Cómo motivar a un adolescente en los estudios

Cómo combatir la apatía y desinterés de un adolescente por estudiar

Alba Caraballo - 2019-04-08 12:03:00 - Educación

Saber cómo motivar a un adolescente en los estudios y para que pueda terminar el curso escolar con buenos resultados es muy importante ya que, sin el adecuado estímulo, las cosas pueden empeorar aun más.

Puede que el adolescente sienta pereza, desidia o falta de interés. Conocer qué está haciendo que fracase, es fundamental para motivarle de forma positiva en los estudios.

¿Por qué le va mal a mi hijo adolescente en los estudios?

 motivar a un adolescente en los estudios

Si tu preocupación es cómo motivar a tu hijo adolescente en los estudios y que obtenga buenos resultados, hemos de comenzar por una pregunta fundamental: ¿por qué no le está yendo bien ahora?, ¿cuál es el problema? Conocer la raíz del problema nos llevará a la solución.

Siéntate con tu hijo una tarde y valora qué está ocurriendo. Que no debamos hacer los deberes con ellos, no significa que no hayas de estar al tanto de las materias que estudia, qué tipo de tareas trae a casa o si alguna asignatura le cuesta más que otra.

Si crees que tiene problemas para entender alguna asignatura, quizás es hora de pedir refuerzos. Un profesor particular puede ser una ayuda en esas materias en las que tú no puedes ofrecer soluciones, tener a un orientador en casa puede llenar esas lagunas.

En caso de que el problema radique en algún problema de aprendizaje no solucionado, es momento para valorar si hay algún tipo de dislexia, disortografía, discalculia, TDAH u otra condición que le compliquen el aprendizaje.

En caso de que la ansiedad le esté bloqueando, quizás sea momento de hablar con un psicólogo que pueda ofrecerle estrategias para controlar el estrés y la ansiedad.

En definitiva, lo que hemos de hacer los padres es adoptar un enfoque de apoyo hacia nuestros hijos, una postura de encontrar soluciones. Y esa postura ha de ser positiva. No hemos de adoptar un tono de regañina, sermones y castigos eternos, sino de crítica constructiva. El adolescente ha de reconocer que algo no está funcionando y, entre todos, se pondrán las soluciones para que pueda obtener buenos resultados en los estudios.

Estrategias para motivar a los adolescentes en los estudios

Sé realista

Antes de abordar el problema que pueda tener tu hijo, pregúntate si le estás pidiendo demasiado. En ocasiones, la obsesión por los resultados académicos excelentes, es decir, por ver en las notas sobresalientes y notables, nos llevan a sobreexigir a los hijos. Está claro que los padres queremos ver notas altas, pero aun es más importante exigir en base a las capacidades de tu hijo. Establece metas realistas y alégrate cuando sus calificaciones estén acordes al esfuerzo.

Es decir, si saca un bien o un suficiente en Lengua, teniendo algún problema de lectoescritura, valora y refuerza de forma positiva en lugar de reprender por no haber obtenido un notable. De lo contrario, te encontrarás ante un adolescente desmotivado frente a los estudios porque, haga lo que haga, no te verá contento.

Ayúdale a escoger su futuro profesional

Algunos adolescentes se bloquean al no tener claro qué rumbo seguir en el futuro. No saben si quieren ir a la Universidad o no, o qué tipo de estudios escoger, ya que ellos definirán su profesión futura. Esto puede ser muy estresante para los adolescentes.

Por lo tanto, es importante que los padres y educadores, les mostremos todas las posibilidades que pueden estar al alcance de su mano y les guiemos, que no dirijamos, en la elección de un camino profesional. Entiende que, elegir una especialización puede ser intimidante.

Es importante que tengan claro qué tipo de tareas les resultan más fáciles o gratificantes y en cuáles se ven más fuertes. Asimismo, es fundamental que conozcan el ámbito laboral y qué tipo de empleos existen ahí fuera. El desconocimiento puede resultar abrumador y le puede llevar a tirar la toalla mientras aun están en el colegio o el Instituto.

Y, han de saber que, si escogen una carrera o unos estudios y, sienten que se han equivocado, están a tiempo de volver a elegir. Muchos estudiantes cambian de carrera una vez comenzada la universidad ya que descubren otras posibilidades y, son más maduros para elegir.

Habla con tu hijo y escúchale

Crea un clima de confianza para que te cuente qué le ocurre, cuáles son sus preocupaciones, por qué ha perdido el interés por los estudios. Si ves que tiene una idea equivocada sobre el futuro y que dice cosas como “los estudios no sirven para nada”, “hay quien no estudia y se hace millonario” y otra serie de ideas preconcebidas basadas en los Instagramers o Youtubers a los que sigue, ponle los pies en el suelo.

Los estudios, cursos, idiomas y demás formación que tenga, le ayudarán a tener más oportunidades de empleo. Contraataca con otros ejemplos de conocidos que no se prepararon y no tienen una realidad laboral buena. Rompe con el sueño de hacerse millonario por subir unos vídeos y descúbrele la verdadera importancia de prepararse bien para optar a mejores puestos de trabajo.

Trabaja su autoestima

Un adolescente con la autoestima baja no tendrá la suficientes razones como para motivarse a emprender cualquier cosa. La autoestima y la motivación van de la mano. Por lo tanto, es importante reforzar positivamente aquellas características de tu hijo, hacerle saber lo bien que hace algo, o lo orgullosos que estamos y ayudarle a mejorar la visión que tiene de sí mismo, descartando ideas erróneas o el pensamiento negativo que tengan sobre ellos.

Para motivar a un adolescente en los estudios, sé positivo

Entiende que la adolescencia es una época difícil, bastante ya tiene encima el adolescente con todos los cambios que está afrontando como, para tener de enemigos a sus padres. En lugar de estar regañando siempre, profundizando en conflictos o entrando en ellos, acepta que puede estar atravesando un estado anímico que le lleve a desapasionarse por los estudios y desanimarse con otras cosas, como los amigos.

Entender no significa mirar hacia otro lado, significa no luchar constantemente contra él, sino con él. Animarle ante esa pasividad y pérdida de interés. Incentívale desde el positivismo en lugar de desde las peleas. Sácale de la apatía proponiéndole opciones que puedan interesarle, “cuando acabes las tareas, podemos ver esa película que te apetecía”, “si pasas estos exámenes lo celebramos en un restaurante que tú elijas”.