Cómo curar un arañazo o raspadura en la piel
Heridas: qué hacer para que un rasponazo cure bien
Los arañazos o abrasiones en la piel son una de las heridas más frecuentes y, aunque pueden ser incómodas y molestas, con el tratamiento adecuado para curar un arañazo o raspadura en la piel, sanarán en pocos días y evitarás que quede una cicatriz. Toma nota de estos consejos muy útiles y prácticos para curar heridas con o sin costra.
Arañazos en la piel
La mayoría de los rasguños son heridas menores y suelen curar dentro de los 3 o 7 días posteriores, aunque, cuanto más grande y profundo sea el arañazo, más tiempo tardará en curar. De hecho, una raspadura más importante, podría tardar en sanar entre una y dos semanas.
Por lo tanto, la manera en la que se cura un arañazo o raspadura depende de la profundidad, el tamaño y el lugar de la herida.
Lo que ocurre durante este tiempo en el que se está curando es que, el rasguño suele arrancar la capa externa de la piel pero, el organismo automáticamente comienza a generar piel en la parte inferior de la herida. Es decir, el rasguño comenzará a curar de abajo hacia arriba.
En caso de que la raspadura haya eliminado todas las capas de la piel, comenzará a formarse nueva piel desde los bordes de la herida hacia el centro. En estos casos, suele verse blancas las heridas y las células de grasa pueden llegar a ser apreciables a simple vista. Este tipo de heridas, más profundas, son las que tardan más en curar.
Arañazos que sanan con costra
Algunos arañazos, dependiendo de la zona en la que se encuentren, comienzan a formar costra durante el proceso de curación.
La costra, no es otra cosa que, una formación de color rojizo formada por sangre y plaquetas. Es una formación temporal que comienza a cubrir la herida a medida que va cicatrizando. Su función es la de servir como protección para que la piel pueda regenerarse, evitando que puedan acceder hasta la herida pequeños elementos o suciedad presente en el ambiente. Además, mantiene seca a la herida y libre de infecciones. Cuando la herida ha logrado generar costra por toda la superficie, es el momento en el que permanecerá seca y dejará de salir líquido.
La costra, aunque puede arrancarse con los dedos con facilidad y muchas personas sienten la tentación de quitarla, es una protección natural para la herida conocida como incrustración o encostración. Por lo tanto, evita quitarte la costra porque solo harás más lento el proceso de curado y podrías dejar una cicatriz en la zona. La costra va haciéndose cada vez más pequeña mientras la herida sana y, se cae a medida que se forma piel bajo la costra.
Si la costra está en una zona móvil, por ejemplo, una articulación, puede agrietarse y provocar el exudado de la herida, es decir, la salida de un líquido amarillento. Esto puede resultar más incómodo.
Si, durante el proceso de cicatrización, algún golpe o raspadura vuelve a arrancar la costra, la herida podría volver a sangrar nuevamente y comenzará de nuevo el proceso de cicatrización con costra.
Arañazos que sanan sin costra
Algunos rasguños, por la zona en la que están, pueden no generar ninguna costra. También puede ocurrir que, la herida esté vendada y mantenga la humedad dentro impidiendo la formación de la costra o simplemente porque la persona lava o moja mucho la zona (como en temporada de playa o piscina) y no se propicia la formación de la costra.
En este caso, la zona se va volviendo de un tono rosáceo a medida que se va generando nueva piel. Aunque, si la costra no aparece a causa de la humedad en la zona o que se mantiene mojada la herida mucho tiempo, es posible que tarde más tiempo en curar.
Consejos para curar un arañazo o rasguño en casa
Los pequeños rasponazos pueden tratarse en casa, para cuidar una abrasión en la piel has de:
1. Lavar bien las manos: antes de proceder al limpiado de una herida, has de desinfectar tus manos para evitar transferir bacterias a la herida. Puedes usar también unos guantes.
2. Lavar bien la herida: lava con cuidado la zona con agua tibia y un jabón suave, intenta eliminar bien todas las partículas que pueda haber en ella como arena u otra suciedad con cuidado. Si alguna está un poco más incrustada, utiliza unas pinzas esterilizadas.
3. Si el rasguño no sangra: después de lavar la herida, aplica un poco de antiséptico y deja que la herida permanezca al descubierto con el cuidado de que no roce con nada. Si la tapas con una tirita o venda, atrapará la humedad dentro y tardará más en curar.
4. Si la herida está sangrando: utiliza una gasa para aplicar un poco de presión en la herida y ayudar a detener el sangrado. Puede ayudar también elevar la zona de la herida. Aplica antiséptico para limpiarla correctamente y, si no sigue sangrando, deja que seque y cure al aire. En caso de que salga líquido o la zona roza constantemente con alguna parte del cuerpo o la ropa provocando molestia, cúbrelo con un vendaje limpio o una gasa y limpia la herida una vez al día, pero intenta que esté al aire el mayor tiempo posible.
Cuando ir al médico por un arañazo o raspadura
En general, la mayoría de las abrasiones en la piel curan solas en unos días, sin embargo, aquellas que son más profundas pueden dar lugar a infección o una mala cicatrización.
Comprueba la herida mientras cura y asegúrate de que siempre esté limpia pero, si sospechas que puede haber infección, quizás debas acudir a tu centro médico para que un especialista en enfermería te cure, estos son los síntomas:
- La piel está enrojecida, irritada, hinchada y duele al tacto.
- La herida, no termina de curar por más días que pasan.
- De la raspadura sale un líquido verde, amarillo o marrón.
- La herida huele mal.
- La persona afectada tiene fiebre.
Además, deberías acudir inmediatamente al médico si la herida es de tercer grado, es decir, si es una herida más severa, con el desgarro de la piel a capas profundas y sangra abundantemente. En caso de que el sangrado no pare después de cinco minutos, sea muy profuso o el accidente que la causó fue violento, es necesario acudir a un centro médico para una valoración y tratamiento.
En caso de que la herida sea profunda, puede que requiera la extirpación del tejido adyacente o, si la herida cursa con infección, podrían recetarte una pomada antibiótica o antibióticos orales para acabar con los agentes causantes de la infección.