4 lácteos bajos en grasa que son buenos para tu salud

Nuestro organismo necesita las grasas (las buenas) para poder tener energía y realizar todas las funciones de forma óptima. Además, los estudios han demostrado que la grasa de los lácteos no son responsables de los casos de obesidad o sobrepeso, sino más bien los azúcares y malos hábitos alimenticios. Sin embargo, en ocasiones necesitamos reducir el aporte de grasas en nuestra dieta. 

Ya sea que estés realizando alguna dieta baja en calorías o te veas obligado por alguna condición médica a controlar tu alimentación, toma nota de estos 4 tipos de lácteos bajos en grasa que son buenos para tu salud y te ayudarán a controlar el peso. 

Beneficios de tomar alimentos lácteos con poca grasa

La Academia Española de Nutrición y Dietética, aconseja incluir a diario uno o dos lácteos bajos en grasa (leche, yogures o quesos) ya que contribuye a aportar nutrientes clave para el buen funcionamiento del organismo, además de cumplir con hábitos alimentarios de la tan alabada dieta mediterránea.

Los expertos recomiendan el consumo diario de los alimentos lácteos por su valor nutritivo: 

- Los lácteos bajos en grasa proporcionan calcio, algo imprescindible para mantener los huesos y dientes sanos.

- Contienen vitamina B, como la riboflavina y vitamina B12 que ayudan a combatir el cansancio y la sensación de fatiga.

- Los minerales que contienen los lácteos, como el potasio, contribuyen a mantener una presión arterial saludable. Los minerales de leche pueden desempeñar un papel importante para ayudar a detener la pérdida ósea durante la pérdida de peso

- El suero que contiene la leche, es una proteína que el cuerpo puede absorber rápidamente, por lo tanto ayuda a que se produzca una recuperación muscular rápida, algo que viene bien tras un entrenamiento. 

- Contienen proteínas, pero además, son de alto valor biológico, por lo tanto, similares a las que nos aporta la carne o el pescado. 

Qué aportan los lácteos bajos en grasa

Ya hemos visto que la toma de lácteos debe ser una máxima en nuestra dieta diaria ya que es un alimento de un altísimo valor nutricional, así lo remarcan los expertos pero, ¿aportan lo mismo los lácteos bajos en grasa que los lácteos enteros o completos?

La grasa de los lácteos se extrae realizando un proceso de centrifugación, en el que la grasa se separa del resto de componentes, debido a su diferente densidad. El resultado son leches, quesos, mantequillas, yogures, requesones, cuajadas u otros lácteos fermentados como el kéfir, bajos en grasa.

En este caso, para saber cuál es el valor nutricional de cada producto, es necesario conocer la proporción que existe de leche en cada uno. Y es que, no es lo mismo un lácteo que un derivado lácteo (aquellos en los que la leche es solo uno más de los ingredientes, como sucede en las cremas, flanes o natillas).

En el caso de la leche desnatada, es una leche baja en grasas pero rica en proteínas, vitaminas y minerales. Así ocurre con los quesos o yogures light, pero no tienen las mismas propiedades otros derivados de los lácteos.

En definitiva, si comparamos los lácteos enteros con los bajos en grasa, ambos presentan un valor nutricional similar. Lo que les separa es el aporte calórico que da la grasa y también menos vitaminas A y D ya que se pierden al eliminar la grasa. 

Qué lácteos bajos en grasa son recomendables

En caso de que estés a dieta o tus circunstancias te lleven a tomar productos lácteos bajos en grasa o descremados, puedes optar entre estas variedades: 

1. Leche descremada: la encontrarás en su versión desnatada o semidesnatada y ambas contienen agua, minerales, vitaminas y proteínas de alto valor biológico. Es una de las mayores fuentes de calcio de una dieta. Sin embargo, no está recomendada para niños (a no ser que el pediatra recomiende lo contrario), ya que en época de crecimiento, necesitan de esas grasas buenas.

2. Yogur desnatado: el yogur desnatado tiene entre 40 y 50 kilocalorías (según la marca) por cada 100 gramos de producto. Contiene calcio, hidratos de carbono y proteínas. En todas las marcas y sabores encontrarás yogures 0% o desnatados que son bajos en grasas. 

3. Quesos bajos en grasas: los quesos que contienen una menor cantidad de grasa son los quesos desengrasados o quesos light. En esta sección también tiene cabida el queso ricota, el requesón, el queso cottage o el panela. Un poco más de grasa que estos tiene el parmesano, la cuajada, cheddar, mozzarella o camembert (estos no están desengrasados pero no engordan tanto como el brie, cabra, cabrales, gruyere o azul).

4. Helados light: son aquellos elaborados con leche semidescremada o descremada, por lo tanto su contenido en grasa es sensiblemente menor que otros helados elaborados con leche entera. Este tipo de postres solo aportan la satisfacción de tomar un alimento delicioso, ya que su valor nutricional es muy pobre en comparación con la leche, el yogur o los quesos. 

En cuanto a la mantequilla no es el lácteo más recomendable ya que, desde hace tiempo se ha ganado mala fama por su alto contenido en grasas saturadas. Contienen grasa láctea en su mayoría y por lo tanto, concentran cerca de un 82% de grasa como mínimo. Este producto, sin embargo, también está disponible en su versión light. Para que te hagas una idea, una mantequilla normal puede contener 740 kcal por cada 100 gramos, mientras que una mantequilla light tiene entre 250 y 370 kcal (según la marca).

Conclusión

Hoy en día se sabe que las grasas presentes en los lácteos no son responsables de los casos de obesidad o diabetes, sino más bien son los productos azucarados. Sin embargo, si has de llevar una dieta baja en grasa, puedes recurrir a los productos descremados para obtener el resto de beneficios de estos alimentos: proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales, entre ellos uno de los más importantes para los huesos, el calcio.