Cómo detectar que estás tratando con una persona narcisista
8 señales para detectar un trastorno narcisista de la personalidad
Podría ser tu jefe, tu pareja o tu hijo, incluso tu mismo. El trastorno narcisista de la personalidad no tiene edad, género o condición, aunque las estadísticas muestran que afecta más a hombres que a mujeres. Se caracteriza por una importante falta de empatía hacia los demás, egoísmo y una enfermiza necesidad de ser admirado.
No siempre es fácil detectar el narcisismo, solo un experto puede realizar un diagnóstico, pero estos 8 signos pueden indicar que tienes a tu lado una persona narcisista.
8 signos que muestran que tratas con una persona narcisista
Si crees que tienes dudas en torno a un amigo, tu pareja o tu jefe porque piensas que esa excesiva fanfarronería, esa facilidad para hablar excelencias de uno mismo o a ponerse por encima de los demás puede corresponder a un trastorno narcisista de la personalidad, echa un vistazo a las señales más evidentes del narcisista:
1. Su tema de conversación favorito es en torno a sí mismo
A los narcisistas les encanta hablar de las cosas que hacen, y todo ello, siempre está en clave de éxito. Sus vidas parecen un derroche de logros y siempre tienen en la boca el “yo”, “yo he conseguido cerrar un acuerdo”, “yo hice 100 abdominales en 1 minuto”...
Suele parecer aburrido cuando el tema de conversación gira en torno a ti, y suelen interrumpir o o intentar hacer girar la conversación para que se enfoque en ellos. Solo les gusta escuchar cuando hablas de sus intereses o deseos.
2. Buscan constantes elogios
Su marcado egocentrismo les lleva a necesitar ser el centro de atención constantemente y que esta atención se dirija hacia sus habilidades y talentos, incluso a los puntos fuertes de su apariencia física.
Se alimentan del halago constante y, si no reciben elogios sino algún tipo de crítica, se mostrará realmente ofendido y molesto.
3. Suelen mostrarse críticos hacia los demás
Las personas narcisistas se recrean en los puntos débiles de la personalidad de otras personas, se regodean con los fracasos de los demás y suelen compararse para ganar puntos frente a esas debilidades. Es decir, se reafirman en que trabajan mejor que los demás, se esfuerzan más y son mejores personas. Nadie se escapa a su mirada crítica, ni siquiera sus familiares más queridos.
4. Reaccionan de forma exagerada
Si sus necesidades emocionales, necesidades llenas de flores y halagos, no se ven satisfechas tal y como ellos demandan, su reacción suele ser exagerada. Su respuesta puede ser desde un monumental enfado hasta un momento de lágrimas y tristeza desmesurada. Todo ello, hasta que consiguen lo que quieren, que la otra persona se disculpe, reconozca el error de su opinión y, les dé la razón o retire la crítica.
5. Al narcisista le falta empatía
Para el narcisista, el mundo gira en torno a él, necesita ser el centro de atención, y en ese entorno, no hay cabida para los demás, por lo tanto no hay espacio para la empatía hacia el resto. Es raro que actúen con humildad y sacrificio hacia los demás. Comprenden su sufrimiento, pero no el de los demás, sus necesidades están muy por encima de las del resto y les falta tacto a la hora de relacionarse con sus semejantes.
6. Un narcisista puede hacerte sentir mal contigo mismo
Si tu jefe o tu pareja tiene un trastorno de la personalidad narcisista, raramente podrá hacerte feliz. Todo lo contrario, serán excesivamente críticos contigo, verán fallos donde no los hay, te someterán a una comparación sin piedad en la que resaltarán tus logros y echarán por tierra los tuyos. Es más, si tu éxito les hace sentirse amenazados, el ataque todavía será más feroz.
7. Tiene un complejo de superioridad
El narcisista ha creado un mundo jerárquico a su alrededor, en el que en la cúspide se encuentra él. Piensa que es el mejor, el que toma las decisiones más acertada y el más competente. Si comete un fallo, se las ingenia para hacer parecer que el error fue tuyo.
8. El narcisista tiene una necesidad de control
Creen que todos los demás son imperfectos, por lo tanto, han de ponerse manos a la obra para controlar el mundo y modelarlo a su gusto para poder hacerlo un poco más perfecto. Para ello han de controlarlo absolutamente todo, tanto lo que hace la gente a su alrededor como lo que piensan. Un jefe narcisista puede querer controlar hasta el tiempo libre de su trabajador; un novio narcisista intentará controlar y modelar la forma de pensar de su pareja.