Cómo limpiar el felpudo y el acceso a tu vivienda
Trucos para desinfectar bien la entrada a tu casa
¿Cuándo has limpiado el felpudo de tu casa por última vez?, ¿hace un mes, seis meses?.... ¿nunca? El felpudo no solo es esa esterilla que se pone frente a la puerta del hogar con un mensaje divertido o un dibujo original, es un elemento que nos ayudan a mantener gérmenes, bacterias y suciedad que llevamos en la suela de los zapatos fuera de la vivienda.
Puede que limpiar el felpudo y acceso de tu vivienda no esté entre tu lista de prioridades, sin embargo, has de saber que una alfombrilla limpia y pulcra y una entrada sin porquería, ayudará a mantener gran parte de la suciedad presente en las calles, lejos de tu hogar.
Cómo limpiar el felpudo de tu casa
Lo cierto es que, muchos felpudos no son fáciles de limpiar ya que muchas, como las de fibra de coco, están hechas con fibras naturales y no permiten meterlas en la lavadora, ni frotarlas con agua y jabón. Por lo tanto, si la tuya está muy vieja, te recomendamos que compres una que pueda ser lavada o una de goma, si la entrada de tu casa está en la calle y se moja cuando llueve.
Y, si prefieres tener un clásico felpudo de fibras naturales, puedes realizar una limpieza en seco, veamos paso a paso, cómo realizarla:
- Para obtener un resultado óptimo, sacude primero la alfombrilla golpeando contra una pared, si es posible, para que caigan restos de residuos y todo el polvo que puede llevar acumulada. Si, no puedes golpearla contra nada, utiliza la aspiradora, colocando la boquilla para lugares estrechos y pásala cuidadosamente por toda la superficie para absorber bien la suciedad.
- Si la alfombrilla tiene suelo de goma y fibra sintética en la parte que pisas, puedes probar a limpiarla con un detergente suave o limpiador para alfombras. Es mejor probar primero un área pequeña para comprobar que no causa decoloración. La mayoría de los felpudos de este tipo se pueden limpiar con una manguera o la ducha colocando la alcachofa a la mayor presión que puedas y dejar secar al sol. Puede que sientas la tentación de introducirla en la lavadora, pero muchas de ellas, son demasiado grandes para utilizar este tipo de lavado a máquina.
- En caso de que tu felpudo sea de fibra de coco, debes evitar los detergentes fuertes, ya que puede dejar marcas en tu alfombrilla o provocar la decoloración de algunas zonas. Por el contrario, puedes probar a limpiar con bicarbonato de sodio. Para ello, espolvorea el bicarbonato sobre la alfombrilla, deja que repose alrededor de 10 minutos. Posteriormente pasa un cepillo para frotar el bicarbonato en las zonas más profundas. Finalmente retira todos los restos con la aspiradora.
Cada cuánto tiempo limpiar el felpudo de entrada a tu casa
La frecuencia del felpudo ha de realizarse con más asiduidad del que probablemente realizas, no limpiarlo nunca, o hacerlo una vez a la año no es la solución. Para evitar que se acumule mucha suciedad y que la limpieza después sea laboriosa y costosa, puedes aspirarlo y sacudirlo al menos una vez a la semana y, realizar una limpieza más minuciosa con detergente, si se puede, cada mes.
Y, si tu felpudo ya peina canas, deberías plantearte cambiarlo, al menos cada dos años, deberíamos sutituir este elemento ya que sufre mucho. Sobre él dejamos el agua de la calle, el barro de las zapatillas, el polvo de la caminata por el parque, etc.
Consejos para limpiar el acceso a tu vivienda
Además de la alfombrilla de acceso a tu vivienda, deberías limpiar otros elementos que están en el acceso y que pueden acumular mucha porquería.
- La puerta por fuera, puede tener polvo, por lo que no está de más, pasarle un trapo con una solución apta para el tipo de material de tu puerta. Más aun incidiendo en la zona de las molduras si las tuviera.
- No olvides limpiar la mirilla, la aldaba, el pomo de la puerta y las partes con metal, incluyendo la chapa de metal que suele estar en la parte de abajo de la puerta.
- Abre la puerta de tu vivienda y utiliza la aspiradora para limpiar bien las zonas que están entre el interior y el exterior. En los laterales de la puerta, se puede acumular polvo y arenilla, además de otra porquería.
- Remata la limpieza con la fregona o, si hay recovecos más complicados y de difícil acceso, puedes usar un trapo y usa solución de limpieza adecuada a los materiales.
- Aunque en tu finca, tengas contratado un servicio de limpieza de la escalera y los rellanos, es posible que, el personal no incida bajo tu felpudo y otras áreas más escondidas y, por supuesto, no limpiará tu puerta por fuera. Por lo tanto, conviene darle un repaso de vez en cuando para evitar que esa suciedad ingrese en el interior de tu vivienda.
Consejo final: te recomendamos que, igual que hacen nórdicos o asiáticos, dejes tus zapatos en una zona de la entrada. Por más que rasques la suela de tus zapatos en el felpudo, algo de suciedad de la calle ingresará a tu casa. Llegar hasta tu habitación, la de tus hijos o tu baño con la porquería que has pisado en la calle es absolutamente antihigiénico. Puedes tener una cesta o un zapatero en la entrada para cambiarte tus zapatos de la calle por unas zapatillas de estar en casa