de comunicación para que pueda sincerarse y puedas valorar si requiere de ayuda psicológica o puede afrontar sus problemas con resiliencia.
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Realiza cambios en la dieta: si realizas un menú muy igual durante todas las semanas, intenta realizar cambios e introducir novedades que le pueda parecer atractiva. Por ejemplo, si le gusta la comida mexicana, prueba a realizar algunos platos que no haya probado. También puedes dividir más las comidas si crees que está comiendo poco, de esta manera, en lugar de desayuno, comida y cena, dale alguna merienda para el recreo en el Instituto que le resulte sabrosa, así como algún batido de frutas en la merienda. Intenta que no se salte comidas aunque coma poco en cada una de ellas y opta por los alimentos naturales y caseros en lugar de los procesados.
Ejercicio físico: el deporte estimula el apetito, seguro que eres consciente de cómo después de una mañana en la piscina, llegas a la hora de la comida con más hambre. Y es que, el ejercicio quema calorías, lo cual estimula el proceso biológico para reponer lo que hemos quemado, así como libera endorfinas, las hormonas que nos hacen sentir bien. Proponle actividades que puedan encajar con su forma de ser, bien sean deportes individuales o con amigos.
Educa sobre el peso saludable: haz hincapié en vuestras conversaciones como los influencers y famosos que salen en las revisas no muestran la realidad de su físico. Muéstrale como la televisión, las redes sociales o las revistas ocultan deliveradamente la realidad de los cuerpos y que incluso, hasta los hombres y mujeres más espectaculares tienen celulitis, grasa, acné, calvicie, poros en la piel, estrías, varices, etc. La perfección no existe en la vida real y se logra a través de filtros y mucha edición fotográfica.
Habla con un especialista: si crees que la falta de apetito está afectando al peso del adolescente, así como a su estado emocional o su forma de comportarse con los demás y a sus rutinas, no esperes para hablar con un especialista, tanto a un médico como a un psicólogo. Cuanto antes se controlen los malos hábitos alimenticios más fácil será la recuperación ya que caer en un trastorno alimenticio es un problema grave que puede afectar a la persona durante toda su vida e incluso puede dejar secuelas de salud graves. Tanto su médico como una terapia psicológica pueden ayudar al adolescente a afrontar los problemas que están afectando a su forma de comer y a hacerlo de forma saludable. La desnutrición afecta el crecimiento y el desarrollo del adolescente de distintas formas: provocando fatiga, falta o retraso de la menstruación en las jóvenes, arritmias, problemas óseos, caída del cabello, problemas dentales, etc.