Cómo sobresalir en el trabajo y conseguir el éxito laboral
Estrategias para destacar por encima de otros trabajadores
¿Quién no quiere sobresalir en el trabajo y alcanzar el éxito laboral? La mayoría queremos estar bien considerados en nuestro trabajo, ser reconocidos y hacerlo mejor que los demás, en definitiva, destacar sobre los demás compañeros de trabajo. Y es que destacar, nos pone en el camino del ascenso tanto laboral como económico.
Sin embargo, para sobresalir en el trabajo frente a los demás no necesitas solo ser bueno en lo que haces, también has de ser profesional, tener la actitud adecuada y encajar en tu ámbito profesional.
Qué se necesita para sobresalir en el trabajo
Tu eliges si quieres ser un trabajador más o si quieres destacar sobre los demás. Es una opción personal para la que hay que tener cierta ambición, habilidades profesionales y un saber hacer impecable con tus compañeros y tus jefes. ¿Estás decidido a ir hacia delante y sobresalir en el trabajo? Esto es lo que has de hacer:
Haz bien tu trabajo
Para destacar sobre los demás, has de trabajar mejor que ellos. No basta con hacer el trabajo, hay que hacerlo muy bien, cuidando cada detalle, haciendo esfuerzos cada día por mejorar, mostrando tus habilidades y ocultando tus defectos. Has de demostrar que tu trabajo te gusta, que te emociona e ilusiona el proyecto y que estás al 100% por hacer crecer a la empresa.
No muestres pereza ante el trabajo, habrá tareas que te gusten más y otras menos, pero esfuérzate igual en ambas y, a no ser que lo que te pidan esté totalmente fuera de tu ámbito profesional, no pongas pegas a los nuevos encargos que te hacen tus jefes.
Cuando trabajes, trabaja, no pierdas el tiempo con llamadas de teléfono, mensajes, correos electrónicos y un sinfín de pausas para charlar o tomar un café. En definitiva, en el tiempo que estés en la oficina, déjate la piel.
Actúa y viste de forma profesional
No des una imagen de ti infantil, torpe, arisca o poco seria. Tu eres el que mejor puede vender tu imagen, por lo que, sea cual sea tu trabajo, actúa de forma seria y profesional en cualquier situación. Muéstrate seguro, aunque por dentro estés temblando. Actúa como si controlaras la situación, sea cual sea, incluso aunque no domines el terreno.
Sé amable con los que te rodean pero no te dejes llevar por los corrillos de trabajadores donde solo se despelleja a otros trabajadores o a los jefes. Pasa de chismes, sé discreto y evita perder el tiempo con temas que no son estrictamente de trabajo.
Y, aunque te gusten las zapatillas de deporte y las camisetas rotas, viste adecuadamente para el puesto que ocupas. Lleva siempre una imagen impecable, aunque no te guste, una buena imagen conquista mucho más que una desaliñada.
Mantén una actitud positiva
No se trata de ser “la alegría de la huerta”, de hecho, andar siempre con bromas hará que no te tomen en serio. Sin embargo, sí es importante mantener una buena disposición y una alegría en el trabajo. Las personas prefieren trabajar con compañeros que mantengan una actitud positiva frente al trabajo y frente a la vida, no con personas tóxicas que siempre se quejan y ven el lado negativo de las cosas. Es más, si hay ciertas posibilidades de liderar un equipo, tu candidatura puede sobresalir sobre otras si tu actitud frente al trabajo y frente a los demás es optimista y animoso.
Sé proactivo
Seguro que has escuchado la palabrita en más de una ocasión... "proactividad", y es que, los jefes valoran en gran medida a los trabajadores que saben tomar la iniciativa, a los que proponen ideas, se tomen en cuenta o no.
No esperes a que los demás te pregunten qué podría hacerse para mejorar, adelántate y plantea mejores formas de hacer el trabajo y nuevas ideas para que tu departamento funcione mejor. Plantea sugerencias de forma habitual, ya sea que se lleven a cabo o no. Para sobresalir en el trabajo, has de presentar tu valor frente a los demás, no has de ser uno más, has de ser la persona que es creativa, la que tiene las ideas, y además propone opciones interesantes.
Sé un buen compañero
Trabajar en una empresa donde hay otros trabajadores pasa por aprender a trabajar en equipo. Es importante mantener una buena relación con tus compañeros y con otros departamentos, fomentar que cada uno alcance su potencial y ayudarles a conseguirlo te dará un valor frente a los demás como líder de un equipo. Si solo practicas el individualismo en tu carrera por destacar, probablemente lo consigas, pero no te habrás ganado el favor de tus compañeros, y si no les tienes de tu lado, te resultará difícil poder liderarlos.
Mantén una buena relación con tus jefes
No es necesario ser “el pelota”, ni has de hacerte amigo de tus superiores. Pero sí debes entenderlos, saber qué quieren y cómo lo quieren. Debes conocer sus expectativas y qué esperan de ti. Para ello es fundamental que mantengas una relación cordial y fluida. Así podrás seguir las directrices que mande de forma más eficaz e incluso proponer otras formas de trabajar que lleven a mejorar los objetivos y los resultados de la empresa.
Acepta las críticas
Somos personas, no autómatas, y como tales, nos equivocamos. Hasta el trabajador más eficaz tiene un mal día y, cuando esto suceda, tienes que estar preparado para aceptar una crítica. Utilízala no para enfadarte y tomar manía a tus superiores, sino para desempeñar mejor tu trabajo. Seguramente no te guste lo que escuches, pero realiza tu propio análisis ante el comentario que te hayan hecho, reconoce tus errores y utiliza las críticas para mejorar.
Aprovecha las oportunidades
No te acomodes en tu puesto de trabajo, intenta siempre afrontar nuevos retos. Proponte para conseguir otros objetivos y evita aburrirte haciendo siempre lo mismo. Aprovecha las oportunidades que veas a tu alrededor para seguir aprendiendo y prosperando. Ofrécete voluntario para realizar nuevos proyectos y, cuando sean tus superiores quienes te los propongas, no te niegues de antemano, aunque estés saturado de trabajo. Antes de decir no, inténtalo. Sigue formándote siempre y ofrece a tu empleador tus nuevas habilidades para poder realizar otros retos.
Ofrece soluciones, no problemas
No acudas a tu jefe con el primer problema que encuentres, ya tendrá demasiadas cosas en las que pensar como para solucionar las tuyas. Acude a tu jefe para ofrecer soluciones y evítale conocer todos los problemas que encuentras a tu paso. Aquellas personas capaces de solventar problemas en el trabajo son muy bien vistas por sus superiores.