Cómo evitar el calor en la cocina en verano
¿Cómo mantener la cocina fresca en verano?
¿A quién le apetece cocinar cuando el termómetro está por encima de los 35º? La cocina puede convertirse en un verdadero infierno. Y, si además del calor del ambiente, se suma el calor que emite la vitrocerámica, el horno, el microondas o los fogones. En estos días además parece que no apetece otra cosa que platos frescos como ensaladas o sorbetes. Sin embargo, si la ola de calor se alarga, en algún momento determinado tendremos que volver a introducir en el menú carnes, pescados, legumbres, etc.
Si quieres evitar el calor en la cocina en verano y mantenerla lo más fresca posible, toma nota de estos trucos que te ayudarán a no cocinarte como un alimento más.
Ver también: Recetas fresquitas para días de mucho calor
Trucos para evitar el calor en la cocina en verano
1. Cocina a primera hora de la mañana
Si no tienes aire acondicionado en la cocina y no hay quien esté en esta habitación de la casa cuando se cocina, puedes probar a madrugar y preparar los platos del día con el frescor de la mañana.
Esto te llevará a poner el despertador y comenzar a cocinar entre las 7 y las 8 de la mañana para que dé tiempo a que se ventile bien y pueda refrescarse antes de que el sol comience a calentar de lo lindo.
De esta manera, podrás preparar los platos que requieran cocción y el uso de la vitrocerámica o los fogones, en lugar de hacerlo justo antes de comer, cuando el sol está en lo alto y hace más calor.
Ver también: Cómo afrontar la ola de calor con remedios caseros
2. Opta por alimentos que pueden hacerse en el microondas
El microondas, aunque es un electrodoméstico que emite cierto nivel de calor, ciertamente emite menos que cocinar en vitrocerámica. Por lo tanto, por unos días puedes optar por elaborar tus alimentos en microondas.
¿Buscas algunos ejemplos?
En lugar de freír unas patatas en la sartén, puedes lavarlas y envolverlas en papel de cocina y cocinarlas en el microondas. Después basta con quitarles la piel, cortarlas en trocitos y tomarlas con un poco de aceite, con alioli, etc.
Un lomo de salmón con unas gotas de aceite, un poco de eneldo y unos minutos en microondas estará suave, jugoso y muy rico.
Poniendo la temperatura adecuada, y teniendo precaución, puedes hacer hasta un huevo frito en el microondas.
El pudin de atún es una receta deliciosa para la que no necesitas la cocina, basta con un toque de microondas.
3. Ten alimentos preparados con antelación
Si sabes que se avecina una ola de calor, utiliza los días previos para preparar platos que puedas congelar e ir sacando en los días más calurosos. Aunque suponga un esfuerzo extra, te alegrarás de haber guardado esos tuppers en tu congelador para no tener que cocinar ni un segundo los días más calurosos del verano.
4. Cubre las ventanas de tu cocina
Las persianas son unas grandes aliadas en los días de más calor. Una vez que hayas cocinado a primera hora tus alimentos o tengas alguna que otra receta medio preparada para darle un calentón en el microondas a la hora de la comida, solo tienes que estar pendiente para bajar las persianas cuando se haya terminado esa pequeña brisa de la mañana.
De esta manera, si cierras ventanas y bajas persianas, al menos evitarás que parte del calor de la calle entre a tu cocina, manteniéndola más fresca durante el día.
Si además puedes colocar algunas plantas en el alféizar de la ventana de tu cocina o en la terraza, te proporcionarán una agradable sombra que ayudará a retener parte del calor que está impactando contra tu cocina.
Ver también: Cómo combatir el estrés térmico
5. Usa ventiladores para paliar el calor en la cocina
Si tu casa no está climatizada, no tienes aire acondicionado o solo cuentas con él en otras estancias de la casa, puedes hacerte con un ventilador que te ayude a mover el aire mientras estás en la cocina. Si además te refrescas un poco los brazos con agua, te ayudará a que el aire en movimiento enfríe la temperatura de tu cuerpo.
Seamos francos, en los días más tórridos, el ventilador no podrá bajar la temperatura de la habitación, pero si te refrescas y el aire se mueve, al menos te ayudará a evitar esa sensación de ahogo. El ventilador sí podrá bajar la temperatura de una habitación si el aire exterior es más fresco que el interior, por lo tanto, si lo colocas junto a una ventana abierta en este caso, puede ayudar a llevar ese aire fresco dentro de tu cocina. Es una solución para cuando ya ha atardecido y el sol ya no aprieta tanto, pero tu cocina está recalentada después de todo el día.
6. No enciendas las luces
En verano hay bastante luz como para no tener que usar tanto la electricidad, por lo tanto, intenta evitar el uso de las luces de la cocina para ahorrar tanto energía como para reducir el calor.
7. Escoge alimentos frescos que requieran poca preparación
Es algo común que, cuando hace mucho calor, se sienta menos hambre, el apetito parece haberse ido también de vacaciones. Por lo tanto, es un momento ideal para preparar alimentos que no requieran de cocinado. En este sentido pueden ser aliados este tipos de platos: ensalada de verduras, de salmón, de garbanzos...; ensaladilla rusa, gazpacho, salmorejo, judías verdes con mayonesa, humus, sandwiches, sushi, guacamole, etc.
Ver también: Ideas de comidas que no requieren de microondas
8. ¡Regálate una comida fuera de casa!
Ese día en el que los termómetros van a superar los 40 grados, abrir la puerta de la nevera parece solo algo necesario para refrescarnos unos segundos. Por lo tanto, para evitar el calor de la cocina en verano, como alternativa puedes dirigirte a un restaurante cercano con aire acondicionado. Es posible que el presupuesto impida hacer esto muy a menudo, pero puede ser un as en la manga para esos momentos de calor asfixiante.
Cocinar durante el verano puede ser una tarea abrumadora a la que cuesta enfrentarse, sin embargo, como hemos visto, hay formas de mantener un poco más fresca la cocina para que la experiencia resulta menos incendiaria.