Qué es el estrés térmico por calor y cómo combatirlo
Exposición laboral al calor: síntomas y consecuencias del estrés calórico
Cuando llega una ola de calor es difícil dormir, trabajar, salir a la calle o hacer deporte. Existen formas de combatir ese calor desde darse duchas de agua fría a estar en lugares con aire acondicionado.
Sin embargo, hay quien, por las características de su trabajo, ha de permanecer en lugares donde no puede beneficiarse del aire frío y sufre un calor constante.
Son los trabajadores que padecen de estrés calórico porque trabajan en obradores, hornos, fundiciones, asfaltando carreteras, en obras de edificios… En Quonomy.com te contamos qué es el estrés térmico por calor y qué se puede hacer para combatirlo.
Qué es el estrés térmico por calor
El estrés térmico se produce cuando se dan factores externos que hacen que aumente la temperatura del cuerpo como el verano, un lugar mal refrigerado o con fuentes de calor, llevar ropa que no transpire o la humedad de un lugar y además los sistemas del organismo para controlar la temperatura interna comienzan a fallar.
En definitiva, es la carga de calor que determinados trabajadores van acumulando a causa de las condiciones ambientales del lugar de trabajo, la actividad física que realizan o la ropa que llevan (algunos equipos no dejan transpirar la piel).
Sin embargo, el calor excesivo es algo peligroso para nuestro cuerpo que, para mantenerse saludable ha de estar en torno a los 37º, cuando supera los 40.5º puede producirse la muerte.
Nuestro cuerpo dispone de mecanismos para combatir el calor ya que reacciona para protegerse aumentando el flujo de la sangre hacia la superficie de la piel para provocar sudor. Esas pequeñas gotitas de agua que salen por los poros provocan el enfriamiento del cuerpo a medida que el sudor se evapora.
Sin embargo, en una situación de estrés por calor, no se pierde el suficiente calor y, la temperatura del cuerpo aumenta. A medida que esto sucede, el cuerpo intenta aumentar la cantidad de sudor que produce y esto, puede conducir a la persona que sufre estrés térmico a la deshidratación.
Además, con el aumento de la temperatura del cuerpo se produce una elevación de la frecuencia cardíaca, lo que añade más trabajo y presión al organismo y el calor seguirá aumentando, de tal manera, que puede llegar un momento en el que el mecanismo del cuerpo comience a fallar.
Cuáles son los síntomas del estrés térmico
El estrés térmico se puede sufrir en muy distintos lugares: en una oficina pleno verano si no hay aire acondicionado que refresque el ambiente, en un colegio que da el sol todo el día y cuyas aulas están llenas de niños expeliendo calor, en el metro si no se activan los sistemas de refrigeración…
Sin embargo, hay personas que, de forma constante, han de enfrentarse al estrés térmico por las características de su trabajo:
- Panaderías.
- Cocinas.
- Minas.
- Fábricas de ladrillos o cerámica.
- Fundiciones.
- Hornos.
- Lavanderías.
- Invernaderos, etc
Son trabajadores que han de realizar sus tareas bajo unas difíciles circunstancias y que deben extremar las medidas de precaución para no sufrir un golpe de calor.
El estrés calórico puede afectar a personas de distinta condición, aunque especialmente a niños y a ancianos, de muy diferente manera. Estos son los síntomas:
- Dificultad para mantener la atención o concentrarse.
- Sensación de confusión.
- Sensación de mucha sed (síntoma tardío de la deshidratación).
- Desmayo.
- Agotamiento y fatiga.
- Náuseas y mareo.
- Calambres musculares.
- Piel seca y caliente.
En los casos más graves, pérdida de conciencia, convulsiones e incluso la muerte.
Qué consecuencias tiene sufrir estrés calórico
El estrés calórico puede tener como consecuencias diferentes daños a la salud que, pueden presentarse de forma inmediata e irreversible o puede ir produciendo un daño constante cuyos efectos se ven a medio o largo plazo. Las consecuencias de sufrir estrés térmico son:
- Accidentes laborales ya que el trabajador no puede mantener un óptimo nivel de concentración.
- Intensificación de enfermedades previas como diabetes, problemas respiratorios, enfermedades cardíacas, erupciones cutáneas.
- En los casos más graves el estrés térmico puede elevar tanto la temperatura del cuerpo que se producen daños irreversibles e incluso la muerte.
Cómo combatir el estrés térmico por calor
Las personas que han de trabajar de forma constante bajo una situación de calor, se adaptan como pueden a las condiciones cambiando ciertos hábitos y tomando ciertas medidas, algunas serán viables según el tipo de trabajo y otras no:
- Refrescarse frecuentemente mojando muñecas y nuca con agua fresca.
- Quitarse la ropa o llevar prendas muy sueltas y holgadas.
- Hidratarse constantemente.
- Reducir el ritmo de trabajo.
- Permanecer en lugares más frescos y en sombra.
- No tomar bebidas alcohólicas.
- Evitar las bebidas muy azucaradas.
- Eliminar o reducir las fuentes de calor cuando sea posible.
- Realizar descansos periódicos en lugares más frescos.
- Pedir a la dirección de la empresa el uso de ventiladores o dejar de trabajar si la temperatura ambiental está muy por encima de lo saludable.
- Informar a tus jefes si crees que puedes estar sufriendo un aumento de la temperatura corporal alarmante.
- Utiliza barreras físicas que reduzcan la exposición al calor radiante.
Cómo cuidar de tus trabajadores en un entorno de estrés térmico
Si por el tipo de trabajo que desarrollas en tu empresa hace mucho calor y no es posible colocar sistemas de refrigerado, debes proporcionar a tus trabajadores lo necesario para que no sufran de estrés térmico por calor:
- Proporciona agua fresca en el lugar de trabajo y anima a tus trabajadores a beber frecuentemente en pequeñas cantidades antes, durante y después del trabajo.
- Proporciona ropa adecuada que puedan proteger a los trabajadores en ciertos ambientes cálidos.
- Provee formación a tus trabajadores, especialmente a los más jóvenes informándoles sobre los riesgos del estrés por calor en el trabajo. Aconséjales para que presten atención a los síntomas que pueden llevarles a sufrir un golpe de calor.
- Permite que los trabajadores vayan aclimatándose a estas condiciones de forma paulatina y ve evaluando quienes son aptos para trabajar en una situación de calor.
- Identifica a los trabajadores más vulnerables, bien sea porque han sufrido una enfermedad o por sus condiciones físicas y evalúa si está capacitado a trabajar en esas condiciones.
- Proporcionar ayudas mecánicas donde sea posible para reducir la tasa de trabajo ante una fuente de calor intensa.
- Regular la duración de la exposición de tus trabajadores a ambientes cálidos.