Uñas amarillas: ¿por qué amarillean y qué hacer?
¿Por qué se me han puesto las uñas amarillas?
Las uñas pueden darnos mucha información sobre nuestra salud en general. Si han adquirido otra tonalidad, si se parten con fragilidad o están débiles puede ser el resultado de algún tipo de enfermedad, pero también puede ser causado por algunos productos estéticos.
Si, de pronto, has notado que tienes las uñas amarillas, conviene que analices por qué han podido amarillear y qué has de hacer. Te damos unas cuantas pistas que pueden ponerte sobre la clave de lo que le ocurre a tus uñas.
Uñas amarillas: causas y soluciones
Unas uñas saludables deberían tener un tono rosado en la uña y más blanquecino en la base, hacia la zona de la cutícula. En caso de tengas las uñas amarillas, es un indicativo de que algo no va bien, puede ser desde un simple problema estético al síntoma subyacente de una enfermedad. Estas son las posibles causas de por qué amarillean las uñas:
1. Esmalte de uñas oscuro y uñas amarillas
Tras usar durante un tiempo un esmalte oscuro, ya sea granate, negro, morado o rojo, las uñas no parecen tener el aspecto natural y saludable que tenían antes de usar el pintauñas. Por más que te esmeras en retirar el esmalte, las uñas lucen amarillentas.
Y es que, ciertos tonos de esmalte y, sobre todo, el uso frecuente de ellos, así como del quitaesmalte con acetona, pueden teñir la uña dejando una mancha amarillenta. En este caso, el problema es solo estético, es frecuente y no reviste de gravedad alguna.
Otros cosméticos que pueden teñir también las uñas son los autobronceadores, que pueden dejar manchas amarillentas.
¿Qué hacer?
Puedes intentar poner en práctica algún remedio casero como blanquear las uñas con limón, con pasta de dientes o limarlas y pulirlas. Pero, si no quieres someterlas a más tratamientos, déjalas, la tinción desaparece por sí sola con el tiempo. A medida que crezca la uña, la nueva tendrá de nuevo ese tono rosado tan saludable.
Si además has visto como las uñas de tus pies estaban amarillentas durante mucho tiempo tras usar una larga temporada esmalte, intenta cambiar a tonos más claros y, sobre todo, usa antes una capa protectora.
2. Infección por hongos o micosis en las uñas
El color amarillento de la uña puede indicar una infección por hongos en la uña, una afección que es más frecuente en las uñas de los pies que en las de las manos. Se produce con mayor frecuencia en aquellas personas que caminan descalzos en ambientes como piscinas, vestuarios o saunas. El hongo se aloja entre los dedos de los pies y se propaga a la piel y a las uñas.
La micosis en las uñas comienza a aparecer como una pequeña mancha amarillenta bajo la punta de la uña. Esta mancha va extendiéndose y volviéndose más profunda a medida que la infeeción avanza. Los hongos pueden causar decoloración en la uña y hacer que se vuelva más gruesa y deforme. La infección por hongos más común es la de la familia Trichophyton.
Ver también: qué es la micosis
¿Qué hacer?
Para prevernirlo, evita los ambientes húmedos, los zapatos que no transpiran o pisar descalzo en lugares de uso público como baños de piscina. También se conveniente que te seques bien entre los dedos tras la ducha. Si ya tienes hongos, requiere de un tratamiento antimicótico para acabar con ellos. Los antifúngicos están disponibles en forma tópica y oral. Debido a que las uñas crecen lentamente, sería necesario seguir el tratamiento durante varios meses hasta erradicarlos por completo y, en algunos casos, se debe repetir más adelante ya que puede volver a activarse.
3. Síndrome de la uña amarilla
El síndrome de la uña amarilla es una rara enfermedad sistémica rara caracterizada por uñas de los pies y de las manos amarillas, que no poseen cutículas, crecen lentamente y se encuentran flojas o sueltas (onicólisis). Además se dan otro tipo de síntomas que incluyen problemas respiratorios y linfedema, hinchazón de las piernas.
¿Qué hacer?
Su tratamiento se centra principalmente en la compresión de la uña para ayudar con la hinchazón del linfedema y para tratar los síntomas respiratorios.
4. Diabetes y uñas amarillas
Los diabéticos a menudo han de lidiar con síntomas como piel seca y problemas en las uñas, entre otras afecciones. En el caso que nos ocupa, las uñas pueden volverse quebradizas y débiles, así como más gruesas y decoloradas. Estas uñas son susceptibles a infecciones fúngicas (micosis), lo que conduce a un mayor engrosamiento y coloración amarillenta de las uñas.
¿Qué hacer?
Es importante reducir la probabilidad de tener un descontrol de la glucosa, por lo tanto, se ha de seguir el tratamiento recomendado por el especialista para mantener un mejor control de la glucosa.
5. Onicólisis
La onicólisis ocurre cuando el extremo de la placa ungueal comienza a levantarse del lecho ungueal y se ve blanco o amarillo porque el lecho ungueal ahora está expuesto al aire. En definitiva, la uña comienza a desprenderse de la piel, no se adhiere bien a ella. Generalmente ocurre tras un trauma o golpe o como efecto secundario de la toma de algunos medicamentos. Es frecuente verlo en personas que trabajan con las manos como manipuladores de alimentos, pescaderos, peluqueros, etc.
¿Qué hacer?
Si trabajas con las manos, utiliza guantes protectores y evita que las uñas estén en constante contacto con la humedad o productos químicos. Mantén las uñas bien recortadas y evita introducir objetos para limpiar por debajo de ellas ya que puede hacer que se mueva o se levante más. En el caso de que sea debido a algún medicamento, consulta con tu médico la posibilidad de probar con otro tratamiento.
6. Psoriasis y uñas amarillas
La psoriasis es una enfermedad de tipo crónico que afecta a la piel creando capas que se descaman. Suele aparecer principalmente en el cuero cabelludo, codos, rodillas, tronco y pies, aunque las uñas también pueden verse afectadas. Además, afecta más a las uñas de las manos que a las de los pies, ya que son las que más expuestas están.
Los cambios en las uñas en personas con psoriasis pueden incluir coloración amarillenta, engrosamiento de las uñas y ralladura en las uñas.
¿Qué hacer?
El tratamiento suele ser lento debido a la lentitud en el crecimiento de la uña, en cualquier caso, ésta es una condición en la que un dermatólogo realmente puede ayudar a orientar el tratamiento adecuado. Suele tratarse con pomadas o cremas a base de corticoides, infiltraciones con corticoides o mediante fármacos.
7. Enfermedades de la tiroides
Los cambios en las uñas son más visibles en personas que padecen hipotiroidismo, una afección que se produce cuando existe una producción anormal de hormonas en la glándula tiroides, en concreto, por unos niveles bajos de hormona tiroidea. En este sentido, los pacientes pueden ver cómo sus uñas se ven más frágiles, crecen mucho más lentamente y se muestra más gruesa.
¿Qué hacer?
Ya que las uñas amarillas pueden ser un síntoma de hipotiroidismo, se hace necesario tratar la enfermedad para que las uñas recobren su salud.
Ver también: cuáles son los síntomas del hipotiroidismo
8. Tabaquismo
La nicotina y el alquitrán presentes en los cigarrillos, pueden manchar los dedos índice y corazón, que son los que suelen sujetarlos, así como las uñas, que pueden volverse amarillentas.
¿Qué hacer?
Lo principal es dejar de fumar para dejar de tener los dedos amarillentos, así como otros problemas de salud. Para eliminar de forma puntual, puedes blanquear tus dedos con limón.