Cómo afrontar la envidia de los demás

Ser envidiado no es algo ni agradable, ni deseable. Y es que, ya sea que trabajas duro para obtener lo que tienes o si simplemente tienes un talento innato, puede provocar envidia en los demás y esto, lamentablemente puede hacerte sentir incómodo, dolido y atacado.

Mientras que la admiración es una emoción positiva, la envidia genera sentimientos negativos. Si estás sufriendo los ataques de los demás ante una situación de celos profesionales o personales, echa un vistazo a estos tips para afrontar la envidia de los demás.

El sentimiento de envidia

La envidia es una emoción tóxica que tiene que ver con el deseo hacia lo que tiene otra persona o con lo que es la otra persona. Surge de una comparación que se realiza con los demás, es un agravio comparativo y es mentiroso porque no es objetivo porque no se ve lo bueno de uno mismo, sino lo bueno en los demás.

La envidia es un deseo negativo que devora a quien lo siente, es corrosivo para la persona que la experimenta que se siente inferior y ve afectada su autoestima. Pero además, en ocasiones también es lesivo para la persona envidiada a quien se intenta agraviar y se le desea el mal.

La peor envidia, según los expertos, es la envidia existencial, cuando no solo se desean los bienes de otras personas, ya que con esfuerzo se pueden obtener bienes, pero nunca se puede ser como la persona envidiada. Cada uno es como es, con sus talentos y sus defectos.

Este sentimiento de envidia forma parte de nuestra naturaleza, pero está en nuestra mano hacer pedagogía de las emociones para convivir y controlarla para no ser dominada por ella. Y es que, cuando la persona envidiosa no reconoce que lo es y solo tiende a ver lo que hay en los demás y no lo que hay en sí mismo, la envidia acaba dominándole y puede acompañarla toda la vida.

La envidia, a pesar de que se suela decir que se siente “envidia sana”, nunca es sana, es una contradicción en sí misma. Lo que es sano es el sentimiento de admiración y esas capacidades de otras personas, suponen un reconocimiento hacia la otra persona, e incluso una forma de motivación personal para intentar también conseguir ciertos logros.

Cómo detectar a una persona envidiosa

Una emoción de envidia puede derivar en un sentimiento de odio hacia la persona. Si es tu caso y sientes que hay alguien que siente envidia hacia ti puede que te enfrentes a situaciones como:

- Intenta con todas sus fuerzas que fracases.

- Desea arruinar tus proyectos e intentará ponerte la zancadilla en el camino.

- Habla mal de ti ante los demás para minimizar tus logros, puede que profiera críticas, injurias e incluso burlas.

- Puedes encontrarte ante un narcisista que pretende brillar en todo momento oscurenciendo a los demás.

- Deseará vengarse por alguna causa que solo entiende el envidioso.

- En algunos hombres se reflejará en un machismo exagerado.

Consejos para afrontar la envidia de los demás

Para afrontar esta situación, has de utilizar diferentes estrategias:

No dejes que afecte a tu confianza: la persona envidiosa intentará hacerte creer que no puedes, que tus logros no son tales e intentará minar tu confianza en ti. No tengas nunca dudas de tus capacidades.

Sigue haciendo lo que haces: no dejes que los envidiosos detengan tus proyectos, tus ideas o tu trabajo. Enfócate en las personas que te apoyan y creen en ti y no escuches a los envidiosos.

Recuerda por qué sienten envidia: se sienten celosos porque estás haciendo algo bien, por lo que debes ignorar los comentarios llenos de celo y odio, por más difícil que sea. No dejes que esos comentarios mezquinos y tóxicos invadan tus sentimientos porque estarás respondiendo como ellos desean.

Saca al envidioso de tu entorno: si la persona envidiosa dice ser un amigo o es un compañero de trabajo, evita su trato en la medida de lo posible. Cambia de entorno y reduce las posibilidades de que esa persona centre sus celos en ti.

Habla con la persona: en caso de que la persona envidiosa sea alguien muy cercano que no puedas evitar, busca un momento adecuado para tener una charla constructiva en la que podáis llegar a un acuerdo en el que esa persona pueda hacerte críticas, siempre que sean positivas y útiles. Si la relación es tóxica, quizás convenga no seguir teniendo contacto con esa persona y entrar en otra red de personas que sí te apoyen.

Establece límites: puede que te cueste quitarte de encima a esa persona celosa y, sino tienes más remedio que trabajar con ella, establece una distancia justa en la que quede claro lo que no estás dispuesto a aceptar en una conversación. Si crees que has escuchado suficientes comentarios negativos, finaliza la conversación y hazle saber que no valoras la negatividad. Sé claro y dile que te sientes incómodo.