Cómo hacer croquetas sin que se deshagan o estén aceitosas. La croqueta perfecta
Trucos para lograr que las croquetas no se abran o se rompan
La croqueta, como otras muchas recetas que tomamos cada día, viene de la gastronomía francesa. Un plato que hemos adoptado, adaptado y customizado para hacerla muy nuestra. Y es que la croqueta permite un sinfín de variedades, todas ellas tan deliciosas que es difícil resistirse a un buen plato de croquetas.
Eso sí, no es lo mismo una fuente de croquetas bien hechas, crujientes y sabrosas, que otra con croquetas deshechas, abiertas y grasientas. Toma nota de estos consejos para hacer croquetas sin que se deshagan o estén aceitosas.
Deliciosas croquetas, ¿quién las inventó?
La palabra croqueta viene del francés, croquer, que significa crujiente, es por lo tanto, una receta de origen francés, al igual que la bechamel que la rellena que la inventó un cocinero que trabajaba para un tal Luis de Béchamel en el siglo XVII, eso sí, según cuentan las malas lenguas, había copiado la receta de unos cocineros italianos.
Con el relleno ya inventado, llegó un ingenioso cocinero de la corte Luis XIV, quien decidió sorprender a su monarca en un banquete que oficiaba con un plato elaborado a partir de bechamel y cubierto por una costra crujiente, la llamó “croquette à la royale”.
El plato estaba tan delicioso que el resto es historia. Desde entonces las croquetas se han exportado a cientos de países y se han elaborado infinidad de versiones. De las clásicas croquetas de bechamel pasamos a las de jamón, pollo, verduras, pescado, gambas, boletus, setas, morcilla y un larguísimo etéctera.
Eso sí, las croquetas además de estar deliciosas tienen su secreto, si cada vez que los has intentado has terminado con una masa innombrable deshecha, abierta y grasienta, es que algo estás haciendo mal. Te contamos unos cuantos trucos que harán que tus croquetas ni se deshagan ni estén aceitosas.
Trucos para hacer croquetas y que no se deshagan o se abran
- Lo fundamental es que la masa de las croquetas esté bien hecha y no quede, ni muy líquida ni muy espesa. Cuando prepares bechamel verás que va espesando a medida que la cocinas, estará al punto cuando al pasar la cuchara por la sartén puedes ver el fondo y la bechamel se desprende fácil de los laterales.
- Cuando hagas croquetas no las reboces una y otra vez hasta lograr una costra imposible de morder, basta con una pasada, eso sí, utiliza pan rallado grueso para que el resultado sea crujiente y no se abra al freír las croquetas.
- Antes de freír las croquetas, déjalas a temperatura ambiente durante media hora, así te aseguras que el choque de temperatura no es tan brusco y evitas que se deshagan durante la fritura.
- No hagas croquetas muy grandes, ya que será más complicado lograr que no se deshagan. Intenta hacer bolitas pequeñas, más fáciles de freír y de comer.
- Uno de los principales errores al freír las croquetas está en la temperatura del aceite, debe estar muy caliente, entre 175 y 180º. Si no está muy caliente, no solo chuparán más aceite y estarán grasientas, sino que deberán estar más tiempo sumergidas y habrá más posibilidades de que se rompan.
- No eches a la sartén muchas croquetas a la vez porque enfriarás el aceite, utiliza una sartén de tamaño pequeño o mediano y hazlas en pequeñas tandas.
- Para que las croquetas no se deshagan utiliza aceite virgen extra en lugar de aceite de girasol o de maíz.- Si las fríes en la freidora, deja que escurran bien en la cesta y después pásalas por un papel de cocina para que terminen de soltar aceite, así evitarás que estén muy grasientas. Puedes hacer el mismo proceso si las haces en la sartén: escurridor + papel de cocina.
Un último consejo: las croquetas no se recalientan nunca, en el microondas perderán esa textura crujiente tan característica y, si las vuelves a pasar por la sartén estarán aceitosas. Así que, croquetas que hagas, croquetas que conviene comer. ¡Buen apetito!